ESTADOS UNIDOS
Luego de casi 18 meses sin jugar un partido oficial, el alero aportó 22 puntos en lo que fue la victoria 125-99 sobre su ex equipo.
Los Brooklyn Nets de Kevin Durant destrozaron (125-99) a los Golden State Warriors de Stephen Curry en el partido con el que se ha abierto la nueva temporada de la NBA, un encuentro en que lo más importante fue la confirmación de la recuperación de Durant de la grave lesión que sufrió al final de la temporada 2018-2019.
Tras la experiencia de la burbuja de Orlando con la que la NBA salvó la pasada temporada, la liga profesional de baloncesto de Estados Unidos ha vuelto a cierta normalidad con el regreso de los equipos a jugar los partidos en sus canchas, aunque sin público, por el COVID-19.
Los Nets tenían la responsabilidad de organizar en Brooklyn el primer partido de la nueva normalidad ante los Warriors, que bajo la batuta de Curry se hicieron con el campeonato de la NBA en 2015, 2017 y 2018. Pero el principal interés del partido era observar la evolución de los antiguos compañeros Durant y Curry, tras las lesiones que les alejaron de las canchas la pasada temporada.
Curry se rompió la mano izquierda tras aparecer sólo en cuatro partidos. Y Durant no había jugado realmente un partido en los pasados 18 meses tras una grave lesión en el tendón de Aquiles de la pierna derecha que sufrió precisamente mientras militaba en los Warriors en 2019.
Si había alguna duda sobre la recuperación de Durant, desaparecieron rápidamente. En los primeros 12 minutos de partido, KD anotó cuatro de sus primeros cinco intentos, incluido un triple. Durant se movía con facilidad por la pista y mostraba una variedad de juego que hacía difícil imaginar que ha estado 18 meses en el dique seco.
Acompañado por Kyrie Irving, los Nets acumularon una considerable ventaja al final del primer cuarto (40-25) ante unos Warriors en proceso de reconstrucción. Y el combo Durant-Irving contabilizaba 27 de los 40 puntos de su equipo con 10 canastas de 15 intentos.
Al llegar al descanso, el marcador señalaba un claro 63-45 a favor de los ahora dirigidos por Steve Nash y, lo que era peor, los de San Francisco no mostraban ni la más mínima señal de ser capaces de darle la vuelta al marcador, sin defensa, sin ataque y sin suerte.
El máximo anotador del partido fue Irving, con 26 puntos. Otro jugador de los Nets, DeAndre Jordan, fue el máximo reboteador con 11 capturas. Mientras, Curry se hizo con el título de más asistencia: 10.
Durant acabó el partido con 22 puntos, cinco rebotes, tres asistencias y tres robos de balón. Y LeVert llegó a los 20 puntos, nueve rebotes y cinco asistencias.
En los Warriors, Curry también fue el máximo anotador de su equipo, con 20 puntos.