CATAR 2022
Seguro habrá cambios en la oncena para visitar Quito y la salida del goleador histórico respondería a una estrategia para tenerlo fresco al final.
Los primeros tres puntos de la Eliminatoria ya están en el bolsillo. Más allá de polémicas, merecimientos y rendimientos, Uruguay le ganó 2-1 a Chile en el Centenario el jueves por la noche y ahora es tiempo de mirar hacia adelante. Y ahí, en el horizonte muy cercano, aparece Ecuador.
Por supuesto que para ver qué se debe corregir de cara al próximo compromiso hay que hacer una revisión de lo que fue la primera presentación. Y la primera pregunta que surge a propósito es: ¿Habrá cambios? Seguramente los haya o, mejor dicho, los debería haber.
No solo se debe tener en cuenta lo que fueron algunos rendimientos individuales que terminaron repercutiendo en el colectivo, sino también que las circunstancias serán otras. Se irá a jugar a Quito, es decir a 2.850 metros de altura, con desgaste y viaje previo incluido. También Ecuador tuvo su desgaste en la misma noche ante Argentina, ante la que debutó con derrota 1-0, pero tienen a favor lo demás.
“No se de dónde sacaron esa información o ese rumor. No tenemos nada comunicado al grupo con respecto a lo que vamos a hacer. No se la podemos decir a ningún periodista o involucrarnos en una pregunta que simplemente puede complicar la manera de hacer las cosas que tenemos, que puede gustar o no pero estamos convencidos que es la que nos sirve”, respondió ayer al mediodía Oscar Tabárez al ser consultado sobre una posible ausencia de Luis Suárez en la oncena titular.
¿Por qué hay dudas al respecto? Porque Suárez terminó muy cansado y, en algunos pasajes del partido, se lo notó lento. Está claro que los años de plenitud del “Pistolero” ya pasaron, pero su presencia continúa siendo desequilibrante. Es por sí sola un motivo de atención y preocupación por el rival. La cuestión pasa por tratar de aprovecharlo de la mejor manera y ahí es donde el técnico tiene que decidir si puede ser más letal desde el inicio en igualdad de condiciones aeróbicas que los defensas rivales o en la media hora final, entrando fresco y con quienes deben marcarlo ya con cierto desgaste.
El que sí parece cantado que debe jugar es Jonathan Rodríguez. Disputó los últimos minutos del partido ante Chile y si bien poco pudo hacer, hay una razón fundamental para su presencia: está acostumbrado a jugar en la altura y allí es desnivelante.
“Cabecita” es titular, goleador y figura del Cruz Azul de México, donde es cierto que la altitud es menor (2.250 metros), pero es mucho más cercana al nivel del mar en el que suele jugar el resto.
Otro aspecto es que seguramente cambiará la disposición táctica, un tanto más conservadora, por lo cual se pasaría a un 4-4-2 y esto implica quitar delanteros y sumar volantes, uno de ellos posiblemente Nahitan Nández para darle consistencia y despliegue al medio.
¿Y quiénes saldrían? Para que ingrese Nández podría ser Giorgian De Arrascaeta y para que lo haga Jonathan, Nicolás De la Cruz. ¿Cuestiones a resolver? Si Tabárez mantiene a Luis Suárez o pone a Maxi Gómez y si Brian Rodríguez será el segunda punta o ingresa un cuarto volante como Mauro Arambarri. La Celeste parte mañana a Quito, así que el maestro aún tiene tiempo para decidir.
El posible ataque de Quito es un indicio de la renovación
Jonathan Rodríguez (27 años) y Maximiliano Gómez (24) terminaron jugando juntos el jueves ante Chile y el segundo convirtió el gol del triunfo. Ambos compartieron el ataque de esos minutos finales con Luis Suárez.
Si “Jona” y “Maxi” son los elegidos para Quito, podría ser el primer capítulo de la renovación en ofensiva que posiblemente se produzca luego de Catar 2022.