EL ADIÓS DEL "LOCO"
El "Loco" jugó su último encuentro profesional con Sud América, agradeció el reconocimiento del mundo del fútbol y dijo que "se cierra la puerta del futbolista y se abre la del entrenador".
Sebastián Abreu se despidió este viernes del fútbol profesional en el duelo que protagonizaron Liverpool y Sud América por la quinta jornada del Torneo Apertura 2021. No fue la mejor despedida para el "Loco" porque su equipo perdió 5-0 ante el negriazul y debió sufrir un hat-trick del "Colo" Ramírez, pero el exdelantero de la selección uruguaya jugó 15 minutos e incluso tuvo un cabezazo sobre el final del partido que contuvo Bava.
Una vez consumado el encuentro, Abreu habló con los medios y, visiblemente conmovido, contó sus sensaciones tras terminar una carrera exitosa de 26 años: "No fue de la manera que uno esperaba (en referencia al resultado ante Liverpool), pero consumado el hecho tengo una felicidad total por la carrera, por haberla terminado en cancha y siendo competitivo", manifestó.
El delantero que deslumbró con goles en 31 equipos diferentes y que pasó a la eternidad tras picar aquel penal ante Ghana que clasificó a una semifinal del mundo a Uruguay, dijo que ahora llegó el momento de visualizar una nueva etapa donde "se cierra una puerta, la del futbolista, y se abre la del entrenador".
Al ser consultado sobre si aquella gesta obtenida en Sudáfrica podría considerarse el momento más importante de su carrera, Abreu respondió que lo más relevante fue su inicio en Minas porque fue lo que lo llevó a tener la carrera que logró. "Aquel niño de Minas pudo conseguir sus sueños y que luego de 26 años deja la etapa profesional", afirmó.
En cuanto a su extensa carrera, el "Loco" reconoció qué era lo que lo motivaba a querer seguir compitiendo a nivel profesional: "Quería que mis hijos tuvieran el registro de ver a su padre jugando, ganando títulos y siendo competitivo", contó quien ahora vivirá una etapa diferente en la que prioriza a su familia. "Ahora viene la etapa de padre, de
apoyarlos, trasladarles el conocimiento y, sobre todo, disfrutar con ellos
cosas que no he vivido en estos 26 años", acotó.
A la hora de contabilizar la totalidad de goles convertidos, Abreu demostró tener las cuentas claras: "851 partidos oficiales y 432 goles convertidos" dentro de los que no ingresa el convertido ante Ghana, pero del que asegura guardar el recuerdo "en la retina y en el corazón".
En última instancia, el dueño de la número 13 manifestó que cumplió su sueño al jugar en el Estadio Juan Antonio Lavalleja de Minas en el primer partido del campeonato, pero que cuando "se cortó la posibilidad de seguir jugando ahí" se preguntó qué más le quedaba por hacer y sintió que se había "vaciado".