Curry, Thompson y Green: el Big Three que nadie esperaba y que le devolvió la gloria a los Warriors en la NBA

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Green, Thompson y Curry tras lograr un nuevo anillo. Foto: NBA Latam.

ANILLO

No muchos creían en el equipo de Steve Kerr pero con estos tres jugadores desnivelantes llegó un título que confirmó una dinastía que reina hace ocho años.

Se trata de una auténtica construcción. Más que ninguno. Es cierto que a muchos proyectos ganadores de la NBA se los valoró de la misma manera; sin embargo, lo de Golden State Warriors rompe con cualquier molde. Es que cada una de las dinastías que se edificaron en la liga más poderosa del universo del básquetbol se basó en prospectos de estrellas. Pero lo que se levantó en San Francisco no estaba precisamente entre esos parámetros. Si bien Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green son hoy sinónimos de excelencia, sus selecciones lejos estuvieron de tener todos los flashes. Y cuando los tres estuvieron sanos, los Warriors se quedaron con 4 de los 6 anillos por los que lucharon.

Antes de Warriors, rápidamente se viene a la cabeza el Big Three que conformaron Tim Duncan, Tony Parker y Emanuel Ginóbili en San Antonio Spurs, pero esa franquicia texana que logró 5 anillos montó toda su estructura alrededor de Duncan, que fue número uno del Draft de 1997. Ahora bien: lo que sucedió con los Warriors está lejos de estas cuestiones, porque Green pasó cuatro años en Michigan State y recién fue elegido en el puesto 35° del Draft 2012; Curry jugó tres temporadas en Davidson y fue seleccionado en el séptimo lugar del Draft 2009, mientras que Thompson estuvo tres años en Washington State y fue elegido en el puesto 11° del Draft 2011.

Ninguno de ellos estaba signado a dominar la liga, no había señales de que ellos pudieron quedarse con todo lo que estuviese a mano. Porque desde 2014/2015 hasta acá, se disputaron ocho finales y ellos llegaron a seis. Una auténtica locura. Y hay pequeños detalles que permiten comprender cómo cada uno generó un impacto.

La llegada de Draymond Green cambió radicalmente la dinámica del equipo. De 23 victorias logradas en la temporada regular en la 2011-12, los Warriors pasaron a 67, ya con Steve Kerr como la cabeza del grupo.

Además, ese fue el inicio de la transición hacia la NBA que conocemos, la de los triples en la que dominan los Splash Brothers (Curry-Thompson), la del vértigo, la de las salidas fulgurantes al contraataque y las posesiones cortas, la de la obsesión por optimizar el rendimiento partiendo de la Big Data.Pusieron a la liga patas para arriba. Ganaron su primera final en 2014/2015, le devolvieron ese orgullo a la franquicia que hacía 40 años que no lograba coronarse, y en la posterior se quedaron con las manos vacías porque cayeron ante los Cavaliers de LeBron James. Pero antes se encargaron de dejar en claro de qué se trataba ser un equipo de leyenda. El de 72-10 era el récord de victorias que había establecido Chicago Bulls con Michael Jordan en la temporada de su regreso, en 1996. Parecía imposible de quebrar semejante registro y sin embargo, para los Warriors no existen imposibles, porque Steve Kerr, que como jugador había sido parte de aquel récord de los Bulls, lideró al equipo al mejor arranque de temporada de la historia, ganando los 20 primeros partidos y coronando una campaña de ensueño: 73 victorias y 9 derrotas.

Thompson, Curry y Green en el título de 2015. Foto: NBA Latam.
Thompson, Curry y Green en el título de 2015. Foto: NBA Latam.

Antes del comienzo de estas finales, las palabras de Andre Iguodala, permitieron comprender bien por qué es tan valioso de lo de Warriors con Curry-Thompson-Green. “Hicieron un gran trabajo maximizando sus carreras. Cuando uno mira la historia, los que dominaron durante tanto tiempo se esperaba que lo hicieran por su nivel de talento. Pero ninguno de esos muchachos estuvo en el Top 10 de sus rankings de secundaria. Ninguno estuvo en el Top 5 del Draft y los tres tuvieron que ir a la universidad por tres o cuatro años... Algo que nunca se ve en estos tiempos”.

Y continuó: “Han hecho un gran trabajo en lograr que lo que rodea al juego no los rompa. Porque a la mayoría de los jugadores que no están acostumbrados a ese tipo de presiones y expectativas, los puede romper. Pero ellos llegaron y tomaron la NBA. La pusieron patas para arriba. Nadie habla de esto, pero es algo increíble lo que consiguieron”.

Las lesiones de Stephen Curry y Klay Thompson hicieron trastabillar el proyecto. Estuvieron dos años deambulando, lejos de las finales, incluso, fuera de los playoffs. En la temporada 2020 hasta terminaron en la última posición de la Conferencia del Oeste.

Klay Thompson regresó después de 941 días. Foto: AFP.
Klay Thompson regresó después de 941 días. Foto: AFP.

Ahora bien, en las temporadas en las que Curry-Thompson-Green estuvieron sin dolencias, Golden State llegó a seis finales disputadas. Cualquiera podría argumentar que la mitad de esas definiciones fue con Kevin Durant en el equipo, lo que hacía de los Warriors un súper equipo. Y sin embargo, sin KD, la franquicia de San Francisco fue igual de poderosa: ganó el anillo en 2015, logró el récord de victorias en la etapa regular en la 2015-2016, accedió a la final de 2019 con Durant lesionado (perdieron con los Raptors por 4-2), y lograron este último título ante los Celtics.

Varias dinastías se construyeron en la NBA y el primer registro es el de Minneapolis Lakers, con cinco campeonatos entre 1949 y 1954 y con el dominio de George Mikan. El segundo gran proyecto fue el de Boston Celtics, con 11 anillos entre 1957 y 1969, con Bill Russell (2° pick del Draft 1956) y Bob Cousy (4° pick del Draft 1950). También Los Angeles Lakers de Magic Johnson, elegido con el primer pick de 1979, y 5 anillos de 1980 a 1988. Igual que los Celtics de Larry Bird (6° pick en 1978) y Kevin McHale (3° pick en 1980) con 3 coronas entre 1981 y 1986. Al igual que los Chicago Bulls, ganadores de seis campeonatos en los 90, con Michael Jordan (3° pick en 1984). Los Lakers tricampeones entre el 2000 y 2002, con Shaquille O’Neal (un número uno del Draft de 1992) y Kobe Bryant (elegido en el puesto 13 del Draft de 1996).

El reverdecer de los Warriors en 2022 resultó impactante. Con Curry en modo MVP y con jugadores de rol claves (Jordan Poole, Gary Payton II y Andrew Wiggins), los de la Bahía de San Francisco lograron no sólo terminar en la parte alta de su Conferencia Oeste, sino también volver a una final de la NBA. El séptimo anillo de la franquicia lo ubica como el tercer equipo con más campeonatos en la historia de la liga, sólo por detrás de Lakers y Celtics.

El festejo de los Golden State Warriors tras consagrarse en la NBA. Foto: AFP.
El festejo de los Golden State Warriors tras consagrarse en la NBA. Foto: AFP.

Incluso, Curry, Thompson y Green se colocaron cuatro anillos cada uno, logrando igualar a los Spurs de Tony Parker, Manu Ginóbili y Tim Duncan, que también levantaron cuatro veces el trofeo O’Brien, aunque en un período de once años. Pero en esta serie se quedaron una marca que estaba en poder del Big Three de Texas: con el triunfo en el duelo cuatro, Curry-Thompson-Green se transformaron en el trío más ganador en la historia de las finales de la NBA: 20 victorias.

Sólo reverencias para Golden State Warriors. La dinastía de la Bahía, un proyecto perfecto, una construcción única que no se detiene. Es verdad que Curry, 34 años, Thompson y Green, con 32, ya tienen el cuerpo gastado de tantas batallas en la NBA, pero quién podría decir que este ciclo está terminado. Nada de eso: si ellos están juntos todo es posible. Y por eso, el cuarto anillo brilla de una manera particular, porque con ellos lo extraordinario se transformó en ordinario. Una auténtica locura.

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