COPA LIBERTADORES FUTSAL

Peñarol y Cerro Porteño jugaron por una de las llaves de semifinal de la Copa Libertadores de futsal que se está disputando en el Microestadio Malvinas Argentinas del barrio La Paternal de Buenos Aires, Argentina. El aurinegro venía de avanzar tras dejar por el camino a Barracas Central por 4-2 en tiempo suplementario y el Ciclón de derrotar 4-1 a Panta Walon de Perú. 

En la previa al duelo entre uruguayos y paraguayos, en la otra semifinal, Cascavel de Brasil se impuso 2-1 ante San Lorenzo de Almagro que, sobre el final, sacó arquero-jugador e hizo méritos suficientes para empatar el partido pero entre el travesaño y el arquero Di Fanti se lo negaron y el campeón de la Liga Nacional brasileña está en la final. 

Hubo que esperar casi siete minutos para ver las primeras situaciones claras en el partido. Los venezolanos se destacaban en los dos equipos, Trujillo por el lado de Cerro Porteño y Wilmer Cabarcas, que volvía a la nómina de Peñarol tras la fecha de suspensión. 

En una salida en defensa, el aurinegro se enredó y casi aprovechó el azulgrana pero Mathías Fernández estuvo atento con un certero manotazo para desactivar la bomba. En el arco de enfrente, Wilmer exigió de media vuelta y el arquero González respondió con el pie. 

Los dos equipos sabían lo que se jugaban y, sobre todo, lo que tenían para perder. Las acciones colectivas brillaban por su ausencia y en los dos equipos solo había laguna "patriada" individual. 

Cerro creció llegando al final del primer tiempo con Baéz y Espinoza. El primero intentó con una definición de taco que se fue ancha y el segundo fue quien más exigió a "Pescado" Fernández que voló para tapar un notable tiro libre y a falta de diez segundos le ahogó la apertura al Ciclón. 

Para no ser menos, en el complemento el primero en lucirse fue el arquero Giovanni González. Peñarol salió a jugar con un marcado 3-1 con Cabarcas de pívot descargando para el tiro de los laterales y fue el brasileño Bello que hizo volar al arquero guaraní en la más clara de los primeros cinco minutos. 

El promedio de gol de Nico Martínez según los minutos jugados es buenísimo. Ya había ingresado para marcar uno ante Barracas, y si, repitió ante Cerro Porteño. El pívot trasladó con un control corto sobre la zona central y cruzando la mitad de la cancha y, ante la marca de Gary Ayala, metió un fulminante puntín que el arquero solo pudo seguir con la vista. Golazo. 

Peñarol estaba en ventaja y sabía que, con ese resultado, el resto del partido iba a ser una auténtica batalla. Nacho Salgués se tiró a barrer y pasó de largo pero cortó el pase del jugador de Cerro con la cabeza y "Pescado" Fernández, minutos después, aguantó de pie un remate a quemarropa que envió al córner. 

"Mascota" Catardo, con una habilidad tremenda en los pies, fue como un perro detrás de una pelota, la siguió con obsesión y, si le daban la oportunidad, robaba. Insoportable para Cerro. Peñarol llegó a la quinta infracción colectiva a falta de seis minutos pero este equipo se acostumbró a sufrir. 

El Ciclón movió la pelota muy bien con el ataque de cinco para cuatro pero Peñarol marcó mucho mejor. Hasta consiguió la expulsión de Gary Ayala que cortó una conta con la mano. 

Nacho Cabral pidió minuto de tiempo a falta de un minuto y advirtió que el rival iba a subir la presión, aún con uno menos. Entendieron a la perfección y sobre todo el brasileño Xapa, que había sido protagonista en cuartos de final, y liquidó el partido luego de un giro notable en mitad de cancha, traslado y definición al ángulo. 

Que no le quiten la ilusión. Peñarol sigue soñando despierto, era el primer uruguayo en una semifinal de Libertadores desde que dejó de jugarse por zonas y ahora, buscará hacer historia en la final ante Cascavel de Brasil el domingo. El aurinegro ya lo enfrentó en el grupo.