MARCA HISTÓRICA
Un repaso por 18 años de carrera profesional repleta de éxitos
P ara muchos, el miércoles 20 de enero de 2021 se registró un hecho histórico del fútbol mundial: Cristiano Ronaldomarcó su gol 760 y se convirtió en el mayor goleador de todos los tiempos en partidos oficiales.
Y más allá que desde la República Checa afirmen que todavía no es récord y desde Argentina esperen que Messi algún día no lejano pueda superar al portugués, se trata de un logro espectacular para un futbolista espectacular. A punto de cumplir 36 años, CR7 sigue siendo un hombre desequilibrante para el equipo que defienda. Es más, la palabra declive no parece formar parte de este futbolista perfeccionista al extremo, egocéntrico (“Mi futbolista favorito soy yo”, declaró una vez) y por esa misma razón obsesionado por mantener su alto estándar como goleador, propósito que se apoya en una técnica perfecta, un físico privilegiado y un profundo sentido competitivo.
El estadígrafo español apodado MisterChip, considerado un referente en eso de contar partidos y goles, tuiteó tras el gol de CR7 al Napoli: “Acabamos de ser testigos del mayor logro individial en la historia del fútbol. Cristiano Ronaldo alcanza los 760 goles en competiciones oficiales y ya es el mejor goleador de todos los tiempos”.
Los tantos pueden discriminarse por club: 450 por Real Madrid, 118 por Manchester United, 102 por la selección de Portugal, 85 por Juventus y 5 por Sporting de Lisboa.
Y también por competencia: 311 por la Liga Española, 135 por la Champions League, 84 por la Premier League inglesa, 67 por la Serie A italiana, 31 por las eliminatorias para la Eurocopa, 30 por las eliminatorias para la Copa del Mundo, 26 por las diferentes copas españolas, 25 por amistosos de la selección portuguesa, 17 por las diversas copas inglesas, 9 por la Eurocopa, 7 por la Copa del Mundo, 7 por el Mundial de Clubes, 4 por copas italianas, 3 por la Liga portuguesa, 2 por la Supercopa de Europa, 2 por copas portuguesas.
El equipo al que le convirtió más fue Sevilla, con 27. Luego aparece Barcelona, con 20, por lo cual también está metido en la gran historia del clásico español.
Comparaciones...
Cuando Pelé convirtió su gol mil, el 19 de noviembre de 1969 ante Vasco da Gama en el estadio Maracaná, el asombro fue grande en el mundo del fútbol, todavía no acostumbrado al conteo y la difusión tan precisa de las cifras. Hasta su definitivo retiro en 1977, O Rei marcó muchos más y llegó a los 1.281. Con el tiempo, la cifra fue revisada, se le añadió o se le quitó alguno, pero sobre todo se puso la lupa sobre los numerosos goles que hizo en partidos amistosos y que están contados entre esos 1.281, teniendo en cuenta que su equipo, el Santos, pasaba muchas semanas al año haciendo giras por el mundo como equipo espectáculo. Tras el recorte a la estadística, le quedan 757 goles en encuentros oficiales.
En Brasil es bien conocida la historia de Arthur Friedenreich, el delantero que según la leyenda hizo alrededor de 1.300 goles entre 1909 y 1935, cuando la recopilación de información estaba llena de lagunas.
Y desde la República Checa siguen reivindicando el poder goleador de Josef Bican (ver aparte).
Pelé, Friedenreich y Cristiano pertenecen cada uno a una época diferente. Hoy los amistosos son marginales en un calendario repleto de torneos oficiales. Pelé engrosó sus cuentas marcando en giras ante equipos africanos y asiáticos, cuando el fútbol recién estaba desarrollándose en esos continentes, pero también ante grandes clubes europeos, uruguayos y argentinos que se tomaban muy en serio esos amistosos ante el gran Santos, y además lo esperaban en sus propios terrenos.
Cristiano, en cambio, es uno de los principales exponentes del fútbol actual, en el cual hay partidos importantes por las ligas locales y por copas continentales dos veces por semana, y si hay una fecha libre juegan las selecciones.
Después de su aparición en Sporting de Lisboa en la temporada 2002-2003, lleva 18 temporadas en el primer nivel, ya sea en Manchester United, Real Madrid o Juventus. Y siempre cumpliendo en su papel de convertir goles.
“Yo sigo haciendo mi historia, escribo mi página en la historia del futbol”, dijo otra vez. Suena feo, muy presuntuoso, pero tenía razón.