NACIONAL
Llevaba 24 días sin jugar, volvió a sumar minutos y portó la cinta de capitán, pero estuvo lejos del talentoso jugador que es.
Rodrigo Amaral llevaba cuatro partidos y 24 días sin sumar minutos en Nacional. Su última vez en la cancha había sido el 6 de septiembre, en la goleada 5 a 1 ante Cerro en el Gran Parque Central, cuando entró faltando 10’ para el final.
Nunca más había sido tenido en cuenta por el técnico Gustavo Munúa. Viajó a Venezuela para el partido frente a Estudiantes de Mérida por la Copa Libertadores, pero no ingresó.
Ayer volvió a jugar en el equipo alternativo que colocó el técnico tricolor frente a Racing, justo el club por donde tuvo un pasaje, y lo hizo llevando la cinta de capitán.
Sin embargo, los hinchas tricolores, que se preguntaban por qué no tenía más oportunidades y se ilusionaron anoche con verlo sacar alguna genialidad de su zurda, seguramente entendieron las decisiones de Munúa.
Anoche en el Gran Parque Central, Nacional fue dominado en el primer tiempo, Racing le ganó la mitad de la cancha y Amaral no pudo desequilibrar. De todas maneras, y a pesar de su lentitud, fue de su pies que salieron un par de pelotazos habilitando a sus compañeros que al menos se acercaron al arco de Arias. Así pasó con un pase filtrado a Santiago Rodríguez, quien tuvo una posibilidad mano a mano.
Amaral apenas jugó 9 minutos en el segundo tiempo. Fue sustituido por el juvenil Alfonso Trezza a los 54’ cuando Munúa mandó a la cancha sus primeras tres variantes.
Nacional no jugó bien, Racing le ganó 2-1 en su casa, le quitó el invicto y lo alcanzó en la punta del grupo F. La apuesta de Munúa de jugar sin la mayoría de los titulares no resultó y Rodrigo Amaral no aprovechó su oportunidad. Se lo vio muy lejos del jugador talentoso que es. Y le dio la razón al entrenador por no darle más oportunidades.