Alejandro González: su diálogo con Neymar tras la patada de 2011, el "no" a Nacional y una colección secreta

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Alejandro González

ENTREVISTA

A sus 34 años, distendido, el zaguero recordó una advertencia que le dio Diego Alonso antes de emigrar a Europa y dio detalles de su charla con Neymar después de la final de la Libertadores.

Alejandro González
Alejandro González

Año 2011. Asado de fin de año de Peñarolen Los Aromos. Diego Alonso se arrima a Alejandro González y le pide para conversar a solas.

—Mirá, Ale: te van a vender, te vas a ir a Europa. Pero te va a costar. No te asustes, no tengas miedo, no pierdas esa vehemencia que tenés para jugar. Pero vas a tener que mejorar mucho. Te van a faltar un montón de cosas cuando llegues. La vas a pasar mal, te vas a sentir mal. Te va a costar.

Dicho y hecho: dos años después de haber llegado a la final de la Copa Libertadores y de escuchar ese consejo de su compañero, González cruzó el Atlántico. Cayó en el Hella Verona, un club humilde de Italia que intercala entre Primera y Segunda, y también cayó en el hospital.

En plena pretemporada, en Austria, cuando recién empezaba a conocer a las caras nuevas del grupo, contrajo mononucleosis. Fueron días y días de dolor y una semana entera de internación sin poder levantarse de la cama. Todo producto del desgaste que le había generado la adaptación a Europa.

"Siempre proyecté que en determinado momento, después de volver de Europa, iba a regresar a Peñarol"

Alejandro González con la Copa Bicentenario de Perú.. Foto: AFP.
Alejandro González34 años.

Once años después, el protagonista de esta historia le dio la razón a su mentor. Las palabras de Alonso, por más frías que sonaron, resultaron ser el caldo justo y necesario para ese momento. “Yo lo miraba como diciendo: ‘Pará, si yo jugué la final de la Libertadores hace poco, ¿qué tanto me puede costar jugar en Italia?’ Pero él (por Alonso) tenía razón. En los primeros dos meses que hice la pretemporada era tanto el nivel de exigencia y estrés mental que tenía que me enfermé”, recordó el zaguero.

La exposición de aquellos tiempos es diametralmente opuesta a la que vive el Alejandro González de hoy.

Lateral devenido en zaguero, pasó 12 años en el exterior y jugó sus últimos dos años en el fútbol peruano, donde fue, en 2021, uno de los zagueros que sumaron más minutos en Primera. Estuvo en Sporting Cristal y Universidad San Martín de Porres.

Alejandro González. Foto: Prensa Sporting Cristal.
Alejandro González. Foto: Prensa Sporting Cristal.

Perdió velocidad, ganó experiencia y muchos le perdieron el rastro. Pero pese a su edad (34), todavía -cree- le queda nafta para seguir jugando de manera profesional por más tiempo. “Si vos no tenés un rendimiento deportivo o una continuidad que te ayude, es muy difícil al otro año tener una cantidad linda de ofertas. Pero estos últimos dos años tuve suerte. Jugué casi 40 partidos, no me lesioné, jugué Copa Libertadores, entonces yo decía: si me preparo y estoy bien, estoy activo y para jugar”.

Aunque la cúspide de su carrera ya pasó, la esperanza de volver a Peñarol sigue entre telas. Y si la puerta se abre, González está dispuesto a entrarle con la misma hambre de juvenil que lo caracterizaba ni bien subió al primer equipo, allá por el 2005, con Fernando Morena. “Siempre proyecté que en determinado momento, después de volver de Europa, iba a regresar a Peñarol. Por una cuestión lógica de que soy hincha y dije: ‘mi futuro es ese’. Cuando regresé de Europa el objetivo siempre fue volver a Peñarol. Después, el fútbol y las circunstancias me dieron otras posibilidades que fueron muy buenas y las aproveché, pero siempre la ilusión era estar ahí”.

Alejandro González
Alejandro González en Peñarol.

Cuando más cerca estuvo la posibilidad fue en 2017. Al año siguiente, como el negocio no prosperó, el que puso una propuesta económica sobre la mesa fue Nacional, que ya había convencido a Luis Aguiar de estar entre sus filas. Como respuesta, recibió un rotundo “no” del futbolista. “Hubo una propuesta formal. Yo estaba en Italia todavía y por una cuestión lógica no fui. En aquel momento mi corazón me dijo: ‘Vos no podés jugar en Nacional’. Hoy en día, cuando vuelva a jugar a Uruguay quiero que la gente me siga recordando por la patada de Neymar, por los campeonatos que gané y porque soy un jugador del club. Pasaron los años, pasó el fervor y hoy agradezco haber tomado esa decisión”, afirmó el zaguero, que mientras permanece como jugador libre se entrena con un preparador físico en Uruguay y está abierto a escuchar ofertas en el país, sin cerrarse a estudiar ofertas de afuera; incluso, en las últimas horas se han contactado con él desde otros mercados.

"Todo el mundo lo mataba a patadas. En una jugada me acuerdo que me tiró ese sombrerito que hace y yo le abrí el brazo y le pegué en la nuez"

Alejandro González en Peñarol. Foto: Archivo El País.
Sobre la marca a NeymarFinal de la Libertadores 2011.

González pasó de ser guiado por Darío Rodríguez y Antonio Pacheco a ser, con los años, un líder. “Cuando estaba en Peñarol me llamaba la atención que el Tony, Alonso y Darío se fueran a Punta del Este en vacaciones y entrenaran dos veces por día. En la semana metían dos o tres sesiones y yo les preguntaba: ‘¿Por qué lo hacen, si están de vacaciones? Y más ustedes, que ya están del otro lado’. Me decían lo que yo pienso ahora: hay gente que tiene una empresa y no puede desconectarse por más que sea diciembre y empiecen las fiestas. Lo mismo nosotros: si desenchufamos la maquina, no la prendemos más”.

La patada de Neymar y las 40 camisetas

Neymar ante la marca de Alejandro González en el Santos-Peñarol de 2011. Foto: Archivo El País.
Neymar ante la marca de Alejandro González en el Santos-Peñarol de 2011. Foto: Archivo El País.

Además de su amor por Peñarol en la cancha, González desnuda fácilmente su debilidad por el club en las aficiones. Tiene una colección de alrededor de 40 camisetas amarillas y negras a las que guarda como un tesoro en su casa. “Desde 2005 a 2013 siempre estuve vinculado a Peñarol y en tantos años te llevás unas cuantas camisetas. Yo soy un coleccionista. Y creo que perdí la cuenta de la cantidad de amigos y conocidos que tienen camisetas mías de Peñarol”, aseguró. Hasta el día de hoy recuerda con fotos, pero también con anécdotas el día de la final de la Libertadores 2011 frente a Santos, cuando salió lesionado en el partido de vuelta por una patada de Neymar.

—No me rompiste la rodilla de asco, ¿te acordás?- le dijo. -Sí, sí, me acuerdo de Peñarol. ¡Qué gran hinchada!- le respondió el brasileño.

—Sí, sí, pero, ¿te acordás de la patada? No de la hinchada.

—Sí, te pido disculpas.

Neymar tenía por entonces 19 años. Era un “niño”, un “saltarín”, un “acróbata” y una “gacela” adentro de la cancha, recordó el uruguayo. “Todo el mundo lo mataba a patadas. En una jugada me acuerdo que me tiró ese sombrerito que hace y yo le abrí el brazo y le pegué en la nuez. Quedó tosiendo media hora. Y así como yo, todos lo queríamos parar porque era el mejor”.

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