CATAR 2022
El volante, ante la falta de Federico Valverde, demostró que está cada vez más listo para tomar el testimonio como uno de los líderes y figuras de la Selección de Uruguay.
Rodrigo Bentancur, de 23 años, es hace rato un número puesto en el equipo de Oscar Washington Tabárez. Su habilidad, visión y técnica para distribuir la pelota, a lo que suma un portento físico cada vez más sólido, lo transformaron en referencia en el juego de la Celeste. Dirigido en la Vecchia Signora por uno de los grandes maestros de la historia del fútbol italiano, el joven celeste parece estar adquiriendo algo de lo que Andrea Pirlo supo mostrar en las canchas de toda Europa. Este viernes, ante Colombia, el volante uruguayo jugó con un señorío que no lo hizo escatimar en esfuerzo y agresividad.
Quedará marcada en la retina de la audiencia la manera en que Bentancur salió del área uruguaya, luego de dejar en el piso a un rival, con una pisada entre dos jugadores cafeteros como si estuviera en un partido amistoso de futsal. La jugada se dio en un momento de asedio, durante los minutos del primer tiempo en que Colombia amenazó con más peligro al arco de Campaña. El jugador de la Juve demostró en medio segundo que hay alternativas al saque si quiere ganar.
— Videos JG (@VideosJRG) November 14, 2020
Así como salió con un gesto delicioso, había tenido antes un error en el que hizo un pase atrás sin destino cerca del área que derivó en un centro rastrero de Cuadrado que "Josema" salvó a último momento en el área chica. Hay que asumir que es parte del negocio: un jugador joven con clase, potencia, técnica y mente fría a cambio de algún error displicente. Sin embargo, el yerro de Bentancur, fruto inmaduro de la tranquilidad que demuestra cuando juega, fue señalado por sendos gritos de Godín y Giménez que es de esperarse que el 6 no olvide. No volvió a pasar algo así en el partido.
Bentancur agregó más agresividad y mentalidad ofensiva ante Colombia, comparado con lo que mostró ante Chile y Ecuador, cuando Federico Valverde fue el volante más suelto. En el primer tiempo, como haría luego para el segundo gol, lideró un ataque en el que conectó con Luis Suárez y terminó definiendo él mismo, pero se encontró con Ospina.
Ante la falta de Valverde, y con la colaboración en la marca de los aguerridos Nahitan Nández, Lucas Torreira (a quien será difícil sacar del 11 inicial Celeste) y hasta Nicolás De la Cruz, Bentancur pudo adueñarse del mediocampo y el flujo de juego de Uruguay. Comandó una línea de volantes que, con su presión y verticalidad generó los tres goles celestes. En el primero, Nández recuperó y dio el pase de gol. En el segundo, Bentancur recuperó, comandó el contragolpe y provocó el penal. En el tercero, Torreira tomó un rechace de Godín en mitad de la cancha y cedió hacia adelante, para Núñez, que hizo el resto: golazo.
Quedó patente más que nunca que la Celeste tiene en Bentancur a un señor jugador. Un volante de elite que parece estar sumando personalidad, presencia y una faceta ofensiva. Capaz de asumir el rol de conductor, de líder, cuando hace falta.