PROTESTAS
Levantaron las protestas de Kiev y la condena de la comunidad internacional, incluida la ONU, garante del acuerdo alcanzado apenas 24 horas antes en Estambul.
Los ataques de ayer, sábado, contra el puerto comercial de Odesa, clave para la exportación de cereales ucranianos, levantaron las protestas de Kiev y la condena de la comunidad internacional, incluida la ONU, garante del acuerdo alcanzado apenas 24 horas antes en Estambul.
Tras denunciar varios ataques con misiles, Kiev acusó a Moscú de haber “escupido” en la cara a la ONU y Turquía, y de socavar el acuerdo destinado a posibilitar las exportaciones de grano a través del Mar Negro y a paliar la escasez de cereales en todo el mundo.
Rusia deberá asumir “toda la responsabilidad” si se rompe ese acuerdo, indicó un portavoz del Ministerio de Exteriores ucraniano, según el portal Ukrinform, para recordar el papel de supervisores del acuerdo del secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
“Es un ataque de (el presidente ruso) Vladímir Putin ante al secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan”, según el comunicado emitido por el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Oleg Nikolenko.
Rusia está “socavando” el acuerdo, destinado a establecer corredores para la exportación de cereales desde el Mar Negro, afirmó el asesor del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, Andriy Yermak, en Telegram.
El propio Guterres condenó a continuación “de forma inequívoca” los ataques rusos perpetrados contra Odesa, a través de un mensaje en la red social Twiter del viceportavoz del Secretario general de la ONU, Farhan Haq.
En ese mensaje se recuerda que “(el viernes) todas las partes asumieron compromisos claros para garantizar el movimiento seguro de granos ucranianos y productos relacionados”. “Estos productos se necesitan desesperadamente para abordar la crisis alimentaria mundial y aliviar el sufrimiento de millones de personas necesitadas en todo el mundo. La plena implementación por parte de la Federación Rusa, Ucrania y Turquía es imperativa”, finalizaba el mensaje.
Las reacciones de rechazo se extendieron asimismo a la diplomacia de Estados Unidos, cuya embajadora en Kiev, Bridged Brink, recordó a través de twiter que el acuerdo sobre los cereales no lleva firmado ni 24 horas y que Rusia debía rendir cuentas por lo ocurrido.
Por parte de la Unión Europea (UE), el alto representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, condenó “firmemente” este sábado el ataque y criticó a Moscú por su agresión contra un objetivo “crucial” para exportar cereal.
“Alcanzar un objetivo crucial para la exportación de cereal tras la firma de los acuerdos de Estambul es particularmente reprobable”, escribió Borrell en su perfil de Twitter, para añadir que el ataque también “vuelve a demostrar el desprecio total de Rusia por el Derecho y los compromisos internacionales”.
Cereal almacenado
Según fuentes del Ministerio de Agricultura ucraniano, citadas por Ukrinform, en el puerto de Odesa hay cereales almacenados dispuestos para la exportación, aunque sin concretarse su volumen. “No vamos a detallar esa carga, porque es competencia del departamento de Infraestructuras. Pero se están preparando los primeros envíos para mañana o pasado mañana”, de acuerdo con ese medio.
Las autoridades ucranianas informaron previamente ayer de una serie de ataques rusos sobre el puerto comercial de Odesa. “El enemigo atacó el puerto comercial marítimo con misiles de crucero clase Kalibr. Dos misiles fueron derribados por las defensas ucranianas, mientras que dos golpearon la infraestructura del puerto”, informaron fuentes ucranianas desde Odesa.
El acuerdo
En ese primer comunicado se recordaba el papel clave de ese puerto para la exportación de cereales, así como el acuerdo alcanzado en Estambul con Rusia en este ámbito.
Ese acuerdo, auspiciado por Turquía y Naciones Unidas, contempla un corredor marítimo para aliviar la crisis alimentaria provocada por el bloqueo ruso a los puertos ucranianos del Mar Negro.
Permitirá en concreto que buques de carga puedan exportar desde tres puertos ucranianos -el de Odesa, junto a los de Pivdennyi y Chornomorsk- alrededor de 22 millones de toneladas de trigo, maíz y otros cereales almacenados de silos.
El acuerdo fue suscrito en Turquía, por separado y con dos firmas en paralelo, por el ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, y el ministro de Infraestructuras de Ucrania, Oleksandr Kubrakov.
Rusia niega
Rusia aseguró ayer a Turquía que no está implicada en el ataque al puerto ucraniano de Odesa, dijo el ministro de Defensa turco.
“Los rusos nos dijeron que no tenían absolutamente nada que ver con el ataque y que estaban estudiando la cuestión muy de cerca”, dijo el ministro Hulusi Akar, cuando Moscú todavía no había reaccionado oficialmente el sábado.
Akar dijo que Turquía estaba “preocupada” por las huelgas en el puerto de Odesa, que se produjeron un día después de que Kiev y Moscú firmaran un acuerdo en Estambul para reanudar las exportaciones de cereales ucranianos.
“Seguiremos asumiendo nuestras responsabilidades en el acuerdo que alcanzamos ayer”, añadió Akar.
El pacto debería permitir la exportación de entre 20 y 25 millones de toneladas de grano bloqueadas en Ucrania debido al conflicto en el país.
En el terreno
El Ejército ruso concentró ayer sus esfuerzos en la región de Donetsk sin lograr avances y atacó con misiles varias regiones de Ucrania, A su vez, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, declaró que el ataque a Odesa “demuestra solo una cosa: da igual lo que Rusia prometa siempre encontrará una manera de no cumplirlo”.
Si el ataque al puerto de Odesa no causó víctimas, en la localidad de Kropinitski, en el centro del país, al menos tres personas murieron y otra 16 resultaron heridas tras el impacto de 13 misiles rusos Kalibr en un aeródromo militar y una instalación ferroviarias, según las autoridades regionales.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó ayer de varios ataques con misiles y artillería contra posiciones de las fuerzas ucranianas, a las que, según el parte castrense, infligió centenares de bajas.
Sin embargo, el mando militar ruso no hizo mención de avance alguno sobre el terreno.
“Solo con misiles no se gana una guerra”, afirmó en su canal de Telegram Ígor Guirkin, el retirado oficial ruso que lideró bajo el alias de “Strelkov”, la sublevación armada prorrusa en el Donbás en 2014.
Falta de efectivos
Guirkin, una de las voces más críticas en Rusia con la conducción de las operaciones militares, señaló que el mayor problema que experimentan las fuerzas rusas que actúan en Ucrania es la falta de efectivos, algo que solo puede solucionarse mediante una movilización parcial de la población.
Pero el Kremlin insiste que “todo marcha acuerdo al plan” y niega planear una movilización incluso parcial debido al carácter impopular de la medida y a que supondría admitir que su “operación especial” es una guerra, palabra prohibida en los medios rusos.
“En estos momentos el Ejército ruso lo único que puede hacer es repeler ataques. No está en condiciones de lanzar ofensivas como las de Severodonetsk y Lisichansk”, dijo el militar retirado en alusión a las operaciones que concluyeron hace unas semanas con la captura de esas dos ciudades de la región oriental ucrania de Lugansk.
Ucrania
La pausa operativa rusa está siendo aprovechada por el Ejército ucraniano para preparar una contraofensiva en el sur con el objetivo declarado de recuperar la ciudad de Jersón, capital de región homónima en la margen izquierda del Dniéster, controlada por las fuerzas rusas desde marzo pasado.
Según el asesor de la Presidencia ucraniana Oleksiy Arestóvich, el ejercito de Ucrania ha conseguido prácticamente cercar una agrupación militar rusa poco más de mil hombres en localidad de Visokopillia, ubicada en la frontera administrativa entre las regiones de Jersón y Mykolaiv.
“La única salida que tienen se encuentra bajo el fuego de nuestra artillería”, dijo Arestóvich en declaraciones al canal de Youtube Feigin Live, y destacó que “es la primera vez que las tropas rusas quedan en una bolsa”.
Ante los preparativos ucranianos, Rusia refuerza la defensa de Jersón, según la Dirección Central de Inteligencia (DCI) del Ministerio de Defensa de Ucrania, con el envío de armamento y pertrechos camuflados como ayuda humanitaria. (Con información de EFE y AFP)
El “alivio para el mundo” que poco duró
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres dijo en Estambul el pasado viernes que el acuerdo entre Rusia y Ucrania para permitir la exportación de cereales ucranianos era “un gran alivio para el mundo”, en especial para los países en desarrollo.
“Esto es un gran alivio para un mundo que lo necesita más que nunca”, afirmó.
Tras estas palabras, Ucrania y Rusia firmaron el acuerdo -supervisado por Turquía y la ONU- para exportar cereales ucranianos a través de un corredor marítimo. Pero el “alivio” duró solo un día.
“El misil ruso es un escupitajo”
“El misil ruso es un escupitajo de (el presidente ruso) Vladímir Putin en la cara del secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente de Turquía, Recep (Tayyip) Erdogan”, afirmó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, Oleg Nikolenko, al condenar el ataque al puerto de Odesa.
Por su parte, Estados Unidos también condenó el ataque ruso y dijo que “arroja serias dudas” sobre el compromiso de Rusia con el acuerdo con Ucrania para permitir las exportaciones de grano, que tanto se necesita en el mundo. “Este ataque arroja serias dudas sobre la credibilidad del compromiso de Rusia con el acuerdo de ayer y socava el trabajo de la ONU, Turquía y Ucrania para llevar alimentos a los mercados mundiales”, dijo en un comunicado el secretario de Estado, Antony Blinken.
Posibilidad de paz en 2024
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, vaticinó que Ucrania no ganará la guerra contra Rusia, y que no se logrará la paz hasta pasadas las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, en 2024.
“Ucrania nunca ganará contra Rusia”, dijo Orbán en la localidad rumana de Baile Tusnad, en un acto organizado por la minoría húngara de Rumanía. “Nunca habrá negociaciones de paz ruso-ucranias”, ya que Moscú quiere garantías de seguridad, añadió.
El mandatario magiar, considerado el mejor aliado del presidente ruso, Vladímir Putin, en la UE, aseguró que Moscú únicamente negociaría con Washington, algo que dio a entender no sería posible con el actual jefe de la Casa Blanca, el demócrata Joe Biden.
“La primera verdadera posibilidad de la paz en Ucrania se dará en 2024, cuando en EEUU se realizarán elecciones presidenciales”, sentenció el líder ultraconservador, dando a entender que los demócratas perderían esos comicios.
Orbán manifestó: “Si en el momento crítico (Donald) Trump hubiese sido el presidente de los Estados Unidos y Angela Merkel la canciller de Alemania, ahora no habría guerra en Ucrania”.
Explicó que esa visión suya se basa en su firme creencia de que ambos exmandatarios hubiesen accedido a “ciertas exigencias” del Kremlin. (Con información de EFE)