Fue otro Peñarol: el equipo de Mauricio Larriera mejoró y ganó un partido clave

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Facundo Torres. Foto: Nicolás Pereyra.
MARCELO BONJOUR

TORNEO CLAUSURA

El carbonero levantó su nivel, venció a Wanderers con gol de Facundo Torres y durmió segundo en el Torneo Clausura y también en la Tabla Anual.

Cambio de nombres. Cambio de actitud. Cambio de juego. Y cambio de resultado. El Peñarol de Mauricio Larriera levantó su nivel, mostró una versión diferente en el Prado y ganó (1-0) un partido clave para seguir con vida en el Torneo Clausura y en el camino a la clasificación para la próxima edición de la Copa Libertadores.

Y más allá del sufrimiento de los últimos minutos, con un Wanderers volcado al ataque y generando situaciones de peligro pero sin profundidad, el objetivo se cumplió y el carbonero se llevó los tres puntos del Parque Alfredo Víctor Viera.

El mal rendimiento del aurinegro el miércoles en Melo obligó a Larriera a meter mano en el equipo y el técnico floridense dio en la tecla.

Para empezar, los jugadores respondieron muy bien al 4-4-2 con el ingreso de Juan Acosta en el lateral derecho, Giovanni González como volante por esa zona y la vuelta de Walter Gargano a la titularidad, siendo el “Mota” clave en la mitad de la cancha con un gran despliegue con y sin pelota, jugando los 90 minutos.

Matías Britos, Facundo Torres y Agustín Álvarez Martínez. Foto: Nicolás Pereyra.
Matías Britos, Facundo Torres y Agustín Álvarez Martínez. Foto: Nicolás Pereyra.

Eso generó más chances en la creación de fútbol en la ofensiva, zona en la que Facundo Torres volvió a ser ese jugador determinante que a los 20’, con tiempo y espacio, sacó un remate de afuera del área que se metió contra el palo izquierdo del arco de Ignacio De Arruabarrena para poner el 1-0 mirasol.

Peñarol jugó un primer tiempo sólido, tanto en defensa como en ataque y solo le faltó esa cuota de efectividad que viene siendo un problema grande en los últimos años porque generó cinco situaciones de gol, pero solamente anotó una.

Y de cara al complemento se abría la interrogante acerca de lo que podía llegar a pasar, sobre todo teniendo en cuenta lo ocurrido el miércoles en Melo. ¿Otra vez a defender sin pelota? ¿Otra vez el equipo tirado atrás? Eso no pasó, por lo menos hasta los 65’.

Con el “Mota” como figura, por delante de los zagueros, tocando de primera y con la movilidad de los volantes, Peñarol mostró un fútbol muy superior al de un inexpresivo Wanderers que no supo cómo generar peligro y que además tuvo serios problemas para defender.

Ariel Nahuelpán. Foto: Nicolás Pereyra.
Ariel Nahuelpán. Foto: Nicolás Pereyra.

En el segundo tiempo el equipo de Larriera tuvo todo para liquidar el partido y hasta golear, pero no lo hizo. Desaprovechó las cuatro situaciones que generó y con el paso de los minutos el bohemio creció, empezó a irse con mucha gente arriba y complicó.

Fueron 25 minutos en los que otra vez el carbonero se dedicó a defender, pero anoche lo hizo mucho más con la pelota, con movilidad y con solidez en su campo. Larriera acertó con los buenos ingresos de Agustín Álvarez Wallace y Valentín Rodríguez. A eso se sumó el retorno de Ariel Nahuelpán, que hizo poco, pero sumó minutos.

Fue otro Peñarol. Mejoró y ganó, que en definitiva es lo más importante, pero además, lo hizo basado en un estilo que anoche apareció y que, de mantenerse, puede devolverle la ilusión al hincha.

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