TRICOLORES
El Pistolero fue de menos a más en el partido y fue importante para el tricolor en el segundo tiempo, cuando se vistió de asistidor.
Que a Luis Suárez le falta para llegar a su mejor forma física y deportiva no caben dudas. Es normal y hasta esperable después de varias semanas sin entrenar con un grupo, que siempre es lo mejor para un futbolista.
Cuando el Pistolero llegó aNacional, varios se sorprendieron de lo bien que llegó desde el punto de vista físico; “muy flaco y bien trabajado” confiaron fuentes tricolores a Ovación.
“Pero no es lo mismo estar entrenando solo que en grupo. Los ejercicios que se pueden hacer no son los mismos. Le estaba faltando aire en algunos ejercicios, pero está evolucionando notablemente, dentro de lo esperable”, agregaron.
Y es algo de lo que se puede notar en la cancha, porque hay alguna situación de juego en la que se notó con Suárez llegó exigido. Algo sumamente positivo es que el Pistolero volvió a jugar 90 minutos después de seis meses, ya que después del 4-2 de Barcelona a Atlético Madrid (hizo un gol), del 6 de febrero, no había vuelto a disputar un partido completo.
En el primer tiempo no lo asistieron e hizo gestos de disconformidad cuando el equipo abusó de los pelotazos en largo sin sentido. Alfonso Trezza y Alex Castro lo buscaron poco, Franco Fagúndez alguna vez, pero no le puso pelotas filtradas y Cándido fue el que más intentó ubicarlo.
En el complemento Luis se tiró unos metros más atrás, el ingreso de Brian Ocampo lo potenció (encontró un socio) y el Pumita Rodríguez creció. Así Suárez metió un par de pelotas de gol (a Cándido y Ocampo), además de jugar muy bien a un toque. Le falta, pero Luis va por el buen camino.