TORNEO  CLAUSURA

La diferencia entre los dos equipo grandes es amplia. Nacional lidera la tabla Anual con 10 puntos sobre su tradicional adversario. Pelea el Clausura por el cual aún debe jugar conLiverpool, que es el único puntero del torneo, y ya le ganó a Montevideo City Torque, que anoche empató con Deportivo, pero también se ubica en los primeros lugares de la tabla.

Peñarol, por su parte, puede perder todo, pues si no gana el Clausura -algo que a esta altura parece difícil- no podrá cumplir con su gran objetivo de ser Campeón Uruguayo. Y también podría quedarse sin jugar la Libertadores.

Por todo eso parece injusto decir que viven realidades semejantes, pero es así. Los dos sufren con equipos que, comparando planteles y presupuestos, no deberían pasar sofocones como los que pasó Peñarol en el Ubilla, donde también había sufrido el tricolor, y como el que pasó Nacional en la última media hora del partido de ayer en el Paladino.

Nacional ganó, es cierto, y aumentó la diferencia en la tabla con su tradicional adversario, pero el resultado bien pudo haber sido otro de no ser por Sergio Rochet, que volvió a ser figura. Una vez más el arquero fue clave en el conjunto tricolor.

El equipo de Jorge Giordano se quedó con los tres puntos por lo que hizo en el primer tiempo, donde fue más que su adversario y se fue al descanso en ganancia por el gol de Gonzalo Bergessio, que volvió a anotar demostrando que su sequía es pasado.

Pero se complicó en el complemento. Se quedó y dejó que los Gauchos se adueñaran de la mitad de la cancha. Se dedicó sólo a marcar en ese sector de la cancha. Ya no hubo creación, casi no generó chances y la pelota dejó de llegarle al goleador argentino.

Si el resultado no fue el mismo de Peñarol ante Cerro Largo fue porque Rochet le negó el gol primero a Alex Silva, que casi empata de cabeza, y luego le ahogó  la pelota a Antony Silva. Y porque cuando por fin Progreso logró convertir le anularon (bien) el gol a Peraza por falta. Es más, el mismo Peraza tuvo una inmejorable oportunidad en el área tricolor pero se entreveró.

Nacional se quedó con el triunfo también por las carencias del dueño de casa, que dominó el mediocampo en el complemento, pero no supo qué hacer cuando llegaba al arco contrario por sus propias limitaciones.

Nacional ganó y a Peñarol le empataron al final, pero el sufrimiento es el mismo para los dos grandes que no deberían pasar esas zozobras.