ENTREVISTA
El entrenador quiere llevar al equipo fernandino a una copa internacional y quiere evitar que se cumpla la vieja frase futbolera que reza: "después de un gran triunfo viene una derrota"
Francisco Palladino asegura que la institución está creciendo y por eso este año quiere llevar a Deportivo Maldonado a una copa internacional. Dice que esa es la “meta superadora” del cuerpo técnico y de los jugadores. Después del triunfo ante Nacional, lo que eleva su estadística individual, esta semana está trabajando con intensidad para evitar que después de una gran victoria venga una derrota.
-La estadística refleja un gran éxito contra los grandes. ¿Hay una preparación especial del técnico?
-¿Será este el momento de retirarme? (risas). Como siempre lo he dicho a nivel de resultados y para la tabla todo los triunfos suman lo mismo, lo que sí cambia, evidentemente, y en todos los países deben pasar lo mismo, es que la caja de resonancia que tiene es completamente diferente. El foco lógicamente que está en este partido y eso genera una repercusión diferente. También es cierto que de los equipos grandes por la cantidad de partidos que juegan y demás se tiene mayor información que de otros rivales. Se conoce mejor a los jugadores, los entrenadores están más expuestos a blanquear su idea, asumen ciertos riesgos, cierto protagonismo y eso hace que quizás sus estrategias estén más claras, más limpias. Eso hace que para la planificación del partido uno tenga mayores elementos que con otros rivales.
-La explicación es válida, pero por más datos que se obtengan, ¿el éxito no está en la estrategia que se realiza?
-Está en el hecho de que los jugadores creen en eso, porque sin el convencimiento de los futbolistas de lo que uno va a llevar adelante nada es posible. Hay una credibilidad grande a lo que uno hace y en eso como entrenador lógicamente me siento más que orgulloso de que suceda, pero siempre los que llevan adelante las cosas son los jugadores, el mérito es de ellos.
La dulce estadística
Bajo la conducción de Francisco Palladino, Deportivo Maldonado sumó 17 de los 33 puntos que disputó ante los grandes.
De seis encuentros jugados frente a Nacional ganó tres y empató uno. De cinco cotejos ante Peñarol ganó dos y empató uno. Al tricolor le supo ganar por 3-2 y 1-0 y al aurinegro por 2-0 y 1-0. Contra Nacional perdió tres veces y ante Peñarol en dos ocasiones.
-¿Cómo se cimentó el último triunfo?
-En primera instancia el partido tenía ciertos condimentos especiales teniendo en cuenta que era el debut. Eso genera nerviosismo, ansiedad y dudas, porque hasta que uno no se mide de manera oficial, por más buena preparación que haya tenido, no se sabe cómo está. Hacerlo frente a un equipo grande como Nacional y adelante de su gente también le agregaba más condimentos todavía. Entonces, era confiar en el trabajo que se había llevado adelante, en el armado del plantel y en el día a día. Creer que se puede. Sí, estamos hablando de equipos grandes de nuestro país, que son grandes por su gente, por su infraestructura, por su presupuesto, por sus jugadores, por su entrenador, pero nosotros como institución estamos creciendo, jugadores y cuerpo técnico podemos estar a esa altura y no hay nada más lindo que medirnos en esa instancia. Por lo tanto, creer que es posible es un gran factor.
-¿Y en la cancha?
-Bueno, después está el tema estratégico en sí. Se buscó generar un partido largo, era nuestro primer partido de 90 minutos porque nosotros por ser un equipo del interior tuvimos que manejar muy bien el tema de los partidos amistosos teniendo en cuenta que cada partido significa un viaje a Montevideo y también poner a un plantel completo arriba de un ómnibus en plena pandemia. Por eso era importante jugar un partido largo y en un primer tiempo ir regulando fuerzas. La idea no era defender tan bajo como lo hicimos y más allá de que quizás no nos inquietaron no pudimos ofender. En el segundo tiempo la idea era adelantar un poco las líneas y poder hilvanar algún contraataque porque con el paso de los minutos Nacional iba a dejar espacios.
-¿El resultado certifica lo parejo que es el fútbol uruguayo?
-Es una manifestación cultural de cómo somos, de cómo lo vivimos. Históricamente el fútbol ha dado muestras de este tipo de cuestiones y la realidad actual no es la excepción. El hecho de tener la convicción de poder ir a pelear de igual a igual cuando las condiciones no son iguales habla de un tema cultural de cómo sentimos en este tipo de manifestación en nuestro país. Eso hace que el Uruguay sea Uruguay.
-Dicen que después de una gran victoria, viene una derrota. ¿Cómo se evita?
-En ese sentido, así como hay un lado dulce de la estadística, estoy en el debe porque nos ha costado confirmar el día después. En eso lógicamente trabajamos para que no suceda. Este es un nuevo plantel, de hecho solamente tres jugadores estuvieron en la oncena titular que venían de la temporada 2021 por lo tanto esa situación no se la vamos a achacar a ellos y trabajaremos en la semana para que ello no suceda y confirmar una gran victoria sumando de a tres nuevamente.
-¿Para qué está el equipo?
-Tanto en el fútbol como en la vida uno debe plantearse retos y metas superadoras, incómodas, que nos saquen de la zona de confort. El club pudo ascender en 2019, hemos podido sostener al equipo en el círculo de privilegio durante dos años consecutivos, algo que en su momento era un reto importante, pero este año buscamos la clasificación a una copa internacional por primera vez en la historia del club. Ese es nuestro objetivo y nuestra meta superadora.