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La escritora fue al programa de Canal 12 para hacer un descargo respecto a la carta que redactó, para pedir la liberación de condenados por delitos de lesa humanidad
Mercedes Vigil estuvo este jueves en Esta boca es mía (La Tele), luego de comunicarse con la conductora Victoria Rodríguez para pedir una suerte de derecho a réplica. La escritora quería abordar el tema que se había tratado en la emisión del miércoles, referido a la carta que ella y un grupo de personas enviaron al presidente de la República, Luis Lacalle Pou, para pedir por la liberación de los presos condenados por delitos cometidos durante la dictadura y recluidos en la cárcel de Domingo Arena.
Vigil comenzó su descargo diciendo: "No conozco a nadie que esté en Domingo Arena y tampoco tengo mucho que ver con el Movimiento Tupamaro, si bien dos primos míos, Mauricio y Gonzalo Vigil Grompone, fueron los que volaron el Bowling (Club de Carrasco, en 1970)".
La escritora hizo hincapié en reiteradas oportunidades en que ella "jugaba a la rayuela" en tiempos de la dictadura, para aludir a la edad que tenía. Sobre los redactores de la carta, dijo: "No solo somos personas que jugábamos a la rayuela en aquella época, sino que no tenemos familiares de un lado ni del otro y nos centramos en el respeto al Estado de derecho". Y luego agregó: "Veo desfilar a los integrantes de los dos bandos y noto que hay un anclaje en el pasado".
En ese momento, Victoria Rodríguez le preguntó sobre cómo salir de ese "anclaje al pasado" cuando hay desaparecidos y por ende, personas que no tienen dónde llorar a sus familiares.
Allí Vigil dijo: "El anclaje en el pasado no puede ser en el dolor. Es terrible tener un familiar desaparecido y no poder llorarlo, pero también que tengas un padre apolítico y que te vaya a ver a una maternidad y que lo maten. No podemos discutir eso, cuál dolor, quién torturaba peor".
Además, se refirió a la emisión del miércoles de Esta boca es mía y criticó: "Ayer se dejó entrever que los presos que están en Domingo Arena son violadores y asesinos, cayendo en el mismo error que cayeron a la salida de la dictadura, los representantes de los represores. (...) La violencia es mala y la quita de libertades también, pero me parece que se está dando una mirada hemipléjica ya hace 30 años, desconociendo lo que pensamos la mayoría" de los uruguayos.
Luego enfatizó, en un descargo inicial que rondó los 15 minutos: "Lo que se dejó entrever en el programa de ayer es absolutamente falso. No hay violadores, no hay asesinos, es más, hay presos que en la época de la dictadura tenían 15 y 16 años y eran los famosos 'paisanitos' del interior que se acercan a los cuarteles porque son pobres".