COPA DEL MUNDO
El delantero ecuatoriano de 22 años entró en los minutos finales del partido contra Qatar
Hasta el domingo, difícilmente alguien fuera de Ecuador haya escuchado la palabra “Imbabura” y, como consecuencia, tampoco se sabía de la existencia de un club llamado Imbabura Sporting Club.
Sobre la hora, cuando el triunfo sobre Qatarestaba asegurado hacía rato, el técnico Gustavo Alfaro le dio ingreso a Kevin Rodríguez, un delantero de 22 años. Las computadoras que almacenan todos los datos de la Copa del Mundo, los trascendentes y los triviales, informaron que este futbolista defiende al Imbabura S.C., un club de la Serie B ecuatoriana.
Es inusual que un jugador de la segunda división de cualquier país logre dar un salto semejante. Pero Kevin tuvo un acelerado proceso de consagración durante 2022 y por eso el entrenador argentino que dirige a la selección tricolor decidió llamarlo, por más que su idea causó sorpresa entre los hinchas y el periodismo ecuatoriano.
“Cada vez que lo veo a Kevin me recuerda a mis años de lucha, me recuerda a mis años de cuando estaba en el Ascenso. En un año viajé más de 44.000 kilómetros en bus para jugar partidos, y soñando con el fútbol de Primera División de mi país. Ni qué hablar un Mundial. Era otra dimensión. Pero estoy para eso, para dar oportunidades”, señaló Alfaro.
“Kevin ha trabajado muy bien, se ha esforzado mucho. El hecho que esté en otra categoría no le quita el derecho de estar en la Selección. Es un jugador de pueblo y tiene todo el derecho de estar”, aseveró el técnico argentino.
Para conocer las raíces de Kevin hay que retroceder hasta 1993, cuando el empresario textil Luis Heriberto Aguirre y su esposa Gardenia fundaron el Imbabura S. C. en el barrio La Merced, una zona semirrural cercana a la ciudad de Ibarra. El club progresó rápido y en dos ocasiones llegó a la Serie A, aunque luego bajó hasta la Segunda División, la tercera categoría del fútbol ecuatoriano, y en 2021 regresó a la B.
Kevin Rodríguez nació el 4 de marzo de 2000 en Ibarra. Fue a la escuela en la Unidad Educativa Yahuarcocha, un instituto destacado por sus logros pese a ubicarse en la parroquia Guayaquil de Alpachaca, la “zona roja” de Ibarra. Uno de los maestros, Miguel Albuja, es también coordinador del Imbabura S. C. Y lo llevó para integrar su equipo sub 14.
Kevin se destacó pronto por su velocidad, su habilidad y su buen físico (hoy mide 1,90), al punto que se ganó el apodo de “Leopardo”. Fue goleador en todas las categorías hasta llegar a primera.
La computadora añade que esta temporada marcó 11 goles en los 31 partidos disputados en su división, de los cuales fue titular en 27. El gol que lo catapultó a la fama llegó sin embargo por la Copa de Ecuador, porque decidió la eliminación de uno de los grandes de ese país, Liga de Quito.
“Kevin Rodríguez tiene dos grandes ventajas. La primera el biotipo atlético y la segunda la calidad técnica que tiene. Es un jugador alto, pero tiene una calidad impresionante para jugar con el balón”, explicó el DT de su club, Joe Armas, a la prensa ecuatoriana.
“Esta temporada ha sido delantero, extremo por derecha, extremo por izquierda, media punta. Este es un gran plus porque puede jugar en diferentes posiciones y circunstancias en un partido”, añadió.
Alfaro, que lo estaba siguiendo, lo convocó en vísperas del Mundial. El 12 de noviembre pasado debutó con su selección, ingresando a los 63 minutos del amistoso ante Irak.
“Se puso la camiseta de Ecuador y entró en un partido internacional. Y lo hizo con una soltura como si estuviera jugando en Imbabura”, comentó el técnico.
El domingo volvió a entrar, ya en Qatar. No fue mucho rato, pero le dio tiempo para intentar su gol con un cabezazo. Cuando terminó el partido se arrodilló y miró al cielo.
Ya el mundo sabe de Imbabura y sabe de Kevin Rodríguez. Al regresar del Mundial le espera su nuevo club, Independiente del Valle, así como una nueva fama.