ESPAÑA

Estreno de goleador implacable. De delantero eficaz. De atacante temible para cualquier rival. Luis Suárez inició su campaña en el Atlético de Madrid a lo grande, con un doblete confirmatorio de lo mucho que puede entregarle a Diego Simeone, como lo anunció el propio "Cholo", y del dolor que reportará al FC Barcelonapor haber tomado la decisión de alejarlo de sus filas.

No demoró nada en demostrar su voracidad ofensiva y mucho menos lo que puede terminar significando desde el punto de vista del juego colectivo. Entró a los 70 minutos y 60 segundos más tarde le metió una gran asistencia a Marcos Llorente para que ampliara el marcador ante el Granada.

Después de eso, dispuso de su primera chance para convertir. Entró al área por la derecha del ataque y bien perfilado sacó un remate cruzado que se fue muy cerca del caño derecho de Rui Silva.

Y siguió buscando. Fabricando espacios. Tocando en corto y picando. Metiéndose al área para encontrar una jugada o para tratar de definir otra. A los 79 pareció que le cometían penal, el juez lo cobró, pero el VAR comprobó que la falta no había existido.

La oportunidad que buscaba llegó a los 86 minutos de juego. Nada más qiue 16 minutos después de concretado su estreno oficial como colchonero. Centro lateral de Marcos Llorente y el "Pistolero" que había buscado la mejor posición en el área, se eleva bien para meter un gran remate de cabeza al segundo palo.

Gol de suprema alegría para el delantero uruguayo. Celebrado con ganas y con el respaldo de sus compañeros, que fueron de inmediato a rodearlo. Pero la voracidad de un 9 tan apasionado por seguir demostrando su capacidad no tuvo descanso.

El salteño siguió buscando. Y tuvo su recompensa. A los 93 minutos, poco antes de que sonara el silbatazo final. Casi de inmediato al descuento del Granada, Suárez metió su primer doblete con el Atlético de Madrid y llegó a 149 goles en La Liga española.

Sacó un primer disparo de pierna derecha que dio en el caño y recogió el rebote para meter un disparo suave de izquierda.

Nada más que 23 de juego y una confirmación absoluta: hay goleador para rato. No dejó dudas de ello hasta la forma física que lució. Y, como ya fue dicho en Ovación, Barcelona cometió un error grande al dejarlo ir.