TORNEO CLAUSURA

Peñarol venció 3-1 a Villa Española en el Parque Viera en el partido que abrió la fecha 8 del Torneo Clausura y se afianzó como único líder del certamen, al tiempo que pasó a ocupar el primer lugar de la Tabla Anual, aunque con un partido más que Plaza Colonia, que queda dos puntos detrás y el lunes visita a Cerro Largo.

El partido empezó con Peñarol queriéndole poner vértigo, pero el carbonero fue tan rápido como impreciso. Por eso fue necesario aplicar la famosa frase de Napoleón: "Vísteme despacio que estoy apurado". El que mejor lo interpretó fue Walter Gargano, que en esos primeros minutos (en los que hubo tres amonestados en los primeros 15') había visto cómo el balón le pasaba por al lado sin poder tocarlo. Sin embargo, cuando comenzó a manejarlo, todo cambió a favor del mirasol.

Cruce del Mota al pie de Pablo Ceppelini, centro y peinada de Facundo Torres para mandar el balón al lado del palo. Fue el aviso, porque un minutos más tarde (21') Agustín Canobbio se metió al área, Gustavo Aprile lo bajó y el árbitro Antonio García (que había acertado al dejar seguir tres caídas en el área sin que hubiera falta) señaló correctamente el punto penal. Ceppelini puso el 1-0 a los 23'. Un manto de justicia, porque Peñarol era más ante un Villa Española que no lograba dar dos pases seguidos y abusaba de las faltas para cortar el juego rival.

Y nueve minutos después el aurinegro empezó a liquidar el partido, porque aprovechó que Acevedo quiso cubrir la pelota luego de un pique para dejársela a su arquero, Agustín Álvarez Martínez se anticipó a ambos, se la llevó y marcó con el arco libre.

Peñarol se fue al descanso con una clara y justificada ventaja, ya que refleja la diferencia futbolística que hubo en el campo.

Con el resultado y el trámite del partido a favor, Mauricio Larriera empezó a pensar en el clásico. Por eso Peñarol volvió al complemento con un cambio: Maximiliano Pereira por Giovanni González, quien había visto la amarilla. El técnico no quiso arriesgarlo y se aseguró que esté el próximo domingo.

Pero hay cosas que, por más que se quieran evitar, no se pueden prever. Una de ellas es el puntapié que se llevó Facundo Torres a los 58 minutos y que le valió la roja (bien mostrada) a William Machado, justo cuando Villa Española se había puesto a tiro luego del gol de cabeza anotado por Denis Olivera al aprovechar un centro de Gabriel Albín desde la derecha y el quedo de toda la defensa mirasol para golpear el balón en el área chica.

El puntapié que se llevó Torres llevó a pensar lo peor, porque le dobló el tobillo izquierdo y aunque el aurinegro siguió unos minutos más, no aguantó y pidió el cambio. Preocupación para la semana clásica.

Ese fuerte golpe al joven delantero, que se sumó a la del gol rival, le pegó a todo el equipo, porque perdió se fue del partido, se quedó sin profundidad ni juego asociado. Igualmente no la pasó mal, porque Villa Española al tener un futbolista menos tampoco inquietó. Cuando todo se encaminaba al 2-1, llegó el tanto de la tranquilidad.

Agustín Canobbio sacó un derechazo tremendo a los 84' para poner la pelota en el ángulo y cerrar el partido. Ya estaba hecho el trabajo. Por más que hubo tiempo para un gol anulado por offside desde el VAR, Peñarol se llevó el triunfo, los tres puntos, sacó seis puntos de ventaja en el Clausura, se aseguró llegar como único líder al clásico y se subió a lo más alto de la Anual. Lo puede pasar Plaza Colonia, que jugará el lunes. Y para hacerlo solo le sirve un resultado: ganarle a Cerro Largo en el Goyenola.