ITALIA
El histórico arquero de la Vecchia Signora y de la selección italiana cumple hoy un rol secundario, pero clave en el plantel conducido por Andrea Pirlo.
El arquero Gianluigi Buffon, leyenda viva de la Juventus y bandera del fútbol italiano que alcanzó el techo del mundo en Alemania 2006, cumplirá este jueves 43 años, todavía defendiendo la portería del equipo de Turín y con una carrera que parece lejos de concluir.
Todo italiano aficionado al fútbol nacido en los años 90 ha crecido viendo a Buffon (Carrara, 28 de enero de 1978) defender el arco de la selección "azzurra" en las noches más dulces, como la del triunfo contra Francia en la final del Mundial de 2006, y en las más amargas, como en la histórica debacle del noviembre de 2017 en la repesca mundialista contra Suecia.
En sus 26 años en el fútbol profesional, Buffon ha forjado una leyenda que trasciende las fronteras italianas y que le ha convertido en uno de los jugadores de fútbol más conocidos al mundo, amado por sus aficionados y respetado por sus rivales, que le reconocen unas innatas capacidades de liderazgo y ganas de superación.
La misma fuerza de voluntad que le ha permitido seguir en el fútbol de elite a los 43 años, en calidad de segundo portero, tras el polaco Wojciech Szczesny de un Juventus que conquistó la semana pasada la Supercopa italiana y que busca retener por décimo año consecutivo el título de campeón de Italia.
La que empezó el pasado septiembre es la vigésima sexta temporada vivida por "Gigi". Una legendaria trayectoria que comenzó el 19 de noviembre de 1995, con 17 años, como guardián del Parma y que sigue en la actualidad.
Se afirmó en Parma como uno de los mejores porteros de Europa, al coronarse campeón de la Copa UEFA de 1999, y fichó al acabar ese curso por la Juve, equipo en el que acumula 19 años. Aceptó, como campeón del mundo, bajar a la Serie B (Segunda División) en 2006 tras el escándalo de fraude deportivo "Calciopoli" y resurgió hasta conquistar otros ocho títulos ligueros.
Tras el tremendo disgusto vivido en 2017 con la selección italiana, al no clasificarse para el que sería su sexto Mundial, reconoció que pensó en colgar las botas, pero a continuación aceptó la propuesta del París Saint Germain francés, con el que ganó la Ligue 1 y la Supercopa gala.
Se sentía todavía capaz de "performar", como suele decir él, italianizando una palabra inglesa, y sigue divirtiéndose en el campo. Por eso regresó en 2019 a Juventus y arrancó este año su segunda campaña tras su vuelta.
Ha disputado 922 partidos con los clubes y 176 con la selección italiana. Nadie ha llevado más que él la camiseta de la selección "azzurra".
En la presente temporada acumula seis partidos, disputados entre la Serie A, la Copa Italia y la Champions League, la competición que nunca ha podido ganar en su carrera y que sigue persiguiendo.
Su último partido en "Champions" fue el pasado 8 de diciembre, cuando regaló una espectacular actuación en el triunfo 3-0 de su Juventus contra el Barcelona, logrando anular varios disparos del argentino Lionel Messi, con el que intercambió varias sonrisas deportivas.
Es precisamente su lealtad, su carácter positivo y bromista el que le ha permitido establecer óptimas relaciones con varias leyendas del fútbol, como por ejemplo el español Iker Casillas, entre muchas más.
Su leyenda puede añadir una nueva página este mismo miércoles, pues Buffon apunta al once titular del técnico Andrea Pirlo para la cita contra el Spal de Ferrara en los cuartos de final de la Copa Italia.
En juego está un paasje para las semifinales, en las que el Juventus se enfrentaría con uno de sus históricos rivales, el Inter de Milán, que eliminó este martes al Milan gracias a un golazo del danés Christian Eriksen en el último suspiro.