CAMPEONATO URUGUAYO
El exfutbolista que brilló en Nacional hoy ve a Favio del otro lado de la vereda. Contó que el tricolor lo fue a buscar, pero que el aurinegro le dio más.
Para Fabián O'Neill la situación no es sencilla, porque es el hincha número uno de sus hijos ("metí cuatro goles en mi vida y fueron ellos", dice) y le desea lo mejor, pero también respeta mucho a Nacional, "que a mí me dio todo" y por eso sabe está entre la espada y la pared. La cuestión surge porque Favio, de 18 años, juega en Peñarol.
"Mi hijo juega en Peñarol y a mí me lo dio todo Nacional, pero uno respeta. ¿Si le hace un gol a Nacional? Y bueno, qué va a ser...", dijo con cierta resignación desde su natal Paso de los Toros quien fuera mundialista con Uruguay en 2002 luego de haber debutado con la camiseta tricolor 10 años antes de la mano de Roberto Fleitas.
En declaraciones al programa La Oral Deportiva (radio Universal), Fabián contó que Nacional fue a buscar a su hijo, "pero —como ya lo dije mil veces— yo sé cómo se maneja. Peñarol le dio esto y lo otro y fue para ahí".
¿Y qué siente un formado en Nacional cuando ve a su hijo con los colores del tradicional rival? "Cuando veo que mi señora cuelga la ropa de Peñarol de mi hijo no es que a mí dé asco ni nada, porque pienso que son los que le van a dar de comer".
Favio juega como volante y ha dicho que se mueve en la posición de 8 o como doble cinco, pero su padre reveló que en realidad es un 10 y definió a quién se parece en el juego. "Cuando él jugaba en baby fútbol jugaba de enganche, pero ahora ese puesto no existe más. Yo no puedo compararlo con otro porque es mi hijo y para los padres siempre nuestro hijo es el mejor, pero por ejemplo para nombrar a uno que juega en la selección sería como el Pajarito Valverde. Juega en el medio, marca, técnicamente es 9 o 10 puntos y si te mete un cambio de frente te va a poner la pelota ahí".
O'Neill también relató que han mirado juntos muchos videos de cuando él jugaba y que su hijo se sorprendía de lo que hacía, pero sostiene que el fútbol de su época no se parece al de hoy. "Era otra cosa. Hoy, por ejemplo, capaz que un jugador que corre mucho cobra más que uno bueno técnicamente. Antes se jugaba a 10 (kilómetros) por hora y ahora es todo corriendo".
¿Y si Favio hace un gol con la camiseta de Peñarol? Por respeto nada más, no lo voy a gritar. Ni loco", adelantó Fabián.