SELECCIÓN
El entrenador de la selección uruguaya sigue dando pasos muy grandes al frente de la Celeste y de cara a la Copa del Mundo también dejó su huella.
"Obviamente que al cuerpo técnico del maestro Tabárez le tenemos que estar muy agradecidos porque empezó ahí la historia para poder jugar otro Mundial”, expresó Luis Suárez tras la clasificación a Catar.
“Lo primero que hice cuando llegué al vestuario fue mandar un mensaje a todo el cuerpo técnico de Tabárez porque me acuerdo de ellos en este momento”, aseveró Godín.
Incluso hasta el propio Diego Alonso no dudó al “resaltar también el trabajo del maestro Tabárez, todo lo que ha edificado allanó un montón el camino y tuvimos la posibilidad de usufructuar todo lo que ha hecho”.
Claro está que lo conseguido por el maestro, sobre todo en esta última Eliminatoria, encarriló a Uruguay, pero fue el Tornado quien dio la estocada final, esa que en algún momento parecía que no iba a llegar y que luego de mucho tiempo nos iba a obligar a seguir una Copa del Mundo con Uruguay fuera de ella.
Eso no ocurrió y en parte, más allá de lo hecho por Tabárez, también fue por lo que trajo consigo el cambio de entrenador y el arribo de Diego Alonso al frente del plantel.
Su motivación dentro y fuera de la cancha hicieron que la actitud de los jugadores fuera otra y que aparecieran nombres, de gran destaque, que en las citaciones del anterior cuerpo técnico no estaban en consideración.
Todo esto llevó que en muy poco tiempo el entrenador tuviera que lograr un objetivo que terminó consiguiendo porque depositó a Uruguay en el Mundial de Catar y lo hizo con, hasta el momento, tres triunfos en tres partidos.
En épocas donde la palabra proceso suena mucho tanto a nivel de selecciones como de clubes, el del Tornado es incipiente, pero ya dejó su huella marcada y es lo que también lo transforma en un hombre histórico ya que se convirtió en uno de los técnicos mundialistas con Uruguay con menos partidos a cargo en la previa.
A los tres que afrontó hasta el momento (Paraguay, Venezuela y Perú) se le sumará el del próximo martes cuando la Celeste se enfrente a Chile en Santiago y así llegará a cuatro, los mismos que tuvo Alberto Suppici en la previa a la Copa del Mundo de 1930 según datos recabados de AUF.
El hecho de que todavía no se sepa qué ocurrirá más allá de Chile en relación a posibles partidos amistosos, es lo que resalta este dato que lo pone al Tornado en lo más alto de una selecta lista de entrenadores que lograron dirigir a la Celeste en un Mundial con todo lo que eso significa.
Ondino Viera, en la previa para la Copa del Mundo de Inglaterra donde Uruguay llegó hasta cuartos de final cayendo con Alemania, fue otro de los que tuvo pocos partidos antes de la participación mundialista ya que llegó al estreno ante el local con solo seis juegos en el cargo.
Roberto Porta contó con ocho encuentros (todos amistosos) de cara a la Copa del Mundo de Alemania 1974, mientras que Juan López afrontó nueve para el Mundial de 1950 en Brasil y 10 para el de 1954, que se disputó en Suiza.
También una decena de juegos fue la que tuvo Juan Eduardo Hohberg previo al Mundial de 1970, en el que la Celeste terminó en la cuarta ubicación.
Para Hugo Bagnulo fueron 11 los encuentros al frente de la selección previo a hacer su estreno en la Copa del Mundo de Chile 1962 ante Colombia, que se saldó con victoria por 2-1.
Luego de esa Copa del Mundo los procesos de Uruguay fueron, sin dudas, mucho más largos que los anteriores y una de las pruebas más certeras es el camino de Omar Borrás previo al Mundial de 1986 de México, donde sumó 49 partidos previo a la cita mundialista, uno de los más extensos de la historia, a los que también se le podrían sumar los dos encuentros que dirigió unos años antes.
Oscar Washington Tabárez contó con 30 previo al Mundial de Italia 1990. En el medio, Víctor Púa dirigió 36 partidos antes del Mundial de Corea-Japón 2002. En el regreso del maestro, para Sudáfrica 2010, contó con 48 partidos, mientras que previo a Brasil 2014 repitió los números de Borrás sumando 49 juegos. Rumbo a Rusia 2018, Tabárez, finalizó con 38 duelos.
Corto, pero seguro y mostrando cosas que ilusionan y mucho; así es el proceso que ahora encabeza Diego Alonso.