EUROCOPA
Los ingleses intentarán terminar con la sequía de títulos y los italianos querrán enmudecer al mítico escenario londinense.
Ya está aquí la final de la Eurocopa! La batalla de Wembley se anuncia furiosa, ruidosa y emocionante entre la sólida Inglaterra, con una ambición incrementada por la masiva presencia de sus aficionados, y una Italia hambrienta por recuperar su corona, hoy (16:00 de Uruguay) en Londres.
A medida que se aproxima la hora de la final aumenta la presión, pero los rivales hacen como si nada. Como si disputar una primera final desde el Mundial-1966 no provocara temblores en las piernas de los ingleses. Como si medirse a un público hostil no preocupara a los italianos.
Un partido así “es enorme y el hecho de que sea en Wembley lo hace todavía más especial”, dijo el defensa John Stones. “Vamos a jugar en su casa, pero eso no nos asusta”, remarcó Leonardo Bonucci.
El ritual de dejar atrás al talismán
Lo que empezó como un error, ahora es un ritual. Italia inició el viaje hacia la sede de su su último partido por la Eurocopa de la misma manera. Todo el equipo sube al autobús, excepto el jefe de delegación Gianluca Vialli. El autobús sale, recorre unos metros y se detiene para esperar a su talismán. El ritual se vino cumpliendo con éxito deportivo e Italia lo repitió antes de viajar a Londres para jugar la final de la Eurocopa contra Inglaterra.
El mítico estadio de Londres esperaba una fiesta así desde hace mucho tiempo. Ya fue aquí donde la selección de los “Tres Leones” consiguió su primer y último título al levantar el Mundial hace poco más de medio siglo, bajo la batuta de Alf Ramsey.
En 1966, el actual seleccionador inglés, Gareth Southgate, no había nacido. El elegante técnico de 50 años, caracterizado por su calma británica, forma parte de esta generación que encadenó una desilusión tras otra. En semifinales de la Eurocopa-1996, en un Wembley lleno hasta la bandera, fue él quien falló el último penal en la tanda contra Alemania (1-1, 5-6 penales).
El saludo de la Reina
La Reina le escribió a Southgate: “Hace 55 años tuve la suerte de entregar la Copa del Mundo y vi lo que significaba para los jugadores y la gente ganar la final de un importante torneo. Quiero enviarles mis felicitaciones y las de mi familia a ustedes por llegar a la final del Campeonato de Europa, y enviarles mis buenos deseos con la esperanza de que la historia registre no solo su éxito sino también el espíritu y orgullo con el que se condujeron”.
El defensa del Aston Villa sufrió durante mucho tiempo insultos y críticas, pero esa mala época ya terminó. Ahora los seguidores ingleses cantan a su gloria en el metro, los pubs o en el estadio.
El domingo la euforia se desatará nuevamente en Wembley, como el miércoles en la victoria conseguida en la prolongación frente a Dinamarca (2-1) por el capitán Harry Kane y compañía, delante de 64.950 espectadores.
Los italianos tendrán que gritar muy fuerte para que se les escuche, puesto que apenas les guardaron 10.000 boletos. La mayoría de los asientos estarán ocupados por italianos que viven en Reino Unido.
Vencedora contra España (1-1, 4-2 tanda de penales), la atractiva Italia rescatada por Roberto Mancini sueña con repetir el éxito de los portugueses en 2016, cuando acabaron con las esperanzas de Francia, país organizador.
“Es un momento peligroso para nosotros, porque está el calor popular y la impresión en el país de que sólo tenemos que saltar al terreno de juego para ganar, mientras que nosotros sabemos que será un reto enorme”, dijo el DT que ha logrado transformar a Inglaterra, Gareth Southgate. “Este grupo ha dado grandes momentos de felicidad a Inglaterra. Y en un año que ha sido complicado”.
"Llegar a una final no es fácil, hay que jugarla con concentración, pero con alegría, porque es fútbol. No puedes llegar al partido con tensión, sino con ganas de divertirte", afirmó Roberto Mancini en una entrevista con la UEFA.
"Estoy orgulloso por lo que hicimos, que no era fácil. Llegar aquí es un logro, pero ahora lo será solo si ganamos el domingo. Al final solo contará ganar la final".