BienPro: un programa creado para cuando los médicos se transforman en pacientes

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médico en consulta

SALUD

¿Quién cuida la salud mental de los médicos? La respuesta está en el programa Bienestar Profesional, creado por el Colegio Médico del Uruguay para atender a estos profesionales de la salud.

¿Quién cuida a los que cuidan? Una pregunta que muchas veces pasa desapercibida para los pacientes, que olvidan que los médicosque los atienden también pueden padecer problemas de salud y es necesario que encuentren un espacio que los contemple.

A eso apunta el Programa de Bienestar Profesional (BienPro), que en Uruguay surgió en 2016 y es, luego de los programas del Colegio Médico de Buenos Aires y de Rosario (Argentina), el más antiguo que existe en la región.

La iniciativa partió del entonces presidente del Colegio Médico del Uruguay (CMU), Néstor Campos, quien, motivado por la visita de expertos en el tema de los Estados Unidos y por el contacto con profesionales españoles de larga experiencia en la materia, resolvió crear un grupo de trabajo para desarrollar un programa que atendiera fundamentalmente la salud mentalde los médicos.
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Hay que tener en cuenta que estos profesionales presentan una alta prevalencia de problemas de salud mental, en especial trastornos del estado de ánimo, estrés y burn-out (desgaste profesional), consumo problemático de sustancias adictivas y casos de suicidio.
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Campos eligió al psiquiatra e internista Juan Dapueto para ser el coordinador del proyecto inspirado en el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME, España).

“A los tres meses teníamos un preproyecto y se hicieron teleconferencias con  Serafín Romero, entonces presidente de la Organización Médica Colegial de España y del PAIME (lo sigue siendo), programa que se generó en Barcelona en 1998 y en 2002 se extendió a toda España. Romero incluso vino al Uruguay para una segunda etapa”, contó Dapueto.

Programa galardonado internacionalmente

En el último congreso del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (Murcia, 2019), BienPro ganó el premio en Prevención y Educación.

Claves.

La fundamentación de la creación del BienPro deriva de dos preguntas básicas.

La primera es: ¿por qué debía existir un programa específico de salud mental para médicos si estos podían recurrir a su prestador de salud habitual? “Los médicos nos atendemos en los mismos lugares en los que trabajamos frecuentemente, entonces no queremos encontrarnos con un paciente o un familiar de un paciente en la sala de espera. El médico no quiere toparse con gente que lo reconozca y mucho menos cuando tiene un problema de salud mental”, explicó Dapueto sobre el miedo del profesional a ser estigmatizado o discriminado.

En los médicos, los problemas de salud mental responden a factores predisponentes, que quiere decir que cada persona tiene su propia vulnerabilidad; precipitantes, que en el médico se vinculan con sus formas y condiciones de trabajo y de vida, y perpetuantes.

“Entre estos últimos hay algo que tiene que ver con la cultura de la medicina y es que los médicos nos consideramos a veces una especie de Superman o Supermujer. Se cree que no nos enfermamos, que no precisamos doctores, hacemos consulta de pasillo, nos automedicamos, nos cuesta reconocer los problemas de salud mental. Entonces no se consulta”, apuntó Dapueto.

Eso explica por qué, al inicio, la respuesta al problema tenía que estar por fuera del prestador de salud del consultante.

Es ahí que surge la segunda pregunta: ¿por qué el BienPro debía estar radicado en el Colegio Médico? “El Colegio asegura la máxima confidencialidad, es una institución prestigiosa que puede brindarle respaldo al profesional. No queremos que ningún médico pierda su trabajo por tener un problema de salud mental”, respondió el coordinador.

La vía rápida que antes aparecía como solución era separar al paciente de su cargo. “Un médico que pierde su trabajo no sabe qué hacer porque los médicos no sabemos hacer otra cosa que ser médicos, la mayoría por lo pronto. Entonces perder el trabajo es una calamidad”, detalló Dapueto.

Un aspecto fundamental a considerar es que los médicos cuentan con poco soporte social. Tienen poco tiempo libre y pocas actividades sociales; eso los aísla bastante. “Los únicos contactos que tenemos son compañeros de trabajo y, cuando enfermamos, a muchos nos falta el soporte de los amigos, incluso de la familia. Para cultivar la amistad hay que dedicarle tiempo, entonces hay que tener un adecuado balance trabajo-tiempo libre. En el caso de las médicas es más complejo todavía porque tienen muchas responsabilidades hogareñas que no tienen los varones”, dijo.

Al instante: las recetas médicas de los pacientes se subirán a una plataforma en internet, a la que se podrá acceder desde cualquier farmacia.
Las llamadas se atienden en 24 horas y se agendan consultas en el correr de la semana.

Atención gratuita y varias líneas de consulta

Para consultar a BienPro existe la línea 0800-BIEN, además del WhatsApp 092 235071. En ambos casos se puede dejar un mensaje solo con nombre de pila y un número de teléfono. La consulta la puede hacer el propio interesado o un familiar o allegado (colega, superior jerárquico, responsable de una institución). El servicio de BienPro, que se brinda con el total consentimiento del médico, es gratuito (lo financia el Colegio Médico del Uruguay). Incluye solo la atención profesional, todo lo extra (exámenes, medicamentos, paraclínica) corre por cuenta del paciente o de su prestador de salud. “BienPro hace algo que es muy difícil de hacer en el entorno mutual e incluso en los seguros privados que es la articulación, el intercambio entre los profesionales”, destacó Dapueto. Agregó que todas las actividades de este año están orientadas a la educación en la prevención. Los temas serán: suicidio (setiembre), alcohol (octubre) y cannabis (noviembre).

Pasos.

Lo primero que hace el BienProes captar al médico y darle un ámbito seguro para que consulte asegurando la máxima confidencialidad. La Unidad de Recepción está a cargo de la psicóloga Eloísa Klasse, que es la única que sabe la identidad del paciente, el resto solo lo conocerá por un alias. Ella le explica todo el proceso y responsabilidades de las partes.

Ni bien el interesado se comunica, se lo contacta en el correr de las siguientes 24 horas y se le agenda consulta con un especialista en una semana. Hay tres psiquiatras a disposición: una para trastornos de humor, estado de ánimo y psicosociales; otra para consumo de sustancias y la tercera para los trastornos psiquiátricos más graves y persistentes. A ellas se suman una psicóloga que se ocupa de las intervenciones psicoterapéuticas y una asistente social para problemas sociales.

“Se trata de una atención psiquiátrica primaria hasta tanto el paciente se conecte con el psiquiatra o psicoterapeuta de su prestador de salud”, aclaró Dapueto. Lo que asegura el BienPro es que mantendrá un seguimiento del caso de manera de motivar al paciente. Eso se traduce en llamados telefónicos periódicos para los casos más serios; los más leves suelen resolverse en dos o tres semanas.

También discute con la Unidad de Medicina Laboral o con el empleador cuál es la mejor forma de reinserción laboral. “Se estudia cuándo es el mejor momento para volver al trabajo, cuáles son las tareas que implican un riesgo o cómo se puede alivianar la carga si hay un trastorno depresivo”, detalló Dapueto.

El psiquiatra subrayó que el objetivo final del BienPro es “protegernos a todos: al médico, para que no se mande una macana; al paciente y al sistema de salud. Nuestro lema es ‘cuidando de los médicos, cuidamos de todos’”.

La pandemia no agravó lo que ya se daba

“El momento inicial fue de muchísima alarma y en esa alarma aparecieron un montón de servicios para que las personas consultaran”, contó el Dr. Juan Dapueto sobre las acciones emprendidas por BienPro ni bien llegó a Uruguay la COVID-19. Finalmente la pandemia no golpeó como se temía, “esperábamos cuestiones muy dramáticas como las de España”, dijo el especialista. El peor pronóstico se diluyó, pero para entonces BienPro ya había pasado toda su atención a teleasistencia y se atendían en el mismo día a los médicos con problemas derivados de la pandemia. “Tuvimos muy pocas llamadas, pero eso pasó en general en todos los servicios”, acotó Dapueto.
Las consultas vinculadas al nuevo coronavirus tuvieron que ver con el insomnio y el aumento del consumo de benzodiacepinas para dormir. “Recibimos el caso de un médico que experimentó un malestar psicológico muy grave por ser discriminado por ese temor de que los médicos somos un vector de contagio”, contó el psiquiatra. Además, BienPro puso en marcha el Grupo de Apoyo Emocional para Médicos Afectados con el COVID-19. “Hubo alguna reunión, pero fueron muy poquitos”, contó. También se hizo mucha campaña educativa, como una mesa redonda con colegas españoles. Señaló que sí recibieron muchas llamadas de gente que se preocupó porque dejó de ver a determinados colegas. “Hubo que aumentar el seguimiento porque tuvimos miedo de que médicos con algún problema de salud mental, solos, con mal soporte social y familiar y aislados, atentaran contra su vida o se agravaran”. Agregó que hubo algunas recaídas en el consumo de sustancias porque era imposible seguir un tratamiento en el que se apuesta a la recreación y el ejercicio físico, suspendidos por la emergencia sanitaria.

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