CATAR 2022
En nueve encuentros que la Celeste jugó bajo la conducción del maestro, la Canarinha
Siempre se dice en el fútbol que las estadísticas están para romperlas. Y el proceso que lidera el maestro Oscar Washington Tabárez sabe y mucho de esto.
Los logros son varios a lo largo de los 14 años y ocho meses de trabajo y se fueron consiguiendo en base a entrenamientos, partidos y diversas experiencias de un grupo que ya ha tenido varias renovaciones apoyadas en lo hecho por las selecciones juveniles.
Uruguay rompió la racha contra rivales europeos en la Copa del Mundo, ganó por primera vez en la altura de La Paz, lo hizo también en Barranquilla y de la mano de Tabárez volvió a estar en la elite del fútbol mundial.
Pero hay un rival que sigue siendo esquivo para el maestro y su selección: Brasil. El equipo norteño ganó anoche en Montevideo 2-0 y extendió una marca que ahora es de nueve partidos con siete derrotas y dos empates.
Algunas veces se estuvo cerca de romper esa racha y en otras muy lejos, pero más allá de esto, el estilo de juego de la Canarinha sigue siendo algo más que complejo para la Celeste, especialmente por estos tiempos, porque mucho sabe Uruguay de grandes triunfos y hazañas antes los norteños con Maracaná como gesta abanderada en 1950.
Anoche Brasil volvió a demostrar su superioridad, se llevó la victoria de manera más que justificada y logró su tercer triunfo al hilo ante la Celeste y el tercero también como visitante en Montevideo.
Sin lugar a dudas que los norteños siguen siendo una espina clavada para Tabárez y el proceso, pero el entrenador uruguayo seguro sacó conclusiones y sumó una nueva experiencia para preparar la revancha y buscar dar vuelta la página en el próximo enfrentamiento, tal como ya lo supo hacer con Bolivia en La Paz y con Colombia en Barranquilla.