ANÁLISIS

En la madrugada de este viernes Uruguay jugó el primer amistoso de la Era de Diego Alonsoy lo ganó con autoridad 3-0 contra México en Arizona por el doblete de Edinson Cavani (46' y 53') y el tanto de Matías Vecino (34') en un encuentro donde brillaron varias individualidades. 

El arquero celeste tuvo muy poco trabajo, pero las pocas veces que intervino en el juego lo hizo con seguridad. Con la excepción de un pase que se le fue afuera, después también jugó muy bien con los pies. Hace cinco partidos que es el guardameta titular de la selección y apenas le han anotado un gol.

Fue de los puntos más flacos que tuvo la Celeste ya que mientras estuvo en cancha le ganaron un par de veces la espalda y México insistió a atacar por ese sector con Angulo y Corona. En el minuto 29 salió lesionado (en principio por una pubalgia), y entró Damián Suárez. 

Rendimiento parejo del zaguero uruguayo, sacando varias pelotas por arriba. Debe tener precaución con alguna salida arriesgada que suele realizar. 

En general, cada vez que es llamado a actuar por la selección, el capitán del Sporting Lisboa responde con actuaciones seguras y en la madrugada de este viernes no fue la excepción. Se lo nota muy sereno a la hora de jugar. También sacó varias pelotas en el juego aéreo. 

No fue un partido de gran destaque para el lateral izquierdo recientemente vendido al Napoli. Es que el juego fue mucho por derecha. A pesar de ello, no tuvo grietas en la marca y volvió a transmitir seguridad en la retaguardia. 

Jugó como volante tapón en el inicial 4-1-4-1 y lo hizo en gran forma, ocupando los espacios, respaldando a sus compañeros, recuperando un sinfín de pelotas y jugando el balón con criterio. Está en un momento estupendo. 

Fue una de las figuras que tuvo Uruguay. Ganó varios mano a mano jugando duelos con el lateral y teniendo la convicción de que los iba a ganar, en algo que le gusta a Diego Alonso. Generó el córner para el primer gol de la Celeste y dio el pase para el primer tanto de Cavani. 

Fue de menos a más en el juego, y terminó con un nivel superlativo. Pateó en un par de ocasiones al arco, pegó una pelota en el palo y realizó un tremendo desgaste. Llegó tras ser campeón de la Champions con Real Madrid el sábado y de los posteriores festejos con los Merengues y no solo fue titular, sino que jugó los 90 minutos. 

Partidazo del volante central, que esta madrugada jugó unos metros más arriba, en la misma línea que Valverde. Recuperó muchos balones, se lo vio muy bien físicamente y llegó constantemente al área rival. Puso el primer gol del partido anticipándose al marcador y a Josema, dejó pasar la pelota y arrastró marcas en el segundo gol y fue protagonista del duelo. 

Algo similar al concepto de Olivera: como Uruguay encontró el desequilibrio por la derecha, quedó un poco más aislado del juego, al menos en la fase ofensiva. Igualmente, fue importante en el retroceso y jugó la pelota con simpleza. 

El Matador está vigente. Tuvo dos ocasiones de gol y ambas terminaron en el fondo de la red con definiciones certeras y difíciles para el arquero para llegar a los 56 goles en la selección uruguaya. El segundo de sus goles fue desde más lejos, pero con mucha precisión. Además, realizó su habitual desgaste. 

Muy buen ingreso del lateral derecho, que sin lugar a dudas es pieza importante del Tornado porque en los cinco partidos de este proceso tuvo minutos. Marcó con criterio y le metió el pase para el segundo gol del salteño.