EGIPTO 2021
El entrenador de la Celeste analizó lo que dejó la primera participación del equipo masculino en un Mundial de la categoría mayores.
Enfrentar a grandes potencias del handball, poder competir, jugar, demostrar, disfrutar, aprender y crecer eran los principales objetivos de Uruguay antes de disputar su primer Mundial masculino en la historia.
El equipo de Jorge Botejara cumplió. Los jugadores dejaron todo y hasta cantaron el Himno Nacional a capela debido a fallas en el sonido del estadio. Pero más allá de eso, la Celeste le hizo frente a equipos de primer nivel internacional, fue competitiva y sentó un precedente a futuro.
“Nos vamos con sensaciones positivas. Por una parte están los resultados, que son absolutos como dicen, y perdimos por diferencias importantes siempre. Pero por otra parte esta nuestra capacidad de producir juego tanto en defensa como en ataque que fue correcta. Y, evidentemente, hay una diferencia marcada entre equipos profesionales y equipos generosamente semi amateur, se podría decir, pero nosotros básicamente somos amateur”, le contó Botejara a Ovación tras el encuentro que Brasil le ganó a Uruguay por 37 a 17 en El Cairo.
Acerca de las diferencias, el entrenador fue claro y explicó que “el amateurismo en principio no es ningún problema. El verdadero problema que arrastramos nosotros en el handball uruguayo es la falta de condiciones para entrenar adecuadamente. Por eso en la medida que no podamos tener el volumen requerido de entrenamientos está muy complicado progresar”.
La selección uruguaya enfrentó a Alemania, Hungría, Polonia, España y Brasil para terminar en el puesto 24 de 32 participantes en Egipto.
Botejara tiene más de 20 años al frente de los procesos de selecciones y cerró diciendo que “el balance es positivo. Esperamos poder seguir peleando clasificaciones al Mundial. Nos importa eso y ojalá que esto tenga un efecto positivo para el handball masculino y femenino en todas las categorías. Sabemos que hubo un seguimiento grande de este Mundial en Uruguay y esperamos que estén conformes porque desde el lugar de la entrega, como uruguayos que somos, no nos faltó nada”.
La Celeste emprende hoy el regreso desde El Cairo a Buenos Aires en avión con escalas en Roma y Madrid. A Montevideo llegará en ómnibus mañana por la noche desde la capital de Argentina.