TRICOLORES

Para los equipos uruguayos, en especial para Nacional, el período de pases es un trabajo de ingeniería para los que realizan las negociaciones buscando contratar jugadores de cierta relevancia.

Es que con dinero en los bolsillo cualquiera contrata. El tema medular está cuando no hay tal soporte económico y hay que buscar estrategias en todo sentido para que futbolistas de calidad puedan llegar a un equipo grande del fútbol uruguayo. Ni que hablar para los equipos menores, que tienen un poderío económico aún menor.

Comprar parte de la ficha, hacerlo en cuotas a largo plazo, poner un buen premio ante el cumplimiento de objetivos, jugar con la “vidriera” de disputar la Copa Libertadores y así revalorizar a determinados jugadores que lo necesitan para pegar un salto mayor, quizás al fútbol de la MLS, México o incluso a Europa, forman parte de las estrategias que buscan los dirigentes o integrantes del área deportiva de los clubes para seducir a futbolistas cuya ficha sale un valor inalcanzable para el mercado uruguayo, o que tienen un salario casi que inimaginable para Nacional.

Por ello, las negociaciones por los jugadores suelen demorar mucho tiempo y se confirman en el tramo final del período de pases en el mejor de los casos. Por otro lado, muchos nombres quedan por el camino; algunos de ellos se filtran, pero la mayoría quedan puertas adentro de los tricolores. Es un período tedioso y de mucho trabajo para representantes, empresarios, dirigentes, entrenadores y funcionarios de las instituciones.

EN EL CAMINO. Hay una infinidad de razones por las que los pases se caen, incluso en ocasiones que las transferencias parecen casi cerradas. De ahí surge la famosa frase de varios presidentes o dirigentes, “hasta que no está la firma, no está cerrado”. Ejemplos hay muchos sobre jugadores que tienen acordado de palabra su pase a un equipo, con todo previsto, y al final dan marcha atrás porque surge una opción mejor.

Nacional contrató a 10 jugadores -José Luis Rodríguez, Leandro Lozano, Juan Manuel Izquierdo, Leo Coelho, Yonathan Rodríguez, Alex Castro, Diego Zabala, Leandro Otormín, Emmanuel Gigliotti y Juan Ignacio Ramírez- pero hubo algunos que no arribaron y estuvieron muy cerca de llegar a los tricolores.

En el período de pases que acaba de finalizar, Nacional tuvo sobre la mesa entre 180 y 200 nombres de jugadores. Algunos son consejos de los dirigentes, otros sugerencias del entrenador Pablo Repetto o del gerente deportivo Sebastián Taramasco, y otros tantos son ofrecidos por representantes. El primer filtro es el área deportiva: hay jugadores que se descartan de primera mano porque se considera que no tienen la jerarquía para jugar en un equipo grande como Nacional, otros porque tienen una edad avanzada o porque arrastran una inactividad importante. Incluso se descartan futbolistas que no entran en el rango de las características que quiere el técnico de turno.

Nacional tiene contratado un software (como la mayoría de los clubes hoy en día) en el que se filtran datos en la búsqueda, y en ese trabajo otros tantos quedan por el camino.

Cuando finalmente llegan los videos al DT de los que siguen en camino, el conductor elige y recién en ese momento comienza la fase de negociación y se analiza la viabilidad de concretar el negocio por ese determinado futbolista. “Pablo (Repetto) debe haber visto no menos de 100 videos de futbolistas, es un etapa agotadora”, le transmitieron a Ovación desde filas tricolores.

¿Y VOS, GILBERTO? Uno de los futbolistas por los que Repetto dio el OK fue Gilberto, centrodelantero brasileño de 32 años, que había jugado las últimas cuatro temporadas en Bahía, equipo que en el 2021 descendió a Segunda División.

Hizo 83 goles en Bahía, con pasado en Inter de Porto Alegre, la MLS, San Pablo, Vasco Da Gama y Turquía, Bahía le ofreció de pique una renovación por 100.000 dólares por mes. El tope salarial hoy en día de Nacional es de 30.000 dólares. Finalmente lo terminó comprando Al Wasl de Emiratos Árabes Unidos (que es dirigido por el conocido Odair Hellman y que cuenta en sus filas con el uruguayo Michel Araújo) y hay que destacar que se ficha está tasada en casi un millón y medio de dólares. Todo dicho... No hubo fórmula que pudiera acercar al jugador al tricolor. Se cayó.

UN RAK DE ILUSIÓN. “Estuvo muy cerca”, recalcaron desde Nacional sobre el zaguero uruguayo Yonathan Rak, actual jugador de Tijuana de México, ex-Montevideo City Torque.

Se abrió una chance para el tricolor cuando Xolos contrató al argentino Lisandro López (que estuvo sobre la mesa de Nacional en el período de pases anterior), pero Tijuana nunca cedió a negociarlo a pesar de las gestiones avanzadas del tricolor con el futbolista. Hoy Rak sigue siendo titular, ahora en dupla en la defensa con el propio Lisandro López.

Finalmente, en esa posición Nacional terminó contratando a Leo Coelho y a Juan Manuel Izquierdo, que inicialmente no era de las prioridades de la institución.

EXTREMOS. Argentinos, colombianos, ecuatorianos y uruguayos. Todos estuvieron sobre la mesa de trabajo.

Anderson Julio y Janner Corozo fueron dos de los que estuvieron “avanzados” y con varios días de gestiones, así como Carlos Auzqui, quien no terminó llegando para una diferencia económica grande, tanto en lo salarial como en las condiciones que pretendía River Plate argentino, que hasta quería negociar a un juvenil albo como Renzo Sánchez.

¿Qué pasó con Janner Corozo?

Janner Corozo es un futbolista del Delfín y de la selección ecuatoriana, de 26 años, cuya ficha tiene un valor aproximado de un millón de dólares. Es extremo y marcó 12 goles en las últimas dos temporadas. Nacional avanzó, incluso con una fórmula que implicaba poner un dinero considerable, pero después tanto el club como el jugador aumentaron sus pretensiones económicas y la transferencia se hizo imposible. Delfín buscaba que el tricolor le pagara dinero por el préstamo y Corozo pidió un salario alto.