MI OPINIÓN
En una de mis tantas charlas con Jackie Stewart, le pregunté qué tal era correr en el circuito de Mónaco, casi sin vías de escape y con las defensas siempre muy cerca. La experiencia es bien diferente a circular en Silverstone o Paul Ricard, donde cuentan con abundantes áreas para zafar, si algo sale mal.
A continuación, les dejo un breve resumen de lo que Jackie compartió conmigo: “Solamente salir de los boxes, doblar en Sainte Dévote, y acelerar la subida hacia el Casino, es una de las cosas más exhilarantes que se puede experimentar. Aún mejor es cuando uno tiene que rebasar un auto en la subida. El sentimiento es igual al de las películas de “Star Wars”, cuando el Millennium Falcon entra en hyperdrive. Esto es exactamente lo que se vive en Mónaco, y es porque las barreras de contención están muy cerca del auto y todo se afina por la velocidad.
En Mónaco, uno se da cuenta de cuán cerca se encuentran los “guardrails”, por el ruido. Cuanto más fuerte es el ruido, más cerca se está. Hay momentos en donde uno puede oír más que ver, lo cerca que se está de las barreras. Allí, cada carrera tiene sus momentos de Ay… Ay… Ay... casi… casi... casi!!!”