ENTREVISTA

Está sentado en la cama del hotel. Al final se contactó con el periodista de Ovación mediante una videollamada de Instagram, ya que las llamadas de WhatsApp no funcionan en Arabia Saudita y el alojamiento no recibe llamadas tradicionales. Se trata de Jorge Rey, el preparador físico uruguayo de 33 años que era el dos del profe José Herrera en la selección uruguaya liderada por el maestroÓscar Tabárezen los últimos cuatro años, y que en un abrir y cerrar de ojos se encontró trabajando en el Al Nassr, con Miguel Ángel Russo como DT.

“Lo primero que se nos vino a la cabeza en esa segunda citación para una reunión era que se venía el final y se cesaba la relación laboral. Luego de recibida la noticia, y culminada la reunión, era como que había algo que no se terminaba de entender. Había como un vacío, ta, llegamos hasta acá... El ir todas las semanas al complejo, la rutina. Como decíamos con el maestro, ‘ahora nos va a costar ver a los chiquilines en cancha y nosotros de este lado’. No quiero imaginar lo que sienten los zapatos de ellos que estuvieron 15 años, incluso conocían a los jugadores desde niño. A nivel personal te hace revalorizar las oportunidades que el fútbol me dio de crecer junto a los profesionales que tuve de compañero, junto a los profesionales que tuve como ayudantes. Es una familia amorosa y respetable”, afirmó con nostalgia y seriedad. “Creo que a nivel social, en una vereda se clamaba por un cambio, por otro lado esa misma gente que quizás incluso pedía un cambio, cuando la noticia fue confirmada, también se sorprendió. Así como cuando se habla de la depresión de un jugador, que no deja de ser un ser humano, nosotros, los entrenadores, somos seres humanos también; creo que a nadie le gusta que le informen que su trabajo queda culminado antes de una fecha, pero en nuestro ambiente es parte de las reglas de juego”, añadió.

¿Cómo era el Proceso Tabárez? “A mí me tocó estar en la parte final, lo que yo me enteré gracias a la convivencia, de los inicios del proceso, lo resumo como un cambio. Como toda transformación viene de la mano con resultados, con variantes, y eso fue el maestro Tabárez en la selección. Una nueva ideología. Era el fútbol como vehículo educativo para la vida, como él lo dice. Generó, puertas adentro del complejo, una metodología de acción donde reinaba la educación, la unión, el orden, la planificación, el trabajo, la dedicación, el profesionalismo, los valores. Todo lo que los libros hablan de Tabárez, eso es puertas adentro”, explicó quien llegó a Uruguay por intermedio de Sebastián Urrutia, el profe que trabajaba con Fabián Coito, cuando en 2018 estaba trabajando junto a Alejandro Cappuccio en Rentistas, equipo del que se fue “entre lágrimas”.

VINCULO. Rey fue a dos Copa América, y fue parte importante de la presente Eliminatoria. En vivo o por las redes sociales mediante fotos, se podía ver en todo momento el buen vínculo que tenía con los futbolistas, muchos de ellos referentes de la Celeste. “Creo que pasa por mi forma de ser, le pongo unas fichas también a ser correlativo a la edad de los jugadores... Acá me pasó que llegué y el primer día me mostraron una foto que andaba a las risas con uno de los arqueros del equipo. Soy carismático, sociable, tengo como un mix de perfiles, ya que al momento del inicio de los trabajos soy serio, pero en donde hay un huequito soy yo, soy Jorge, je. Generé muy buenos vínculos. Con Nico Lodeiro también tengo relación de mensajes, de ir a tomar mate en la casa de él cuando viene. Ahora vinieron acá Luis (Suárez), Fede (Valverde), Josema (Giménez), cuando vinieron los equipos españoles, y yo un día fui a tomar unos mates con ellos. Tengo una buena relación”, contó el preparador físico a Ovación.

A tal punto era bueno el relacionamiento que estuvo la posibilidad latente de seguir en la selección uruguaya: “Hubo charlas para que yo pudiera continuar con el grupo y ser un enlace entre el cuerpo técnico de Tabárez con el nuevo cuerpo técnico de Alonso. Eso era por parte de los jugadores”.

Y explicó por qué no se dio, y cómo terminó en Arabia Saudita: “Cuando salimos de la reunión con el Ejecutivo, a los 10 días me había ido para afuera con Analía (su pareja), llegamos el lunes, bajé la reposera y el mate a la playa, y cuando estaba tomando el primero me llamó Miguel Ángel Russo. Me suena el celular, era un +54, sabía que era de un teléfono de Argentina, y atendí. Yo en ese momento me seguía hablando con los jugadores y con la posibilidad latente de seguir en la selección. Cuando me dijo quién era, no entendía nada, se me paralizó el cuerpo, lo mismo que cuando me llamó José Herrera para estar en la mayor de Uruguay. Él me cuenta que le llegó la oferta de Al Nassr después de su pasaje por Boca y que tiene que rearmar su cuerpo técnico porque sus asistentes decidieron quedarse en Lanús. Había pedido recomendación en Conmebol, y bueno, las puertas del fútbol que uno no sabe cuándo se abren, que le pongo un granito a la forma de ser que tiene cada uno, de caminar derecho, de ser educado, de siempre estar sonriendo, no hablar mal de nadie, preocuparse por ser activo y por servir y no preocuparse por ser importante, ese es un poco mi perfil y el que me permitió llegar hasta acá”.

Rey se asesoró, porque le costaba desprenderse de la posibilidad de seguir en la Celeste y de seguir junto a Tabárez. “Lo hablé con el maestro, llamé al profe Herrera, hablé con Mario Rebollo, llamé a Celso (Otero). Los llamé para aclararle qué era lo que estaba viviendo, para comentarles lo que estaba pasando en paralelo con la AUF y que por un lado me quedaba la espina de no ir al Mundial, pero por otro lado entendía que si la propuesta de continuar hubiera llegado formalmente por parte de la AUF, capaz que yo hubiera dicho que sí y esto no lo hubiera aceptado. Sentía en mí deberles... No una explicación, pero sí unas palabras. Y ta, todos fueron muy claros conmigo, ‘Jorge, tenés que seguir, sos muy joven, tenés una carrera larga por delante’, me reconocieron virtudes, se mostraron a disposición. Además, les pedí referencias de Miguel, el maestro me habló muy bien de él. Cuadraba todo”.

“Sigo en el grupo de WhatsApp del cuerpo técnico de Tabárez. Incluso les mandé fotos y la imagen de la cédula árabe que tengo y ellos me bromeaban como que yo era medio turco, que tuviera cuidado”, contó entre risas.

Jorge Rey tiene contrato hasta mayo, que es cuando termina el campeonato, y llegó a inicios de diciembre ya con el torneo empezado. Viajó lo más rápido que pudo y se sumó a los entrenamientos.

“Estamos viviendo en un hotel, estamos bárbaros. Tenemos un chófer que nos lleva al entrenamiento o para cualquier cosa. A nivel de seguridad estamos impecable, vivimos en Riad, que es la capital. Es una ciudad muy desarrollada, con infraestructura de primer nivel”, contó sobre su vida, un tanto cambiada a la que llevaba en Montevideo. Vive en el hotel junto al ayudante Claudio Úbeda, el entrenador de arqueros Juvenal Rodríguez y el propio Miguel Ángel Russo.

Sobre el idioma que emplea en los entrenamientos, dijo que habla en inglés, pero hay árabes que no saben y hay traductores que los ayudan. En ocasiones, también habla en castellano, producto de que en el plantel están el Pity Martínez, quien supo ser Rey de América en la encuesta de El País, Ramiro Funes Mori, dos brasileños y recientemente llegó el Cabecita Jonathan Rodríguez. “Con Miguel tuvimos charlas sobre la llegada de Jona, pero ya estaba casi que cocinada su incorporación. Me pidieron que me contactara con él para ver cómo andaba, por el tema de los viajes y las fechas, ya que era fin de año. Lo que sí hicimos fue una videollamada para presentarle a Miguel”, reconoció sobre el jugador con el que compartió tiempo en la selección uruguaya.

Quedan 13 fechas para terminar el campeonato y el equipo está segundo en un certamen que tiene 16 equipos, a seis unidades del líder, Al Ittihad. Desde que llegó el nuevo cuerpo técnico a Al Nassr, ganaron los siete partidos que disputaron. También están jugando la Copa del Rey del continente.

“A mi me gusta mucho la planificación, me gusta responder y ocuparme de las demandas de partido. No dejo ningún estímulo al pasar, cuanto mayor contenido se le pueda dar al deportista, después va a tener más variantes para poder rendir. Esa es mi filosofía. Soy exigente y responsable. Tengo ese plus de la llegada al jugador que creo que despierta esa respuesta en el entrenamiento y en la competencia. Acá soy muy respetado por parte de Miguel, de Claudio, por la gente de la institución. Me siento muy cómodo trabajando”, concluye quien supo jugar en las formativas de Montevideo Wanderers como lateral, lugar en el que compartió cancha con Diego Ligüera (ayudante técnico de Martín Ligüera) y también en la Liga Universitaria.

Viernes, 2:00 de la madrugada en Riad. Rey se puso la alarma para ver a la Celeste contra Paraguay; previamente había tomado las precauciones y contrató un paquete que le permitía ver el partido. A pesar de que ya no es más parte de la Celeste, se siente el hincha número uno y ya sabe que, si sigue en Arabia, irá a Catar a ver a sus amigos, si los de Alonso cumplen con el objetivo.