AURINEGROS
El atacante de 22 años demostró que puede ser una buena alternativa en la ofensiva del equipo de Mauricio Larriera en su vuelta al club.
Cuando de cara a la temporada 2020 Peñarol decidió no renovar el vínculo con Agustín Canobbio, el atacante de 22 años se fue a Fénix, pero con un claro objetivo en su cabeza: volver al club mirasol.
En el albivioleta tuvo una muy buena temporada y la meta de ponerse nuevamente la camiseta aurinegra llegó antes de lo previsto. “No esperaba que fuera tan rápido, pero se dio así. Fue un campeonato pero que terminó durando un año y medio casi por la pandemia. Pero me toca tener esta posibilidad y es un desafío muy grande para mí porque sabía que se iba a hablar mucho de una revancha entre comillas pero yo no lo tomé así. Lo tomé con mucha calma y con la cabeza en poder disfrutar por ya saber lo que representa estar en las instalaciones de Peñarol, que son lugares con mucha historia. Eso es algo que ahora me deja más tranquilo”, le contó Agustín Canobbio a Ovación.
Luego de muy buenas actuaciones en el equipo de Capurro, el atacante dejó Fénix después de la primera fase de la Copa Sudamericana y se integró al plantel mirasol para ya quedar a la orden de Mauricio Larriera, quien lo mandó a la cancha el jueves para jugar los últimos 14 minutos en la goleada frente a Sport Huancayo.
Y no fue un partido más para Agustín. Desde la llegada al estadio lo vivió de manera diferente: “Cuando me bajé del bondi y hasta la entrada en calor tuve recuerdos muy lindos. Ya en los días previos habíamos tenido un entrenamiento de fútbol y no podía creer lo lindo que quedó el Campeón del Siglo pintado y con las banderas en las tribunas. Jugar así te motiva porque es hermoso ver como una de las instalaciones más grandes del club sigue creciendo”.
A la hora de salir a la cancha, la incertidumbre se adueñó del momento: “Estuvimos como siete minutos con Pablo Ceppelini al costado de la cancha porque no se iba más la pelota afuera. Parecía increíble. Pero después que entré a jugar estaba muy tranquilo por dentro, me sentía confiado y encima se dio esa jugada en la que pude asistir al ‘Canario’ para el quinto gol que fue lo que coronó la noche”.
Peñarol tuvo una muy buena presentación y Canobbio sumó sus primeros minutos en la vuelta al club demostrando que puede dar una mano y ser una buena alternativa en la ofensiva.
“Hay una competencia natural y muy sana que nos potencia a todos. Hay algo que me llamó mucho la atención y para bien desde que volví al club y es que después que termina cada entrenamiento yo soy de quedarme un buen rato, pero me sorprendió mucho las ganas de mejorar que tienen todos, no solo los más grandes sino los juveniles que esperan su momento. Tener esa cabeza motiva mucho al resto y es algo muy lindo que se genera en el ambiente de trabajo todos los días”, contó.
Disfrutar es el objetivo de Agustín Canobbio y en su regreso a Peñarol empezó con el pie derecho. Ahora va por más.