INFORME
Una encuesta de una startup uruguaya reveló que un 70% de los jóvenes no sabe cómo se alquila una propiedad o desconoce los pasos a seguir si es que están interesados en alguna en particular.
Mudarse solo siendo estudiante. Una tarea que puede considerarse titánica para quienes llegan a la capital desde el interior o quienes desean partir del hogar de sus padres, ya que deben analizarse varios puntos antes de concretar un alquiler. Entre ellos, elegir un barrio que cuente con los requisitos que cada persona desea, definir cuánto dinero se dispone para el mismo, cercanía con puntos de interés y más.
Por ello, El País dialogó con referentes en el área inmobiliaria y emprendedores del sector para saber con determinación qué buscan hoy en día los jóvenes a la hora de alquilar en Montevideo por primera vez.
Hornero, una startup de alquileres uruguaya liderada por Felipe Gandolfo y Pablo Escudero, realizó una encuesta donde el 70% de los jóvenes respondió que no sabe cómo se alquila una propiedad o desconoce los pasos a seguir si es que están interesados en alguna en particular.
Uno de los puntos más importantes es el precio final a la hora de definir un alquiler. Consultado sobre esta interrogante, Matías Medina, gerente de Macari Negocios Inmobiliarios y vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria (CIU), dijo que la calidad tanto del apartamento como de la zona del mismo incide mucho en el precio final.
“Los jóvenes que llegan del interior generalmente buscan monoambientes y están dispuestos a pagar hasta $ 16.000 más gastos comunes, ese es su tope. La situación cambia cuando ya están trabajando y están más asentados, en ese caso buscan apartamentos de un dormitorio entre $ 22.000 o $ 23.000, pero el precio final varía dependiendo de la zona ya que desean un salto de calidad, debido a que generalmente se pueden solventar solos y no dependen exclusivamente de los padres, por lo que hay una diferencia muy marcada”, explicó.
Por otro lado, agregó que si se busca uno de dos dormitorios consultan con una pareja o amigo, por el simple hecho de que “les rinde la ecuación gracias a que pueden dividir los gastos”. En este caso el precio puede aumentar a $ 25.000 o $ 26.000 más gastos comunes.
Gabriel Ferrari, gerente de Broker Bienes Raíces, reafirmó lo dicho por su colega en referencia a la cercanía de precios, ya que “quienes se mudan por primera vez generalmente buscan un monoambiente o apartamento de un dormitorio, aunque la gran mayoría opta finalmente por un monoambiente en el eje de los $ 15.000 o debajo de los $ 20.000”.
Dichos precios están alineados con los presentados en el informe, ya que este indica que en promedio se estima que los jóvenes pagan en el entorno de los $ 21.300 por un departamento de un dormitorio en la capital del país. Este valor incluye los gastos comunes, que rondan entre los $ 3.000 y $ 5.000.
Otro criterio vital es la ubicación. En el relevamiento presentado por Hornero, se destacan los barrios Centro, Tres Cruces y Cordón como los más elegidos por los jóvenes.
Según Medina, el criterio por el que estos son los barrios top elegidos se basa en la proximidad de los mismos con varias universidades (ahorran en gasto de transporte) y la disponibilidad de locomoción hacia diversos puntos de la capital.
“Si se trata de un apartamento de un dormitorio, intentan que la habitación esté ubicada en el frente del mismo. No tienen problema con el concepto de la cocina integrada al living y les llama mucho la atención las unidades a estrenar ya que no hay que hacerle reformas, les gusta el concepto de lo nuevo”, afirmó Medina.
“Básicamente esos son los servicios que buscan ya que los estudiantes rotan mucho de apartamento, por lo que buscan un contrato corto entre uno o dos años, ya que a veces cambian de trabajo y buscan algo con mejores prestaciones o terminan su carrera y deciden volver al interior”, agregó.
Luego de conocer estos puntos llega el momento de tomar una decisión. ¿Qué unidad alquilo y cuál me conviene? Estas son algunas de las interrogantes que pueden incidir en la decisión final de los jóvenes.
Hornero afirma que en las más de 1.200 entrevistas que realizaron en Montevideo descubrieron que para los jóvenes “la experiencia de alquilar una propiedad es muy complicada y costosa”.
Además, llegaron a la conclusión de que una persona visita siete veces (en promedio) una propiedad antes de alquilarla, sumado a que el 25% comienza a buscar entre seis meses y un año antes de que necesite alquilar.
En ese sentido, Medina dijo que “los jóvenes tienen muy afilado el ojo y ya saben lo que quieren”. Eso sí, existen inconvenientes si eso no ocurre. El problema radica en las visitas antes de alquilar, como se mencionó en el estudio de Hornero.
“Si una persona visita tantas veces un inmueble (entre que lo ven y luego vuelven a señar) ya lo tomó otro debido a lo dinámico que es el mercado. Por ello, generalmente cuando se visita un inmueble lo mejor es ir con la seña o hacer la transferencia en el momento para no perderlo”, agregó.
Finalmente, los nuevos inquilinos concretan el alquiler entre 30 o 45 días antes de la mudanza para ya amueblar su nuevo hogar y adaptarlo a medida en relación a su gusto personal, según los referentes del sector inmobiliario.