TORNEO APERTURA
Defensor Sporting le ganó al aurinegro en el Estadio Campeón del Siglo y el mirasol suma dos caídas en un inicio para el olvido en el Torneo Apertura.
Hace un tiempo no muy lejano, Peñarol era un equipo que con intensidad, circuitos de juego, “desorden organizado” como lo catalogó su entrenador, personalidad y contundencia, superaba a sus rivales con autoridad.
Hace un tiempo no muy lejano, Peñarol era el equipo que deslumbraba en la Copa Sudamericana con un poderío ofensivo que lo llevó a jugar las semifinales del torneo continental.
Hoy, la historia es completamente diferente. Peñarol es un equipo que no logra imponerse, que no tiene circuitos de juego, que no hace goles y que como por si eso fuera poco, tiene graves errores defensivos que le están costando muy caro.
Y es cierto que varias figuras se fueron del equipo que se consagró campeón del Uruguayo 2021. Ya no están Giovanni González, Gary Kagelmacher, Carlos Rodríguez, Jesús Trindade ni Facundo Torres, piezas claves de un equipo que rozó rendimientos muy elevados durante el 2021.
En tal sentido, el equipo está en una etapa de reconstrucción y así lo dijo Mauricio Larriera luego de la derrota de anoche con Defensor Sporting por 1 a 0 en el Estadio Campeón del Siglo.
Y no fue un partido más el de ayer. Fue otro encuentro en el que el carbonero no encontró nunca los caminos para lastimar. Fue otro encuentro en el que el mirasol tuvo errores defensivos muy graves y otro encuentro en el que se quedó son poder anotar un solo gol.
El momento es preocupante ya que Peñarol aún no sumó en el Torneo Apertura, está a seis puntos de los líderes y con el clásico frente a Nacional en el horizonte.
Al carbonero le urge ganar, pero también mejorar. Y para mejorar el entrenador seguramente tenga que seguir apelando a meter mano en el plantel. Lo hizo anoche y no tuvo resultado. Es probable que siga moviendo sus piezas porque el rendimiento de ayer no fue el mejor.
El violeta aprovechó los errores y en uno puntual, Adrián Balboa la mandó a guardar a los 21’ para darle la victoria a un Defensor Sporting que se llevó del Campeón del Siglo un triunfo de oro, el primero en el Apertura.
El carbonero se desesperó porque no encontraba el juego y también se malhumoró con varios fallos arbitrales de un Andrés Matonte que no tuvo una buena noche y que a los 23’ debió expulsar a Gonzalo Camargo por un codazo a Walter Gargano.
La realidad es que hoy Peñarol está desaparecido y debe acelerar la reconstrucción. Ahí la responsabilidad cae sobre el entrenador y los jugadores porque si sigue perdiendo puntos, este mal momento le puede costar muy caro en el corto plazo.