La Plata, la última ciudad que vibró con Diego Maradona: recuerdos y anécdotas del pasaje del "10"

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Walter Epíscopo, periodista del diario El Día de La Plata. Foto: Juan Pablo Romero.

HISTORIAS

Su relación con Gimnasia, el último club al que dirigió. Las vivencias que dejó, su distanciamiento con Verón y todo lo que generó en una ciudad que está partida a la mitad.

Ni bien llegás a La Plata, sorprende algo: la cantidad de murales y alusiones en la ciudad que hay en referencia a Diego Armando Maradona. Uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol llegó a la ciudad para ser el entrenador de Gimnasia y Esgrima de La Plata en septiembre de 2019. Después de haber dirigido a Dorados de Sinaloa arribó al Lobo, donde condujo al equipo durante 21 partidos, antes de su fallecimiento el 25 de noviembre de 2020.

Su llegada a La Plata generó un boom en la ciudad, que es la capital de la Provincia de Buenos Aires. Todo lo que hacía era noticia: en qué kiosko paraba y qué compraba, donde comía, qué le gustaba hacer en la ciudad, cómo se trasladaba a los entrenamientos. Todo generaba impacto, por lo que implicaba su figura.

“El destino sabía que iba a juntar a Diego y a Gimnasia algún día. Fue muy fuerte lo que pasó, porque jamás se nos hubiese ocurrido que el tipo más famoso del mundo llegara a Gimnasia, en un momento complicado con el descenso. Cuando se empezó a rumorear me costaba creerlo y escribir en el diario sobre eso. No creía que pudiese darse. ¡Era Maradona! En ese momento Diego empezó a subir videos y vimos que era real. Fue una gran jugada de la directiva, un golpe de efecto tremendo”, afirmó Walter Epíscopo, periodista de la sección deportiva del diario El Día.

Justamente, eso es lo que cuestionan algunos hinchas de Estudiantes, que fue una jugada estratégica de los directivos del Lobo para vincularse a la figura de Diego, más allá de su rol como entrenador del equipo. Es que la rivalidad entre Gimnasia y Estudiantes es muy fuerte; se palpa en la calle, en cada lugar al que vas. Es tan intensa como la de Nacional y Peñarol, la de River y Boca o la de Rosario Central y Newell’s Old Boys.

Uno de los murales que se ven en La Plata en homenaje a Diego Maradona. Foto: Juan Pablo Romero.
Uno de los murales que se ven en La Plata en homenaje a Diego Maradona. Foto: El País. 

“Diego como jugador y técnico también, supo enfrentar a Gimnasia. Había venido en el 84 a ver un partido, y ese año el Lobo ascendió a Primera. Por el 97 participó de un encuentro de la Cruz Roja y jugó un tiempo para Gimnasia en un partido que se jugó en el Bosque. Pero la gente lo adoptó como propio, como bandera, como símbolo por lo que era Diego y agradecidos que eligiera Gimnasia y dijera las cosas que dijo del club y la hinchada. Diego no mintió. Vino a Gimnasia, después dijo que iba a renovar y lo hizo con meses de antelación. Después dijo que se iba mudar para vivir en La Plata, y también lo hizo. Como condimento, se dio que enfrente, en Estudiantes, estuviese Juan Sebastián Verón como presidente con quien Diego estaba peleado a muerte desde hacía unos años. Sin dudas que Diego tuviese una pelea o distancia pública con Verón, y que recordara seguido esto, también era un punto en común entre Diego y el Lobo”, agregó Epíscopo.

“¿De qué cuadro sos?” Le preguntó serio uno de los porteros del estadio de Gimnasia a un turista uruguayo que quería conocer el escenario y que aún no había podido entrar. “Soy de Nacional”, respondió. “Ta, entonces podés entrar, porque si eras de Peñarol... Je”, retrucó el funcionario del Lobo. La rivalidad entre Gimnasia y Estudiantes es tan grande que los amigos de unos, son los enemigos de los otros. Lo curioso es que el estadio Juan Carmelo Zerillo de Gimnasia queda en un bosque y el estadio Uno Jorge Luis Hirschi de Estudiantes está al otro lado, a muy poca distancia uno del otro.

“En cada estadio la gente se volvía loca por Diego. Gritaba, lloraba, se sacaba fotos, hacía guardias en cada lugar en el que estaba. Era impresionante lo que generaba Diego. Y cuando jugaba acá, en el Bosque, era mágico. La ciudad estaba pendiente de él, de Gimnasia”, contó Javier, un fanático del Lobo que estaba sentado en una de las cabeceras del estadio, como meditando en su templo. mientras el sol se ocultaba.

Uno de los murales que se ven en La Plata en homenaje a Diego Maradona. Foto: Juan Pablo Romero.
Uno de los murales que se ven en La Plata en homenaje a Diego Maradona. Foto: El País. 

Abajo de las cabeceras se pueden observar varios murales pintados por los hinchas de Gimnasia. Es más, en cada espacio que quedaba libre, hay alguna referencia a Maradona. “Sé lo que significa ser un Tripero”, “chau Diego, el más grande”, “Amor eterno, dale Lobo”, son algunas de las inscripciones que se pueden ver, además de un mosaico a la entrada del estadio.

“Hoy lo veo como que fue en el momento justo, Diego se fue despidiendo de la gente, que lo pudo ver alambrado de por medio. Y Diego estaba agradecido a Gimnasia por haberlo valorado como técnico cuando en Argentina le habían cerrado las puertas. Maradona no tenía lugar en el fútbol argentino, ¡una locura! Y Gimnasia se lo dio. Le devolvió la chance de trabajar y volver a sentir ese olor a pasto que tanto amaba”, comentó el periodista argentino.

El recuerdo de la jugada de Maradona en 1986 pintada en un mural en La Plata. Foto: Juan Pablo Romero.
El recuerdo de la jugada de Maradona en 1986 pintada en un mural en La Plata. Foto: El País. 

Epíscopo, que el miércoles lanzó en La Plata un libro de anécdotas de Gimnasia y Estudiantes, señaló que “Gimnasia es un equipo popular”. “De clase obrera. De barrios. Es periferia. Y Diego era eso. También Gimnasia es Malvinas, es el primer club en tener una filial integrada por ex combatientes de Malvinas. Y Diego tenía una cuestión personal con ello. Supe, que adentro de un vestuario, cuando no había cámaras ni nada, Diego era capaz de estar cantando ‘el que no salta es un inglés’. Es decir, no vendía humo, ahí no estaban las cámaras de la televisión. Él lo sentía en la piel. Gimnasia es pueblo y Diego era pueblo. Después, la historia dice que jamás en su carrera, ya sea jugando con la camiseta de Argentinos Juniors, Boca o Newell’s, le hizo un gol a Gimnasia”, indicó con orgullo.

Maradona dejó cosas para el recuerdo en La Plata. En la pretemporada de 2020, Patricio Monti, un cantante de rap amateur y futbolista, que debutaba en Primera, cantó frente a todo el grupo a modo de presentación. Después de escucharlo, Diego lo apartó y le dijo que le escribiera una canción. El día de su cumpleaños 60, el por ese entonces DT le preguntó si efectivamente le había hecho la canción, y el joven se la cantó. En otra oportunidad paró en una estación de servicio a tomar algo, se sacó fotos con las empleadas y revolucionó el lugar, de igual manera que cuando se sentó a conversar con un kioskero.

Murales que se pueden ver en La Plata en homenaje a Diego Maradona. Foto: Juan Pablo Romero.
Murales que se pueden ver en La Plata en homenaje a Diego Maradona. Foto: Juan Pablo Romero.

“A Diego hubo momentos donde se lo vio muy bien, lúcido, muy metido. Después, sus temas de salud había días que lo tiraban mucho. Su dolor en una rodilla, los calmantes que tomaba. Tampoco como periodistas pudimos ver demasiado. Las prácticas mientras estuvo fueron a puertas cerradas, se pudieron ver un par nada más. Solo podíamos hablar con él en conferencias y nada más”, contó quien cubre a Gimnasia en El Día, que concluyó que “Maradona revolucionó La Plata. Las camisetas, las banderas, los murales se multiplicaron con su cara. Las camisetas con el 10 también. La gente compró todo lo que salió de Diego, camisetas, gorros, banderas, fotos, y también hizo largas filas para asociarse al club y poder estar en los partidos. Pero sin dudas para siempre, el hincha de Gimnasia, el pueblo, llevará como una medalla que nadie se la podrá quitar, que la última cancha que pisó Diego, fue el Bosque. El último gol que gritó, fue del Lobo. Y el último escudo que besó, fue el de Gimnasia”.

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