No supo cerrarlo: a Peñarol lo traicionó la ambición de querer ganar y lo pagó caro

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Mauricio Larriera. Foto: Estefanía Leal.
ESTEFANIA_LEAL

COPA SUDAMERICANA

El equipo mirasol fue fiel a la idea de Mauricio Larriera pero no pudo ser efectivo en las dos áreas, tuvo errores y volvió con las manos vacías de Paraguay.

El empate con River Plate de Asunción lo clasificaba a Peñarol a los octavos de final de la Copa Sudamericana, pero el equipo de Mauricio Larriera cometió errores que le costaron la derrota y ahora todo se definirá en la última jornada del Grupo E el miércoles.

En un partido complicado para el aurinegro porque no logró repetir el juego de las anteriores presentaciones, hay aspectos a tener en cuenta y que seguramente el entrenador ya esté trabajando en Los Aromos de cara al debut en el Torneo Apertura 2021, pero sobre todo a la visita a Sport Huancayo en Lima.

Para empezar, Peñarol ganó la mayoría de los rubros estadísticos del juego, tal como había sucedido en sus anteriores presentaciones en este torneo, aunque no logró la victoria.

El aurinegro tuvo muchísimo más la pelota que su rival (73% a 27% de posesión), dio más pases (633 contra 233 de River Plate), acertó más entregas (83% a 60%) y trató siempre de imponer su estilo de juego. Lo logró por momentos, pero no fue efectivo.

Y esa escasa efectividad que el carbonero tuvo en campo rival, también la tuvo en el área propia porque falló en momentos determinantes del juego.

Primero una desatención defensiva en el juego aéreo le costó el primer gol del partido y luego, ya con el encuentro 1-1 en el Defensores del Chaco, otro error de la zaga fue aprovechado por Luis Caballero, quien superó a los defensores centrales para darle la victoria al “Kelito” en los descuentos por 2 a 1.

Peñarol perdió con River Plate de Asunción en el Defensores del Chaco. Foto: AFP.
Peñarol perdió con River Plate de Asunción en el Defensores del Chaco. Foto: AFP.

Y nuevamente Peñarol volvió a cometer errores que antes había tenido, sobre todo a la hora de defender y ser eficaz en su propio campo porque en una de las muy pocas jugadas de peligro que River Plate le generó, le anotó un gol clave —el del triunfo— porque no fue una derrota cualquiera para un equipo mirasol que venía en buena racha y con viento en la camiseta, pues también sabía que un empate le servía para clasificar.

La ambición de querer ganar válida por cierto- terminó traicionando a un equipo que volvió a ser superior a su rival, que lo dominó con la pelota y que jugó mejor, pero que no tuvo efectividad a la hora de atacar y sobre todo, a la hora de defender.

Por eso, tal como pregona Mauricio Larriera, el objetivo será volver a ser un equipo eficaz en las dos áreas y no cometer errores que luego puedan costar caro, porque el miércoles estará en juego nada menos que el pasaje a octavos de final.

Mauricio Larriera y Darío Rodríguez. Foto: EFE.
Mauricio Larriera y Darío Rodríguez. Foto: EFE.

Otra vez no supo sostener un resultado

El 17 de febrero de 2021 Peñarol ganaba 1-0 frente a Cerro Largo y estaba consiguiendo un triunfo clave para seguir peleando por el Torneo Clausura.

Pero los cambios no funcionaron. El equipo cedió campo y pelota y si bien generó alguna chance de contragolpe, el arachán lo empató en los descuentos, cuando el mirasol ya jugaba con línea de cinco y no supo ser efectivo en su área.

La historia se repitió el 6 de abril en el Parque Viera. El rival fue el mismo, pero la situación un tanto peor. El equipo de Mauricio Larriera ganaba con comodidad 2-0 y los de Danielo Núñez lo empataron otra vez en los descuentos. El martes, en Asunción, el carbonero no supo cerrar el partido y no solo desde el ataque, sino también en la defensa, porque el 1-1 lo clasificaba.

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