FÚTBOL URUGUAYO

Los hechos de violencia alrededor del club Villa Española, que determinaron el paro de la Mutual de Futbolistas y la consiguiente suspensión del fútbol, pasan ahora a la instancia del Gobierno. El lunes, el secretario Nacional del Deporte, Sebastián Bauzá, recibirá a las partes para buscar soluciones.

La AUF, los gremios del fútbol y los denunciantes de Villa Española coincidieron ayer en que la prioridad no es el retorno a los partidos, sino buscar la solución a los episodios de violencia. Por eso nadie aventuró una fecha para que se reanude la actividad.

La Mutual resolvió el jueves detener el fútbol, lo que dejó sin efecto la cuarta fecha del Torneo Intermedio que iba a comenzar ayer, luego de un comunicado de Villa Española denunciando amenazas de muerte a dirigentes y jugadores.

“Repudiamos absolutamente los hechos denunciados, los hechos de violencia que sufrieron jugadores, técnicos, funcionarios y dirigentes de Villa Española. Son hechos aberrantes y debemos lograr que no ocurran nunca más porque son inadmisible para el fútbol uruguayo”, declaró el presidente de la AUF, Ignacio Alonso, ayer al mediodía luego de una reunión en el palco del Estadio Centenario junto a otras autoridades del organismo, representantes de las gremiales de árbitros, preparadores físicos, entrenadores y la Mutual, así como el presidente desplazado de Villa Española Miguel Romero.

Alonso señaló que fue una charla “franca y reservada”, por lo cual no brindó detalles de lo conversado. Sin embargo adelantó que se pidió el encuentro con Bauzá y que en forma inmediata se lo fijó para el lunes.

El titular de la AUF explicó también que se pusieron “todos los recursos” a disposición del fiscal Fernando Romano, que de oficio resolvió actuar en el caso. Además, anunció que se reforzará la seguridad en los lugares del “mapa de riesgo” donde se pueden producir situaciones como la denunciada, que según dijo “rebasaron todos los límites”.

Las agresiones y amenazas en Villa Española, en lo que sus autoridades llamaron “clima de extrema violencia” llevaron a que su futbolista Diego “Bigote” López anunciara su retiro del fútbol, que otros jugadores plantearan la recisión de sus contratos y que renunciara el cuerpo técnico encabezado por Diego Franco.

“La renuncia es presentada en apoyo a la comisión directiva y funcionarios, que fueron amenazados y vieron forzada su salida de la institución. Hechos que repudiamos enfáticamente. Agradecemos la confianza brindada por ellos, jugadores e hinchas de verdad. #CulturaDeBarrio”, tuiteó Franco.

Omar Cazarré, exsecretario del club, contó que recibieron amenazas del tipo “te vamos a matar”, “sabemos donde vivís”, tanto a él, como al presidente Romero. Además, hubo “pintadas” cerca de la casa de López. Durante el partido del domingo ante Racing por el torneo de Segunda División, ocurrió “más de lo mismo, con alguna gente que identificamos y otra que no hemos visto, que no es el del club”, destacó Cazarré.

Mientras tanto, un grupo de hinchas del club, identificados como “La 79”, buscaron desmentir lo afirmado por los denunciantes y organizaron anoche una “movida” cerca de la sede.

Los hechos denunciados y contestados se registran con el escenario de fondo de otra situación controvertida: la intervención del club por parte del Ministerio de Educación, a pedido de un grupo de socios, que plantearon irregularidades con los balances y las elecciones y la “politización” de la institución. La medida además desplazó a la dirigencia que estaba en funciones encabezada por Romero.