BÁSQUETBOL

Taekwondo, fútbol y básquetbol eran los deportes que practicaba Agustín de pequeño en el club Náutico. Una parte de la responsabilidad de haber llegado a donde está la tiene su hermano Santiago, al que seguía en cada paso de su vida. “Yo lo veía entrenar e iba y hacía lo mismo que él. Fue ahí que me quedé con el básquetbol”, expresa Agustín Ubal (18), quien empezó en la escuelita y a los seis años fue subido a premini. “No sé qué me vieron, pero algo fue”, afirma. A los ocho años pasó a Malvín y hasta los 16 estuvo ahí, antes de dar el gran salto al básquetbol de Europa.

Cuando uno se va del club que lo formó intenta que sea de la mejor forma, pero la salida de Agustín fue algo complicada y finalizó con un juicio: “Pedían un monto que no era real y en el juicio mediante FIBA marcaron otro, terminé haciéndome cargo yo”, cuenta.

Estuvo seis meses sin jugar mientras esto se resolvía debido a que no tenía la habilitación, por lo que solo entrenaba. “Fue durísimo, la pasé mal, a pesar de estar en un mundo soñado yo me preparaba toda la semana como para jugar y no podía. No entendía por qué mi club pasado me impedía seguir mis sueños, si yo siempre les había dado todo y ellos me soltaron la mano”.

En este duro momento se aferró de su familia y sobre todo de sus padres que cumplieron un rol muy importante. “Se turnaban para viajar, al principio los extrañaba, me había desprendido de mi familia de golpe, hoy estoy muy agradecido por todo lo que han hecho y siguen haciendo, son mi apoyo a la hora de contarles algo, descargarme; pese a que tengo psicólogo deportivo, no es lo mismo hablarlo con ellos”.

El Sudamericano U15 en Atenas y el U16 en Brasil fueron su carta de presentación. Fue en el primero que su desempeño llamó la atención a Barcelona para que en febrero del 2019 Agustín se fuera a España e hiciera una gira por varios clubes. Volvió a Uruguay y el segundo torneo confirmó los intereses del club: “Me mandaron el contrato en el medio de la competencia y firmé”, recuerda.

Cuando por fin pudo jugarllegó el momento más ansiado, el 10 de octubre de 2021: “Es lindo debutar, pero lo hace más especial que sea un club como este, me deja contento que mi debut en una liga profesional haya sido en el club de mis sueños”, sostiene Ubal. Sin dejar de lado sus orígenes, Agustín seguía a azulgrana “más que nada por el fútbol”, y asegura que su afinidad también lo ayudó a tomar una decisión respecto a otras ofertas. En este momento el club catalán compite en la Liga Endesa (ACB) y la EBA, la filial, a la que baja a veces para adquirir minutos y continuidad.

A falta de 24 segundos para el final del partido y con Barcelona ganando por 10, el pasado domingo metió su primer doble: “Lo celebré como si fuera la ultima pelota del partido, para mí era un punto muy especial porque es lo que siempre soñé, quería jugar acá. Cuando la metí demoré porque no lo podía creer, luego empecé a gritar y todos se sumaron”.

Estos fueron los únicos puntos que hizo  en los 36 segundos que jugó en una jornada donde los culés ganaron por 83-69 y se mantienen en lo más alto de la Liga ACB con 10 triunfos y una derrota, al igual que Real Madrid.

Además del básquetbol, y pese a la gran carga deportiva que tiene, Agustín se hace lugar para cursar el último año de liceo y le gustaría estudiar administración de empresas, mezclado “con algo de marketing”.

Ubal debutó en la selección mayor durante la ventana de febrero rumbo al Mundial de 2023 (que tendrá lugar en Filipinas, Japón e Indonesia) y mañana y pasado la selección de Uruguay enfrenta a Colombia en Buenos Aires, por lo que el lunes se reunió con el resto del plantel y ya están entrenando de cara al duelo.

Ahora que están todos, incluyendo a Agustín y Bruno Fitipaldo, quien también llegó de España, el DT, Rubén Magnano, ya ha comenzado a delinear el partido con sus jugadores. "La vara está en tratar de cumplir todos los planes de juegos que él propone y salir a ganar, porque es lo más importante de todo, necesitamos ganar y llevarnos los puntos de esta ventana", sostuvo el base.

“Siempre me reciben como si jugara todos las semanas con ellos. Yo trato de escuchar a los que tienen más experiencia para absorber y aplicarlo. Ellos van dejando su huella”, dijo el base, y agregó que representar a la selección “es lo más lindo representar al país donde uno nace y donde tiene el sentimiento prendido fuego”.