TORNEO CLAUSURA

Es un paso más. Eso es lo que tiene que dar Peñarol en su búsqueda del título del Torneo Clausura. Lo debe dar en el Campeón del Siglo y llega con viento en la camiseta porque ya superó a uno de los adversarios que en los papeles podía entorpecer su avance. Es otro paso. Otro peldaño para tratar de estar más cerca del título.

Y todo hace creer que lo podrá dar con el “Canario” Agustín Álvarez Martínez en la alineación titular, aunque quizás se vea obligado a disputar el encuentro con un casco protector para proteger la zona en la que terminó pagando las consecuencias por el choque en el clásico contra Gonzalo Bergessio.

Para dar ese paso hacia adelante, lo que deberá hacer es imponerse ante Liverpool, un equipo que empezó bien en el campeonato y que lentamente se fue desinflando. Al punto tal de encontrarse ahora en una racha muy negativa.

Es que el negriazul no gana desde la quinta fecha, cuando se impuso 1-0 ante Sud América. A diferencia de Peñarol hace rato que ya no pelea por el título, pero necesita de forma imperiosa recuperar la senda del triunfo porque su posición en la Tabla Anual ya está siendo amenazada, lo que podía dejarlo fuera de las competencias internacionales.

Salir de ese pozo, entonces, es vital. El equipo de Jorge Bava arrastra tres derrotas y dos empates en las últimas cinco confrontaciones. En la sexta fecha perdió con Plaza Colonia en Belvedere, luego empató con Fénix, empató con Boston River, perdió con Wanderers y perdió con Rentistas.

Por si fuera poco, no tendrá a Hernán Figueredo porque fue expulsado al final del partido contra el Bicho Colorado.

Mientras Liverpool vive ese panorama, a Peñarol se le abren mejores perspectivas. Algunos adversarios van dejando puntos por el camino y así puede ir visualizando de mejor forma lo que tiene en el horizonte. Además, en su victoria ante Cerrito logró sumarle al equipo que tiene un juego dinámico y veloz la siempre necesaria cuota de reacción. Salir adelante después de recibir un gol casi desde los vestuarios y concretar un triunfo en la primera mitad para luego controlar el partido también es señal de fortalecimiento.

Otro paso más. Un escalón hacia arriba. Para quedar más cerca. Eso es lo que necesita hacer Peñarol hoy.