ARGENTINA
"Vengo a reconocer y a valorar a mi equipo y a mis futbolistas que realmente me han hecho sentir totalmente representado", dijo el entrenador argentino tras la digna derrota frente a Palmeiras.
Se sentó, acomodó el micrófono, escuchó la única pregunta de la conferencia de prensa, respondió lo que tenía previamente decidido decir, agradeció, deseó un feliz año y se marchó. Marcelo Gallardo dejó todo claro en una sola respuesta en la que su voz también expuso su sentimiento a flor de piel. Son instantes en los que el director técnico de River camina entre el orgullo y el dolor. Su equipo tuvo una espectacular actuación en Brasil, superó en todas las líneas a Palmeiras y ganó 2-0 en la vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores, pero le faltó tan solo un gol para forzar los penales. No le alcanzó para llegar a la final, pero le sobró coraje para demostrar lo que representa este ciclo y este equipo de época en la historia de la institución.
"Hace unas semanas habías asegurado que esta era la Copa Libertadores más difícil por el contexto en el que se dio. ¿Qué balance hacés de lo que fue el equipo en el torneo?", fue la pregunta para el entrenador millonario después del partido. Pero Gallardo optó por decir lo que ya tenía pensado. Su única respuesta tuvo un foco decidido: enaltecer el trabajo que realizaron los jugadores para revertir por completo la imagen del partido de ida en el que perdió 3-0 como local.
"El balance de lo que ha sido el año para todos ya lo he hecho después de lo que hemos vivido, no solo nosotros, sino todo el mundo después de la pandemia y tener que volver a competir. Pero solo me voy a detener en el partido de hoy. Vengo a reconocer y a valorar a mi equipo y a mis futbolistas que realmente me han hecho sentir totalmente representado. Me han emocionado, me siento totalmente orgulloso por la postura con la que han enfrentado el partido", destacó el Muñeco en el primer tramo de su respuesta.
"Personalmente lo que vi hoy de mi equipo me hace sentir totalmente orgulloso y dignifica mi profesión".
"Es una sensación muy plena que tengo. Cuando uno ve la postura de un equipo y las formas y lo representa a uno totalmente, no me queda mucho para decir. Simplemente reconocerlos y agradecerlos por el partido que han jugado hoy. Personalmente lo que vi hoy de mi equipo me hace sentir totalmente orgulloso y dignifica mi profesión. Son por estos momentos por los que uno como entrenador elige esta profesión. Y hoy me siento realmente orgulloso. Vine a decir eso. Le deseo suerte a Palmeiras. Y que tengan buen año. Muchas gracias", cerró el entrenador de River Plate.
Conciso, directo y al grano. Gallardo no quiso ahondar en lo que fue la semifinal ni en lo que será el futuro. Ya habrá tiempo para análisis y definiciones. Ahora tendrá que digerir la bronca por no haber podido lograr la hazaña, pero lo podrá hacer con la conciencia tranquila: cambió su imagen por completo y dio todo lo que tenía para dar. Transformó ese deseo de lograr la épica en una realidad. Palmeiras se vio totalmente desbordado y se aferró a su defensa para sostener el resultado. Y River lo intentó hasta el último aliento y se fue con la cabeza más alta que nunca.