ESPAÑA
El Pistolero brindó una entrevista a la prensa española donde brindó detalles de su salida de Barcelona, el sentir ante la partida de Messi y el detalle particular del penal ante Milan.
Atlético de Madrid enfrentará este sábado a Barcelona por una nueva fecha de la Liga de España. Claro está que para Luis Suárez no será un partido más porque tendrá que medirse al club del que hoy es uno de los tres máximos goleadores de la historia.
En entrevista con el diario Sport de España, de la que se había dado un adelanto este jueves, Suárez no dudó en asegurar que "el Barça es un club que me lo ha dado todo y siempre es especial. Me fichó en un momento complicado en 2014 y siempre le estaré agradecido. Es un club del que te haces hincha y sufres cuando le va mal. Ahora me debo al Atlético de Madrid, donde me siento querido, soy profesional y quiero lo mejor aquí".
Pese a que el elenco culé se encuentra en un momento complicado, el uruguayo prefirió aferrarse a la frase "de que no hay que hacer leña del árbol caído". "Si le das vida un equipo con jugadores de la calidad del Barça, que tienen muchísimo talento y son su experiencia, pueden venirse arriba. Ellos tienen la obligación de ganar todos los torneos y no tenemos que dejar que agarren ánimo porque luego sería difícil bajarlos", confesó.
Al ser consultado sobre la falta de referentes que empieza a tener el conjunto culé remarcó: "Irónicamente Luis Suárez era el que molestaba en el vestuario… Necesitás jugadores con rebeldía y carácter. Somos compañeros, amigos en el vestuario, pero necesitas un jugador que te putee, que lo veas correr, correr y esto contagie. La imagen que dan algunos futbolistas en estos aspectos es que no hay confianza. No hay nadie que quiera contagiar. Es fácil aplaudir y decir vamos, pero tienes que reflejarlo en el campo con actitud, no solo aplaudiendo o hablando".
Si hoy Luis Suárez no está en Barcelona de debe, en gran medida a la decisión que tomaron el entrenador Ronald Koeman y el expresidente Josep Bartomeu. En innegable que hoy el técnico neerlandés está en la cuerda floja y al Pistolero le hicieron una pregunta muy especial: "Los caprichos del fútbol llevan a que mañana, quizá con uno de sus goles se lo pueda ‘cargar’ (echar) en el duelo del Wanda. ¿Ha pensado en ello?".
La respuesta de Lucho fue contundente: "Es el destino. El destino está marcado por diferentes circunstancias". Intentando quitarle trascendencia a lo que pueda ocurrir en Barcelona con su gol, que confesó no celebraría, agregó: "En mi caso venir al Atlético y ser campeón de Liga. Fue el destino. Una gran decisión que tomé, aunque muchos dudaban de que no podía estar a la altura de lo que era la élite, que no podía pelear por cosas importantes y lo logré haciendo cosas importante. Lo que puede pasar el sábado, depender de mi equipo. Si marco un gol, bienvenido sea por el bien del Atlético de Madrid y seguiré demostrando que estoy vigente. En esta clase de partidos, los grandes jugadores deben demostrar para que están.
De todas maneras, no dudo en darle la responsabilidad correspondiente a Koeman y Bartomeu respecto a su partida del conjunto blaugrana con el que llegó a anotar 198 goles.
"Es una mezcla. Lo dije la temporada pasada. Sobre el entrenador, pienso que si tanta personalidad tiene, si tanta autoridad tiene, me demostró algo distinto. Si un día me presento y me dice que no cuenta conmigo y que me tengo que ir por estos motivos, de acuerdo... pero que no me diga que no entro en sus planes y cuando estoy cerrando el fichaje por el Atlético, ya rescindiendo, me comenta que si mañana no se cierra, el domingo me tendría en cuenta en el partido ante el Villarreal…¿cómo? ¿Si no entro en tus planes, me vas a tener en cuenta? Es algo que no me cerraba… Me mandaba entrenar al campo 3-4 como si tuviera 15 años. Me dolió , me molestaba, llegaba llorando a casa por el desprecio. Yo no le falté el respeto en ningún momento, entrenaba, sin una mala cara pese a todo porque soy un profesional. Yo buscaba la mejor solución", confesó.
"Digo que fue una mezcla porque el presidente (Bartomeu) iba informando, filtrando que Suárez era malo para el vestuario, que esto, que lo otro... Lo vi todo en la semana previa al regreso a los entrenamiento y después Koeman me llamó. Me dolió", sostuvo
"Como amigo tenía que actuar, apoyándole, que no estuviera cabizbajo o de bajón. Me sorprendió mucho porque estaba todo arreglado. Leo estaba feliz, compartí vacaciones con él y estaba encantado de la vida. _Me decía ‘acabaré la carrera en el Barcelona, que es lo que siempre quise, el club que me lo ha dado todo y los niños están felices’", contó Luis Suárez respecto a la situación de Messi previo a su partida al PSG.
"De una hora a otra cambió todo. Para mí fue un golpe muy duro por lo que esto significaba para Leo. En ese justo momento no estaba y me fui con él cuando vi lo que sufría. Leo ama al club, debe mucho al Barcelona. Se despidió como un señor, como lo que es. El mejor jugador de la historia del club. Se fue con la incertidumbre de qué habrá pasado porque, obviamente, le han molestado las formas, que todo cambiara de una hora para otra", sostuvo
Pese a que confesó verlo feliz al argentino, reparó en un detalle especial: "Nosotros formamos el mejor tridente", teniendo en cuenta que ahora la Pulga comparte con Neymar y Mbappé y en su momento lo hizo con el norteño y el propio Suárez.
"Da miedo enfrentarlos porque son tres grandísimos jugadores y veremos cuando empiecen a tener la misma sintonía que nosotros tres. Nosotros formamos el mejor tridente, por lo que conseguimos y ganamos. Había alegría, felicidad. Se notaba cuando marcábamos. Cuando compartíamos todo, faltas, penaltis... El hincha disfruta de este tipo de jugadores", manifestó.
El gol en la hora frente al Milan no solo sirvió para que el Atlético de Madrid ganara en Italia, también para que el Pistolero cortara una racha muy larga sin marcar como visitante por Champions League, pero el gol vino con particularidad incluida.
"Se dio una circunstancia que expliqué a mis compañeros. Cuando puse la pelota, tenía decidido cómo le iba a pegar, pero en el medio había un punto blanco que era algo sintético, duro. No podía poner el balón Tenía decidido pegarle por el medio, pero si pensaba que si ponía la pelota delante del punto, en la parte dura, podía salir cualquier cosa. Si la ponía atrás, debía pegarle despacito para que no se me levantara y se fuera. Ésta fue la decisión, pero le pegué suavecito y pasó por debajo el portero. Normalmente la podía picar bien, pero me entró la incertidumbre. Fue la única duda y por suerte entró", confesó.
"Uno lo toma como algo anecdótico, pero tampoco soy ajeno al run-run que se escuchaba desde hace mucho tiempo y que me podía perjudicar, provocando ansiedad o lo que sea. Marcar te deja más tranquilo. Ya no se hablará más. Te hace tener cierto despeje mental y es un alivio", sentenció sobre la racha que cortó.