NACIONAL
Pasó de ser un jugador veloz a uno desequilibrante, con buena lectura del juego con y sin pelota que lo ha puesto en la mejor consideración del entrenador.
Hace dos años y tres meses Gustavo Munúa mandó al campo de juego del estadio Juan Antonio Lavalleja, en Trinidad, un equipo totalmente alternativo de Nacional, distinto al que había ganado el primer tiempo por 4-2 sobre Atlético Rafaela. El complemento sería para ver a nuevos jugadores, entre ellos el hoy capitán Sergio Rochet, Ayrton Cougo, Martín Satriano, Thiago Vecino y Alfonso Trezza.
Este último sorprendió porque, en un campo de juego en muy mal estado (uno de los sectores no tenía césped sino directamente arena), desarrolló una velocidad inusitada. Integrante del equipo campeón de la Copa Libertadores Sub 20 en 2018, bajo de estatura pero encarador, el chico que entonces tenía 20 años (22 de junio de 1999) sorprendió a los argentinos y a todos quienes lo vieron jugar.
Munúa parecía haber encontrado el futbolista capaz de darle al equipo el cambio de ritmo que buscaba. Sin embargo, no lo utilizó tanto. Lo usó cinco veces como titular, en tres lo hizo entrar como relevo y en seis lo mantuvo en el banco.
Luego pasaron por la conducción de Nacional: Jorge Giordano, Alejandro Cappuccio y Martín Ligüera; lo utilizaron bastante más, pero siempre quedaba la sensación de que Trezza no terminaba de cuajar. Seguía teniendo la velocidad de antes, pero resolvía normalmente mal, con disparos cuando debía pasar la pelota, con pases cuando debía disparar, con centros afuera o con tiros fallidos. Hizo cuatro goles durante 2021, pero nunca se consolidó como titular. Para colmo, la necesidad en su momento llevó a que lo utilizaran hasta de lateral derecho.
Renovó contrato hasta finales de 2022 entre gallos y medianoche consciente de que debía mostrar algo más, porque de haber total conformidad con él su nuevo vínculo habría sido al menos por dos años.
Llegó la nueva temporada y el aterrizaje de Pablo Repetto en Los Céspedes parece haber ayudado mucho para su despegue final. Ahora ya no solo es un futbolista veloz, sino también desequilibrante. Su evolución en estos últimos partidos ha sido elocuente.
Se ha convertido en un jugador más completo, que genera amonestaciones, faltas cerca del área, que llega hasta el fondo y resuelve en forma acertada. Todavía le falta el gol, pero es parte del desarrollo. Los grandes delanteros del fútbol uruguayo y mundial dicen que fallar un gol es una lectura negativa de una situación positiva como es haber llegado a estar en posiciones de definición.
A los 22 años Trezza sigue en su etapa de crecimiento futbolístico. Incluso hoy tiene una mejor consideración en el técnico Repetto que Brian Ocampo, quien no ha conseguido continuidad por las lesiones y tampoco ritmo, lo cual lo ha llevado a generar muy poco en los minutos que le ha dado el técnico.
¿Qué virtudes tiene Trezza? La principal es su velocidad, sin lugar a dudas. Otra importante, que ha desarrollado desde la llegada de Repetto, es la lectura del juego y no solo con la pelota en sus pies, sino para posicionarse y ser receptor. También añadió el cambio de ritmo. Antes tomaba la pelota y corría lo más rápido que podía. Ahora recibe, encara al rival y espera el momento justo para picarle y dejarlo atrás. Y finalmente se destaca por su espíritu colectivo. Siempre está dispuesto a dar una mano para relevar al lateral o bien para perseguir a un rival que se proyecta por su banda.
Le falta todavía convertirse en un asistente más eficaz y convertir, pero el día que logre eso no solo será figura de Nacional, sino que se le abrirán las puertas para emigrar a un club importante.
Yonatan Rodríguez mejora y apunta a ser titular
Yonatan Rodríguez, quien salió durante el partido ante Estudiantes el miércoles con una molestia muscular, ha mejorado y todo apunta a que se mantendrá en la oncena para recibir el domingo a River Plate en el Gran Parque Central. La idea del técnico Pablo Repetto es repetir el equipo con el objetivo de darle continuidad y automatismo. La única duda parece estar otra vez en el enganche. Leandro Otormín tuvo su oportunidad y luego Manuel Monzeglio, pero los mejores momentos de Nacional han sido con Diego Zabala en cancha. Posible once: Rochet; J. L. Rodríguez, Marichal, Coelho, Cándido; Y. Rodríguez, Carballo; Trezza, Monzeglio o Zabala, Castro; y Gigliotti.