Bronquiectasias: enfermedades respiratorias que pueden tardar años en diagnosticarse

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Bronquiectasias

SALUD

Se definen por bronquios dilatados en forma permanente y a veces se las puede confundir con otras enfermedades respiratorias, como asma o EPOC. Posibles tratamientos: fisioterapia o antibióticos.

Mucha tos, expectoración, flemas, sangrado de las vías respiratorias, falta de aire, silbidos en el pecho e infecciones respiratorias que se repiten pueden estar alertando de que lo que se padece no se trata de una enfermedad pasajera. Tampoco es asma, EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) o neumonía.

¿Entonces qué es? Puede tratatarse de las llamadas enfermedades bronquiectasias, que son enfermedades respiratorias crónicas que se definen por bronquios dilatados en forma permanente.

“Los bronquios son estructuras tubulares y cilíndricas encargadas de llevar el aire hacia el pulmón. Cuando se dilatan eso determina que las secreciones respiratorias se estanquen en ellos, se colonizan por bacterias y ahí crecen gérmenes. Ese es un poco el mecanismo de la enfermedad”, explicó a El País la neumóloga Lucía Fernández, profesora adjunta de la Cátedra de Neumología de la Universidad de la República.

El problema de estas enfermedades es que no tienen una sintomatología característica que permita diagnosticar con seguridad “esto es una bronquiectasia”. Suelen solapar síntomas con otras enfermedades respiratorias crónicas y eso dificulta su identificación.

“Se confunden sobre todo con el asma en la infancia y con el EPOC en la edad adulta. Hay pacientes que dicen que tienen neumonías recurrentes y en realidad no lo son, son bronquiectasias”, señaló Fernández.

Agregó que en sus manifestaciones más características, como son toser y expectorar, lo que hacen es afectar la calidad de vida del paciente.

Muchas veces obligan a una internación porque los pacientes tienen fiebre y pasan mal.

Bronquiectasias
En la imagen se puede apreciar la diferencia entre un bronquio sano y otro con bronquiectasia.

Escenario

Fernández indicó que existen múltiples causas para estas patologías, pero que “hay un porcentaje, más o menos un tercio, de las que no se encuentra la causa”.

La causa más frecuente es que la patología aparezca como secuela de una infección respiratoria significativa importante.

“No cualquier infección respiratoria te va a dejar una bronquiectasia, en las que más se ve es en la tuberculosis y post tuberculosis”, aclaró.

Indicó, por ejemplo, que hasta el momento no se ha visto que aparezcan como secuela del covid.

“En los niños otra enfermedad que da bronquiectasia es la fibrosis quística, pero en general se diagnostica en la infancia”, señaló la neumóloga.

Suele ocurrir también que lleguen pacientes diagnosticados por error con otra enfermedad respiratoria crónica dado que los síntomas son parecidos, por lo cual realizar un diagnóstico correcto es clave para poder definir el tratamiento (ver recuadro).

“Por eso la importancia que tiene, cuando aparecen estos síntomas, de aumentar la sospecha de esta enfermedad para que el paciente sea derivado al neumólogo y ahí se pida el estudio necesario para hacer un diagnóstico precoz y de esa manera iniciar un tratamiento también precoz. Porque en general lo que nos pasa es que se hace un diagnóstico muy tardío y a veces son pacientes que llevan años con síntomas”, alertó.

En el Hospital Maciel funciona una clínica especializada

Desde 2018 existe en el Hospital Maciel una Policlínica de Bronquiectasias dependiente de la Cátedra de Neumología de la Universidad de la República.

“Funciona una vez por semana y atiende a pacientes con bronquiectasias no fibroquísticas. La fibrosis quística se atiende en el BPS”, explicó la neumóloga Lucía Fernández.

Se atiende a pacientes de todo el país, fundamentalmente de ASSE (Administración Nacional de los Servicios de Salud del Estado).

La especialista indicó que lo que más se ve es el diagnóstico tardío, de pacientes que llevan años con esta enfermedad, algunos con síntomas desde la infancia y no diagnosticados. Se logra mejorarlos con un tratamiento dirigido a la calidad de vida y a disminuir las internaciones.

Bronquiectasias

Diagnóstico.

La tomografía de tórax es el estudio que define la localización y características de las bronquiectasias. La puede solicitar tanto el médico general como el neumólogo y será el imagenólogo el que informe el diagnóstico y de acuerdo a eso se proceda.

Además, es de suma importancia contar con cultivo de la expectoración y los estudios de función pulmonar.

“El diagnóstico tardío es una cosa que vemos mucho, de pacientes que llevan años con esta enfermedad, algunos con síntomas desde la infancia sin ser diagnosticados. Los recibimos con problemas para respirar, con los bronquios tapados… ya con enfermedades muy avanzadas que se podrían haber prevenido si se hubiera hecho un diagnóstico más oportuno”, destacó Fernández.

La neumóloga agregó que como factores de riesgo se puede mencionar “en general a cualquiera de las etologías que predispongan a las bronquiectasias, como puede ser la falta de anticuerpos o una tuberculosis con secuelas”.

También la pueden desarrollar los pacientes con EPOC, que es la enfermedad del fumador.

“Son enfermedades que se ven más en edades más avanzadas. Cuanto más avanzada es la edad de la población, mayor es la prevalencia, pero se pueden dar en niños también”, dijo Fernández.

La especialista remarcó que “lo importante es encontrar causas tratables porque así podemos cortar la enfermedad, evitar que siga progresando y detener el ciclo”.

Tratamiento: Fisioterapia, dilatadores, antibióticos

Los pilares terapéuticos van dirigidos a disminuir la mucosidad bronquial (fisioterapia respiratoria, broncodilatadores y otros); prevenir y tratar las infecciones, así como buscar las posibles causas y su tratamiento siempre que sea posible.

Hay que tener presente que existen múltiples causas y que hasta un tercio de ellas no se encuentran. “Antes las bronquiectasias eran una enfermedad olvidada porque no había nada para hacer. Hoy por suerte hay muchas herramientas para el tratamiento”, destacó la neumóloga Lucía Fernández.

Detalló que el pilar fundamental es “ayudar a drenar las secreciones estancadas y así cortás con el ciclo vicioso de secreción estancada, organismos que crecen en la secreción estancada y eso genera infección, la infección dilata más el bronquio porque lo debilita, entonces hay más secreciones estancadas”.

Lo que se hace sobre todo es fisioterapia, pero también hay medicamentos que ayudan a que la secreción sea más fácil de sacar.

Otro mecanismo es encontrar las bacterias que tiene el paciente en las secreciones y tratarlo con antibióticos dirigidos a esas bacterias. “Con todo eso evitamos la internación”, destacó Fernández.

Bronquiectasias

Enfermedad olvidada que se descubrió por el 1800

“Históricamente se decía que era una enfermedad como huérfana u olvidada. Se descubrió en el 1800, por la misma persona que inventó el estetoscopio, René Laënnec”, contó la especialista Lucía Fernández sobre las bronquiectasias.

Añadió que en esa época se consideraba una enfermedad rarísima, “pero hoy se vio que es mucho más prevalente de lo que se pensaba porque hay mucho más acceso a la tomografía, entonces es más fácil de diagnosticar y la encontramos con más frecuencia”.

Se dice que en América la padecen 700 cada 100 mil habitantes. La prevalencia real se desconoce.

Este año se celebró por primera vez el Día Mundial de las Bronquiectasias, que fue fijado para el 1° de julio. Tiene como objetivo aumentar la conciencia mundial sobre esta condición y ayudar a las personas a través de la educación.

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