La Caja Notarial pide ser excluida de la reforma jubilatoria y advierte por impacto de US$ 900 millones

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PLANTEO

Miguel Corradi, presidente de la institución, defendió la autonomía de la Caja Notarial y afirmó que su inclusión en el sistema mixto "no es buena, ni para nuestros afiliados ni para el organismo".

Exclusión de la Caja Notarial del proyecto de ley de reforma jubilatoria. Ese es el planteo que realiza la Asociación de Empleados de la Caja Notarial, conjuntamente con la Asociación de Escribanos y la Asociación de Jubilados de la Caja Notarial, según afirmaron representantes de estas entidades en una convocatoria a la prensa, realizada ayer en su sede.

Miguel Corradi, presidente de la institución, defendió la autonomía de la Caja Notarial y afirmó que su inclusión en el sistema mixto, tal como se propone, “no es buena, ni para nuestros afiliados, porque no asegura mayores prestaciones, ni para el organismo, porque el proyecto de ley no asegura una solución a largo plazo”.

Agregó que este cambio en el proyecto de ley, con la inclusión de esta Caja, “tampoco es bueno para el país y sus recursos”, dado que el Estado se verá obligado a subsidiar el período de transición por 30 años o más para el pago de las actuales pasividades de la misma, costo que supera los US$ 900 millones, según cálculos de la institución.

Corradi afirmó que en 2019 la Caja Notarial realizó varias reformas, entre ellas, subir la edad de retiro a los 65 años de edad (en una primera instancia fue a 60 años y luego a 65) y reducir las tasas de reemplazo.

También, por iniciativa propia, incrementaron la tasa de aportación de activos y crearon una contribución extra a cargo de los pasivos (aparte de lo que ya aportan al sistema vía el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social).

Todo esto, afirmó, ha dado resultados favorables. “Las proyecciones actuariales iniciales nos dan sustentabilidad hasta la década del 2040”, señaló, haciendo énfasis en que la Caja presenta salud financiera, por lo que no se justificaría ser asimilados al régimen mixto; por el contrario, lo ven contraproducente por las razones ya expuestas.

Consultados por El País sobre el déficit cercano a los $ 700 millones que tenían en 2020, el economista y asesor técnico Héctor Bastón respondió que esa cifra correspondía a la contabilidad financiera en plena pandemia, pero que en 2021 tuvieron un superávit de $ 150 millones, y que proyectan algo similar al cierre de 2022, así como también para 2023. Atribuyó los resultados positivos a la estrecha relación de la actividad notarial al desarrollo inmobiliario, que ha sido pujante en estos años.

Jenifer Alfaro, presidenta de la Asociación de Escribanos, afirmó, por su parte, que la Caja Notarial llevó estos planteos al Parlamento y que continuarán teniendo reuniones con legisladores.

También realizarán comunicados al respecto para informar más a la opinión pública.

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