OVACIÓN EN BRASIL

Algo que se le exigía a la selección de Uruguay luego de los dos empates sin goles por Eliminatorias, de la derrota 1-0 con Argentina en el debut de la Copa América y de la igualdad 1-1 con Chile era que tuviera más generación de fútbol, porque Luis Suárez y Edinson Cavani prácticamente no habían tenido situaciones de peligro para concretar.

Óscar Tabárez una vez más confió en Giorgian De Arrascaeta y Nicolás De la Cruz para alimentar de balones a los delanteros y esta vez sí cumplieron, especialmente el primero.

De Arrascaeta hizo un muy buen partido, no solo filtrando balones, sino también en función netamente ofensiva, ya que generó un par de ocasiones de gol. La primera a los 10 minutos, con un remate combado de zurda que buscó el segundo palo y se fue apenas al lado del caño. Fue, además, quien propició el primer gol. Tiró una diagonal de adentro hacia afuera para ser opción de pase para Federico Valverde, el de Real Madrid lo habilitó y mandó el centro rastrero que entre Quinteros y Lampe metieron en su propio arco para el 1-0.

¿Por qué influyó más en este partido De Arrascaeta? Porque tuvo mayor movilidad, más dinámica y proactividad. Siempre pidió la pelota, buscó asociarse e hizo desplazamientos que le permitieron ocupar lugares libres para recibir y salir rápido hacia el ataque. Algo que no debe soslayarse: ante Chile había sido su primer partido luego del COVID-19, por lo cual ha mejorado su condición física y aeróbica de un partido a otro.

De la Cruz no tuvo tanto lucimiento. De hecho, fue bastante opaco. Comenzó bien, asociándose con Matías Viña para lanzar ataques por la banda zurda y tratando de armar sociedades con el propio De Arrascaeta, Matías Vecino y Valverde, pero jugó lejos del arco. Se fue sustituido a los 60’ por Rodrigo Bentancur, quien entró bien y generó un par de jugadas ofensivas importantes.

Esto queda incluso reflejado en la comparativa de ambos futbolistas que hizo Sofascore, en donde se ve que los desplazamientos del jugador de River Plate fueron más acotados a la franja izquierda del ataque, mientras que el "Cocho" bajó a su campo a buscar el balón, se paró para recibir detrás del círculo central y luego buscó muchas diagonales de derecha al centro.

Además, tuvo más incidencia De Arrascaeta que De la Cruz en la recuperación de la pelota y en los mano a mano con los rivales.

En definitiva y aunque en distinta medida, los generadores generaron. Y eso fue clave.