PREOCUPACIÓN
División en el bloque sobre propuesta de bajar 15% el consumo.
Rusiacontinuó ayer jueves sus mortíferos bombardeos contra la ciudad ucraniana de Járkov, en una jornada en la que la empresa rusa Gazprom reanudó el suministro de gas a Europa a través de Nord Stream, aunque persisten los temores de una crisis energética.
Al menos tres personas murieron y 23 resultaron heridas en los ataques rusos en Járkov, la segunda ciudad más grande del país ubicada en el noreste, afirmó la fiscalía ucraniana.
Ucrania acusó a Rusia de almacenar armas pesadas y municiones en el sitio de la central nuclear de Zaporiyia, en el sur, la más grande de Europa y bajo control de las fuerzas del Kremlin desde marzo.
Rusia, por su parte, denunció que las fuerzas ucranianas realizaron ataques con drones esta semana “a pocas decenas de metros de estructuras vitales para la seguridad de la central”.
El ejército ruso ha registrado en las últimas semanas conquistas territoriales en el este de Ucrania, tomando Severodonetsk y Lyssytchansk, lo que le abrió el camino para intentar avanzar hacia las ciudades de Sloviansk y Kramatorsk, más al oeste. En esta última ciudad, escenario de duros combates en los últimos meses, fue bombardeada ayer jueves una escuela usada como depósito de comida, según responsables ucranianos.
Gas a Europa
En el frente energético, Europa respiró de alivio ayer jueves después de que Rusia volviera a abrir su flujo de gas a través de Nord Stream, tras una suspensión de operaciones por mantenimiento. Este gasoducto está en el corazón del enfrentamiento geopolítico entre Europa y Rusia.
Según los primeros datos publicados por el operador alemán de esta red, Gascade, el flujo equivale al de antes de la suspensión, que corresponde a un 40% de su capacidad.
Rusia responsabilizó a Occidente por los problemas técnicos en el suministro de gas a Europa. “Son las restricciones las que impiden reparar los equipos, especialmente de las turbinas en las estaciones de compresión”, afirmó el portavoz ruso, Dmitri Peskov.
La posible falta de gas alarma a muchos países europeos. Rusia “estudiará” suministrar gas suplementario a Hungría este año, declaró el jefe de la diplomacia rusa Serguéi Lavrov, tras una entrevista en Moscú con su homólogo húngaro Peter Szijjarto.
Hungría, sin acceso al mar, importa 65% de su petróleo de Rusia y 80% de su gas.
Mientras tanto, la Comisión Europea está preparando el terreno para enfrentar una eventual escasez de gas durante el invierno en el hemisferio norte (diciembre-marzo).
El plan de la UE se debatirá el próximo martes 26, pero España, Portugal y Grecia ya anunciaron su oposición.
Para el gobierno español, reducir en un 15% el consumo de gas no es ni “justa” ni “eficaz”.
Joao Galamba, secretario de Estado portugués para la Energía, explicó que Portugal se opondrá porque la medida no está “adaptada para países que no están interconectados”, como el suyo.
“No estamos de acuerdo con el carácter obligatorio de la medida, y tampoco con el nivel de la reducción”, dijo el ministro griego de Medioambiente Kostas Skrekas.