PRIMER AÑO DEL EJECUTIVO DE AUF
Llegó al mundo dirigencial a través de Wanderers, el club de sus amores, hizo camino y hoy es parte del Comité Ejecutivo de la AUF.
Con 63 años, Andrea Lanfranco se hizo un nombre en el mundo del fútbol uruguayo y, de a poco, fue metiéndose en un ambiente que de desconocido pasó a ser familiar como el ámbito dirigencial.
Desde sus inicios en Wanderers marcó la cancha con buenas acciones, apostando al relacionamiento humano. Eso la llevó luego a que desde la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) se manejara su nombre y se embarcó en el desafío.
De la Comisión Fiscal pasó a ser Secretaria Ejecutiva y luego de que la AUF fuera intervenida, tras la creación del Comité Ejecutivo, el presidente electo, Ignacio Alonso, la invitó a formar parte del equipo.
“Cuando Ignacio me llamó y me planteó que quería contar conmigo, para mí fue como un orgullo tremendo, un mimo al alma porque que valoren tu trabajo, el esfuerzo y la dedicación es muy lindo. Le dije que lo iba a pensar porque tenía que reorganizar mi vida y a los pocos días confirmé que iba apoyarlo en este camino”, le contó Andrea a Ovación.
"Dejame pensarlo le dije pero solamente con el hecho de que me haya llamado y proponga eso para mi era un orgullo enorme y significaba muchísimo para mi desde lo personal y también en lo profesional porque en la AUF era bueno ya que tenía conocimiento de la interna y esos cinco años anteriores me permitieron conocer mucho mas, pero lo fundamental era que yo compartía sus objetivos. Lo conozco a Ignacio, sé cómo piensa y eso a mi me daba mucha tranquilidad. Por eso si bien lo pensé porque tuve que reordenar mi vida, estuve dispuesta para este desafío, lo acepté y aquí estoy", confesó.
El 8 de mayo de 2019 asumió el nuevo Comité Ejecutivo de la AUF y hubo que empezar a poner la casa en orden: “Me acuerdo que a la semana de asumir nos fuimos un día entero al Complejo Celeste y fue para ver detenidamente todos los temas que estaban sobre la mesa y qué opinión tenía cada uno de los integrantes del ejecutivo, porque había que zurcir muchas cosas que estaban deterioradas y había que establecer diálogos con todos los actores, ya que con el nuevo estatuto se abría un arco político muy grande. Teníamos que empezar a convivir con eso y a conocernos mucho más entre nosotros. Antes era un Ejecutivo de cinco, se charlaba y listo. Ahora cambió todo: hay representantes de OFI, de los árbitros, de los jugadores, entrenadores, y hay que escucharlos a todos o por lo menos eso es lo que intentamos lograr porque nos parece lo más importante ya que por algo se llegó a esto de tener que hacer una reforma de estatutos y también a nivel organizacional”, explicó.
El hecho de ser mujer no fue un impedimento para hacerse camino durante este año que lleva integrando el Comité Ejecutivo de AUF. Andrea destacó que “hay discusiones y opiniones distintas en varios temas, pero siempre se buscan los acuerdos. Yo estoy muy tranquila con el grupo de trabajo porque se prioriza la unión y la confianza. Lo que se habla y se discute adentro, no sale para afuera y eso tiene un valor significativo en una organización tan compleja como lo es la AUF. Mirá que para nosotros era todo nuevo más allá de que varios conocíamos de antemano la interna de la asociación, pero los otros no y además de eso teníamos que entendernos y conocernos entre nosotros, aprender a conocernos, a saber lo que piensa el otro, entendernos, discutir, coincidir. Y puedo decirte que a lo largo de este primer año, nos fuimos conociendo los unos a los otros y aprendimos muchísimo de cada situación buena y mala, porque siempre hay de todo en este camino. Lo importante es que cada tema que se habla queda ahí, no se filtra para afuera cada uno tiene una plena confianza en el otro, en lo que piensa y en lo que puede llegar a expresar en los medios. Sabés con quién estás trabajando y eso es una tranquilidad inmensa".
Los temas en los que Andrea Lanfranco trabajó más desde que asumió tuvieron al fútbol femenino como eje central: “Se buscó que tanto el fútbol femenino, el playa y el futsal tuvieran respaldo y apoyo nuestro para poder desarrollar sus actividades. En el caso de las mujeres hubo una explosión tras el Mundial Sub 17 y eso nos permitió crecer en todo sentido”.
En el caso del fútbol femenino, que creció a pasos agigantados y en muy poco tiempo en Uruguay, Andrea contó que "yo puedo hablar con cierta propiedad porque participé y mucho en la organización del Mundial Sub 17 que marcó claramente un antes y un después. Si bien luego de ese torneo pasó todo lo que pasó en la AUF con la intervención, la comisión normalizadora y demás, el legado que dejó el Mundial es increíble porque se escaló notoriamente. Se jugó el campeonato en 2017 y en 2018 proliferó el fútbol femenino en el Uruguay y junto a eso nos empezamos a dar cuenta de las carencias que habían para que, por ejemplo, se pudieran jugar los torneos en canchas que cumplieran con las mínimas condiciones y ahí vimos que el salto había sido muy grande, enorme te diría yo, desde lo deportivo, pero que en la infraestructura estábamos en el debe y no se estaba acorde a las necesidades".
¿Qué se hizo? Andrea Lanfranco trabajó mucho sobre este tema y lo sigue haciendo, sobre todo en medio de la pandemia por coronavirus ya que se atendió y se trató de paliar algunas necesidades básicas de muchas jugadoras que necesitaban una mano porque para ella, lo importante siguen siendo primero las personas ese legado no lo deja de lado. Pero en cuanto a las mejoras de la infraestructura, la AUF tomó medidas y llevó adelante una serie de ideas: "Uno de los objetivos que nos planteamos a partir del 8 de mayo de 2019 fue ese tema de las mejoras en la infraestructura para el fútbol femenino y se hizo un llamado a los clubes con las condiciones estipuladas porque la idea era convocar a las instituciones y ofrecerles determinadas partidas de dinero o materiales para que mejores sus instalaciones deportivas o infraestructura pero como contrapartida se le permitiera a los equipos femeninos de esos clubes jugar o en su escenario principal o en el complejo deportivo. En eso veníamos trabajando muy bien y queda mucho por hacer, pero cuando ves que las cosas no salen por alguna razón hay que reinventarse y fue lo que nos pasó a partir de marzo, porque estábamos por fijar una fecha de inicio de la temporada de fútbol femenino y se vino la pandemia, se cerraron las oficinas de la AUF y todo quedó trunco".
Una ayuda necesaria para las jugadoras
Andrea Lanfranco contó que ni bien en Uruguay se supo de los primeros casos de coronavirus y el país quedó en emergencia sanitaria, desde la Asociación Uruguaya de Fútbol no se olvidaron de las jugadoras: "No solo nos preocupamos por el fútbol femenino desde la organización o la infraestructura sino que también desde lo humano porque primero debemos poner a las personas por encima de todo y sabíamos que hay jugadoras que han tenido su paso por diferentes selecciones uruguayas que no la estaban pasando bien desde el punto de vista familiar también. Entonces lo que se hizo fue comenzar desde el día 1 con la entrega de canastas a las familias de las chicas que realmente necesitaban esa ayuda y la verdad que ahí la Mutual nos dio una mano enorme y trabajamos codo a codo para intentar dar una mano a gente que está pasando por un momento difícil".