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“No fue fácil armar un equipo ideal, me quedó mucha gente afuera. Sé que puse pocos uruguayos, pero me basé en compañeros que tuve en Atlético de Madrid. Con todos esos nombres es un equipo ofensivo, bastante ofensivo. Los dos defensas que puse, Gamboa y Chamot eran tipos que iban al área contraria. Y Serena tenía una zurda impresionante. Y con Juninho, Pompei y el ‘Chiquilín’ O’ Neill está todo dicho. Dejé mucha gente afuera, por ejemplo, por poner a mi amigo Romero, pero con el ‘Lucho’ aprendí muchas cosas y salimos los dos juntos de Basáñez. Supimos lo que es luchar en la B. Dejé hasta a Dely Valdes afuera. Y tendría que haber puesto a mi compadre Osvaldo Canobbio, pero al ‘Lucho’ lo conocí primero”, confesó Juan "Juanchi" González.

“Me tocó enfrentar al Real Madrid en la época de los galácticos. Ronaldo, Beckham, Raúl, Seedorf, Roberto Carlos, Zidane. Era impresionante. Te daban ganas de ser un espectador más y pararte a mirar cómo jugaban. Daba gusto. Fue una gran enseñanza de lo que era el fútbol. Parecía que Zizou jugaba lento, pero no llegabas nunca. Era imposible sacarle la pelota”.

“Fue contra Estudiantes por la Copa Libertadores, en un día de lluvia. O’Neill me levantó un centro de zurda y le di como vino de chilena. El Chiquito Bossio era el arquero. Era una cosa que yo practicaba mucho en los entrenamientos y quería que me saliera un gol así. Después hice tres o cuatro más de chilena, pero ese fue el más espectacular. Y ganamos 4 a 0 acá”.

“No sé si esto se puede tomar como un error, fue el día que me lesioné, en el Oviedo, jugando contra el Málaga de Dely Valdes y Darío Silva. Íbamos ganando 1 a 0 con un gol mío y estábamos jugando bien y tranquilos. Fui a pelear una pelota arriba, a sacársela al defensa, no sé para qué. Me rompí los ligamentos cruzados. En decisiones no...todo lo que me pasó fue bueno”.

“En Oviedo, Asturias. Capaz que no ahora pero en un futuro me encantaría. Estuve en tres etapas diferentes y aprendí a valorar todo. A darle valor a la vida, a las cosas, a la seguridad, capaz que porque me había convertido en padre. Allá se crió mi hijo Gio. Es una ciudad chiquita, pero igual sentís como que tenés mucho espacio. Y la gente es espectacular”.

“Jugué en Nacional muchos años, pero me quedo con Atlético de Madrid, donde jugué con mucha felicidad. Mi sueño cumplido fue Nacional porque siempre fui hincha de chico, pero el mejor equipo fue el Atlético. Había jugadores de todas partes, pero nunca diferencias. Entrar a la UEFA con ese equipo fue algo que nunca había imaginado”.