MERCADO

Surgido en Rosario Central, club en el que vivió encarne propia la fatalidad del descenso pero luego la alegría del regreso a Primera División Federico Carrizo tuvo dos pasajes por Boca Juniors, jugó en Cruz Azul de México y Cerro Porteño de Paraguay para ahora embarcarse en un nuevo desafío: defender a Peñarol.

El club carbonero confirmó ayer que el atacante argentino de 30 años llegará el viernes a Montevideo para encarar la cuarentena, vacunarse contra el coronavirus y firmar su contrato por un año con una opción de salida a los seis meses.

Se trata de una muy buena incorporación para el equipo de Mauricio Larriera ya que Pachi puede jugar en varios puestos de la ofensiva de un equipo que necesita elevar su rendimiento si es que pretende luchar por el bicampeonato y sobre todo, hacer un buen papel en la Copa Libertadores.

Y este último ítem fue el que más sedujo al cordobés ya que luego de que se confirmara que no iba a continuar en Cerro Porteño, apareció nuevamente la chance de volver a Rosario Central pero en el camino se cruzó Peñarol con una propuesta concreta.

Jugar la Copa Libertadores fue de las cosas que más sedujo al Pachi y ayer al mediodía el jugador aceptó las condiciones del contrato por lo que ahora resta que llegue a suelo uruguayo para firmar.

Federico Carrizo reforzará a Peñarol y con la llegada del argentino Mauricio Larriera gana una buena incorporación para la ofensiva mirasol.
Se trata de un futbolista que a lo largo de su carrera ha tenido varias posiciones en la zona de ofensiva. Cuando debutó en Primera División con la camiseta de Rosario Central, Carrizo jugaba como volante por afuera y siendo derecho, su carril preferido era el izquierdo ya que sabía muy bien cómo encarar en el uno contra uno. “Tenía picardía, era rápido y también muy endiablado a la hora de atacar”, le contó a Ovación Elbio Evangeliste, periodista de Rosario.

El nivel que mostró en el canalla, club con el que descendió a la B Nacional, pero con el que también logró el ascenso tras una gran campaña le valió irse a Boca.

Su función empezó a ser otra y además de ser desnivelante por la banda, también empezó a jugar como mediapunta, por detrás del delantero. Esa posición la terminó de adoptar en Cerro Porteño.

Ahora, Carrizo tendrá un nuevo desafío en su carrera y será involucrarse en un Peñarol que necesita el salto de calidad en la ofensiva que aún no pudo conseguir tras la partida de Facundo Torres.

El Pachi podrá darle una buena mano a Larriera jugando como volante más adelantado ya sea por la banda o también por el callejón central y esa parece ser una buena noticia para Peñarol, aunque de momento habrá que esperar a que el futbolista llegue a Montevideo, haga la cuarentena y cumpla con la cláusula especial que puso el club: vacunarse contra el coronavirus.