ESTRENO
"Regreso a Hogwarts" se estrenó el 1 de enero en HBO Max, y reencuentra a Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint y más actores y directores
A la era audiovisual del “re”, marcada por las remakes, los reboots, la remasterización de archivo histórico (Get Back sobre los Beatles, por ejemplo) y la reimaginación de mundos o historias ya conocidas, la pandemia le agregó el fenómeno de las reuniones.
Lo primero fueron videoconferencias armadas a través de Zoom que volvieron a encontrar, en un mismo espacio virtual, a elencos completos y en muchos casos, para recaudar fondos para causas benéficas o asociadas al impacto del coronavirus. Luego vinieron algunos eventos largamente postergados, como el de Friends, una promesa que los fanáticos de la serie esperaban que alguien les cumpliera hacía tiempo. Y ahora llegó el reencuentro de la familia de Harry Potter.
El anuncio lo dio HBO hace cuestión de semanas: para empezar 2022, cuando ya se habían cumplido 20 años del inicio de la saga cinematográfica y 10 de su cierre, actores, actrices y directores que contribuyeron al desarrollo de este universo fantástico volverían a juntarse. No solo se verían las caras otra vez sino que, para agregarle épica y emotividad al asunto, todo ocurriría en las locaciones originales de las películas: sería un regreso a Hogwarts, una experiencia completa.
El especial llegó a HBO Max el 1 de enero y con una hora y poco más de 40 minutos de duración, se convirtió en una demostración en sí mismo. Una demostración de por dónde deberían hacerse los reencuentros de los protagonistas de ficciones icónicas. Una demostración de la magnitud de Harry Potter como acontecimiento cultural. Y una demostración de cómo, una vez cada mucho tiempo, todas las piezas encastran de manera tal que hacer historia es posible. O a lo mejor todo se debe a la magia.
Presencias y ausencias de "Regreso a Hogwarts"
El gran diferencial de Regreso a Hogwarts es que fue planteado como una pieza más dentro del universo de las películas de Harry Potter. La forma en que el relato está articulado, la manera en la que se dan los encuentros, los espacios que ocupan para tener ciertas conversaciones, la naturalidad con la que se intercalan escenas de backstage con tomas de los films y este nuevo contenido. Todo se adapta a la estética de lo ya hecho y en eso, nadie interfiere: sin necesidad de entrevistador o presentador, Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, o sea Harry Potter, Hermione Granger y Ron Weasley, llevan las riendas de esta entrega a pura lucidez, buena compañía y mucho corazón.
Helena Bonham Carter (Bellatrix Lestrange), Gary Oldman (Sirius Black), Tom Felton (Draco Malfoy), James y Oliver Phelps (los gemelos Weasley), Bonnie Wright (Ginny Weasley), Ralph Fiennes (Voldemort), Robbie Coltrane (Rubeus Hagrid), Matthew Lewis (Neville Longbottom), y Jason Isaac (Lucius Malfoy) son algunos de los que aparecen en la reunión. También están los directores Chris Columbus (responsable de las dos primeras entregas de la saga), Alfonso Cuarón (dirigió la tercera), Mike Newell (la cuarta) y David Yates, que hizo las cuatro últimas.
O bien brindan testimonio a cámara, o bien interactúan con sus actores o visitan los antiguos sets, habitaciones y espacios por donde el tiempo no ha pasado en absoluto.
La ausencia destacada es la de la autora de los libros de Harry Potter, J. K. Rowling, que aparece solo mediante el archivo de una entrevista hecha en 2019. Rowling ha sido acusada públicamente de transfóbica tras poner en tela de juicio la identidad de las mujeres transexules; Watson y Radcliffe, también públicamente, rechazaron sus opiniones.
Aunque el diminutivo “Jo” con el que la suelen nombrar aporta un tono cariñoso, la presencia de Rowling es tratada con frialdad durante Regreso a Hogwarts y ella, incluso, no se ha expresado respecto a este estreno.
Sin embargo, el resto del especial es todo afecto y sensibilidad y eso se acentúan fuertemente cuando se habla de los que ya no están. Para actores como Richard Harris (Albus Dumbledore), Helen McCrory (Narcissa Malfoy) y Alan Rickman (Severus Snape) que, entre otros, fallecieron en las últimas dos décadas, solo hay palabras de amor y buenos recuerdos. Los extractos de las películas, las frases tomadas de los guiones, ayudan a completar la narrativa para enfatizar, en todo momento, que el mundo Harry Potter es igual de fuerte fuera de los términos de la ficción.
La emoción y las confesiones del especial
Las de algunas figuras no son las únicas ausencias de Regreso a Hogwarts. En su ambición de reunir tanta información y cubrir los frentes confesionales, reflexivos, graciosos, reveladores y anecdóticos, hay voces que suenan demasiado poco, lugares que apenas se exploran o sets que ameritaban ser mirados de otra manera.
Sin embargo, el especial funciona por lo conmovedor que resulta ver Harry Potter desde adentro, en primera persona y con la perspectiva del tiempo. Sí, se descubren amoríos inesperados —aunque sea platónicos, como el de Emma Watson con Tom Felton o el de Radcliffe con la propia Helena Bonham-Carter—, angustias importantes (Watson consideró abandonar la saga, agobiada por el peso de la fama) y hasta accidentes que terminaron con un director con las costillas fracturadas. Pero lo que prima es otra cosa.
Es ver, desde la adultez, cómo algo que comenzó como una aventura para niños logró transformar la vida de miles y miles de personas alrededor del mundo. Cómo Harry Potter se convirtió en una familia gigante, inmensa, que fue y es mucho más que una saga de películas que alcanzaron el éxito.