TORNEO CLAUSURA
El lateral izquierdo sigue siendo pieza clave en el aurinegro: suma dos asistencias en tres partidos jugados por el Torneo Clausura.
Cuando Peñarol pensó en Joaquín Piquerez muchos aspectos jugaron a favor de la contratación de un jugador que ofrece varias alternativas en la cancha y que firmó su contrato con el club mirasol en enero de 2020, pero que demoró en sumarse al plantel ya que fue parte de la selección Sub 23 que jugó el Preolímpico de Colombia.
Tras ese torneo el futbolista se sumó a los trabajos en el equipo que por ese entonces era dirigido por Diego Forlán y aparecía como una buena opción para la ofensiva ya que sus mejores rendimientos los tuvo en River Plate, jugando como carrilero por la izquierda, pero con un importante peso ofensivo en el equipo de Jorge Fossati.
Pero ese deseo de Peñarol no pudo ser porque si bien el día del debut con la camiseta aurinegra, el 23 de febrero frente a Defensor Sporting —el equipo que lo formó— en el Estadio Luis Franzini entró a los 71’ para jugar como volante ofensivo, tras el parate por la pandemia de coronavirus y ante la imposibilidad de Gabriel Rojas de volver a Peñarol, Piquerez pasó a ser el lateral izquierdo del equipo carbonero.
No era un puesto desconocido para él, pero implicaba mucha más marca y otro despliegue ya que casi por obligación, los laterales de un equipo grandes, deben sumarse y mucho al ataque para fortalecer la zona ofensiva.
Y Joaquín Piquerez cumplió con creces, a tal punto que de a poco y en silencio se fue transformando en una de las piezas más importantes de Peñarol y ya sin importar quién era el entrenador. Fue figura con Diego Forlán como técnico y también con Mario Saralegui al frente del plantel.
Luego de un auspicioso primer año con la camiseta mirasol, Piquerez afrontó el desafío de tener a Mauricio Larriera como entrenador pero un positivo de coronavirus lo sacó de las dos primeras fechas del Torneo Clausura.
Su regreso se dio el domingo 31 de enero en el María Mincheff de Lazaroff, en el triunfo mirasol por 1 a 0 frente a Danubio en lo que fue la primera victoria de Mauricio Larriera como director técnico carbonero.
Y esa tarde en Jardines del Hipódromo el único gol de Peñarol llegó con una jugada en la que Joaquín Piquerez desbordó hasta el fondo por la izquierda y mandó un centro rastrero al área chica. Ahí apareció Matías Britos para mandarla a guardar y asegurar tres puntos muy importantes para el equipo.
El 2020 empezaba de maravillas para Piquerez: un partido jugado, una asistencia.
En el clásico del miércoles 3 de febrero en el Estadio Campeón del Siglo el lateral izquierdo tuvo algunos problemas en la marca pero de a poco se fue afianzando hasta controlar su sector, aunque no pudo ser tan gravitante en la ofensiva de un equipo que fue David Terans dependiente ya que Facundo Torres no pudo desnivelar por las bandas ni por el callejón central y Jonathan Urretaviscaya, que después del primer cuarto de hora se volcó hacia la izquierda del ataque, nunca buscó a Piquerez para triangular o desbordar generando escaso peligro en campo tricolor.
Pero el sábado, en otro partido importante para el aurinegro, Joaquín Piquerez volvió a demostrar su importancia a la hora volcarse al ataque en el equipo aurinegro.
A los 57’, cuando Peñarol ganaba 1-0 con un golazo de Fabián Estoyanoff, el lateral izquierdo volvió a llegar hasta el fondo por su sector y antes de que se le terminara la cancha mandó un pase al área chica y allí estaba Agustín Álvarez Martínez para anotar el segundo tanto del equipo de Larriera que terminó venciendo 2-1 al Sastre.
Otra vez desbordando, triangulando, buscando el mejor pase y llegando hasta el área rival, Piquerez fue gravitante en un equipo al que le cuesta a veces defender bien, pero que también en varios pasajes del partido no funciona colectivamente, pero tiene individualidades que pueden llegar a desnivelar en el ataque.
Y Joaquín Piquerez es una de esas individualidades que estando en una jornada inspirada puede marcar la diferencia y de hecho lo está haciendo: firme en la marca y dos asistencias en tres partidos jugados al servicio de Peñarol en el Clausura.
Un equipo con cambios obligados
Con las bajas obligadas de David Terans por lesión y Gary Kagelmacher y Rodrigo Abascal por quinta amarilla, Mauricio Larriera aguarda por la recuperación de Jonathan Urretaviscaya, quien por un golpe en su pierna derecha se perdió el partido frente a Boston River.
De cara al encuentro que el aurinegro jugará mañana frente a Deportivo Maldonado a la hora 20:00 en el Estadio Campeón del Siglo con el arbitraje de Gustavo Tejera por la sexta fecha del Torneo Clausura, el probable equipo carbonero sería con Kevin Dawson en el arco; Giovanni González, Fabricio Formiliano, Robert Herrera y Joaquín Piquerez, Walter Gargano, Jesús Trindade, Jonathan Urretaviscaya o Matías De los Santos, Facundo Torres, Matías Britos y Agustín Álvarez Martínez. Cabe recordar que el “Mota” Gargano tiene cuatro tarjetas amarillas y en caso de recibir una mas no podrá jugar el siguiente encuentro.