SALUD
Los casos de cáncer colo-rectal están aumentando en el último tiempo, situación que se vio empeorada por la pandemia porque bajaron las consultas y eso afectó la necesaria detección precoz.
En Uruguay el cáncer colo-rectal ocupa el segundo lugar de incidencia y mortalidad por cáncer en la mujery el tercer lugar en el hombre; para ambos sexos reunidos se encuentra en segundo lugar.
“La percepción que tenemos es que cada vez van aumentando más los casos, la incidencia es mayor”, señaló a El País el doctor Marcelo Laurini a propósito de su experiencia como cirujano en Médica Uruguaya.
Para colmo de males, durante la pandemia se registró una caída en la realización de los exámenes de detección precoz, lo cual seguramente empeore la situación en los próximos años.
“De hecho nosotros ya estamos viendo pacientes con enfermedades más avanzadas, con enfermedad más metastásica y cáncer más sintomático”, agregó el especialista.
Como pasa en la mayoría de los cánceres, el diagnóstico precoz es clave para tratar la enfermedad a tiempo y en muchos casos lograr su cura o una mayor sobrevida.
¿Qué origina el cáncer de colon? Laurini explicó que se trata de una enfermedad genética. Hay formas que son esporádicas y que se dan a través de mutaciones de genes que ocurren a lo largo de la vida del paciente (por lo general después de los 50 años) y luego está el cáncer hereditario, en el que la persona ya nace con alteraciones genéticas que heredó de sus padres y eso lleva a que desarrolle la enfermedad a edad más temprana.
A esto se suman los factores de riesgo que tienen que ver con el estilo de vida de la persona, es decir la obesidad, el consumo de alimentos ultra procesados, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol o el sedentarismo.
También importa el historial del paciente en cuanto a enfermedades inflamatorias de colon (colitis ulcerosa crónica o enfermedad de Crohn) o antecedentes personales o familiares de cáncer colo-rectal o lesiones pre malignas (pólipos adenomatosos), cáncer de mama, de ovario o de endometrio.
Uruguay: dos mil casos por año, la mitad muere
En Uruguay el cáncer constituye la segunda causa de muerte luego de las enfermedades del aparato circulatorio, con un 24% del total de defunciones. Eso significa que una de cada cuatro personas fallece a consecuencia del cáncer.
El cáncer colo-rectal es una patología de alta incidencia y mortalidad tanto a nivel mundial como en nuestro país. En Uruguay se detectan alrededor de 2 mil casos de cáncer de colon por año y mueren mil personas por esta causa. Aproximadamente el 4% de los uruguayos serán diagnosticados con cáncer colo-rectal a lo largo de la vida.
Representa el tercer cáncer más frecuente y la segunda causa de muerte por cáncer luego del carcinoma de pulmón. El 90% ocurre en mayores de 50 años.
Si se detecta anticipadamente con frecuencia es curable.
Durante la pandemia de covid-19 se registró una reducción de la realización de los exámenes de detección precoz. Se recomienda a la población volver a las consultas para prevenirlo (Fuente: MSP).
Diagnosticar a tiempo.
“El secreto está en la detección precoz”, manifestó Laurini al ser consultado sobre el abordaje del cáncer de colon.
“Más de la mitad de los casos de cáncer de colon y de recto se diagnostican en etapas avanzadas, en estadíos 3 y 4, que es cuando ya tenés desarrollado el cáncer, que incluso dio metástasis. Ahí el pronóstico es más malo porque, por más que vos lo trates, la sobrevida a 5 años disminuye notoriamente”, añadió.
Para tener presente, si el cáncer se diagnostica en estadio 1 las tasas de supervivencia relativa a 5 años superan el 90%, lo cual se reduce notoriamente en caso de enfermedad diseminada, incluso con las nuevas terapias.
En la población asintomática, que viene a ser la población en general (sin factores de riesgo mayores), “la mejor estrategia es utilizar la detección de sangre oculta en materia fecal, el famoso fecatest”, indicó Laurini.
Como la mayor incidencia de este cáncer se produce entre los 50 y los 74 años de edad, se recomienda comenzar a realizar este test a los 50 años y, en caso de no detectar ninguna anormalidad, repetirlo cada dos años.
Si el test resulta positivo el paciente debe ser estudiado con una fibrocolonoscopía.
“Es el estudio que te permite hacer diagnóstico e incluso poder tratar algunas lesiones en el momento porque la mayor parte de los pólipos se sacan por endoscopía”, detalló el cirujano.
Teniendo en cuenta esto último otra estrategia podría ser hacer la fibrocolonoscopía a todo el mundo y saltear el fecatest, pero es algo que los sistemas de salud no podrían afrontar.
“Tampoco es una estrategia muy racional porque la endoscopía requiere una preparación del intestino. El paciente se tiene que ausentar dos días de su trabajo, uno para la preparación y otro para hacerse el estudio, y después tiene que recuperarse. Además las endoscopías tienen riesgo, no son inocuas. Tienen un riesgo de perforación que es bajo, pero no es cero, y además la mayoría se está haciendo con anestesia general”, alertó el especialista.
Día Mundial contra el Cáncer de Colon
Este jueves 31 de marzo, Día Mundial contra el Cáncer de Colon, el Instituto Nacional del Cáncer entregará test de sangre oculta en la materia (fecatest) a la población que cumpla con los requisitos de tamizaje:
* Tener entre 50 y 74 años.
* No tener síntomas digestivos (sangrado con la materia, diarrea, dolor abdominal).
* No haber tenido tumores del intestino.
Lugar: Joanicó 3265, de 9 a 13 horas.
El kit se entrega con instrucciones para su realización.
Tratamiento.
Como se ha dicho, hay lesiones pre malignas que se pueden resecar por vía endoscópica. “El endoscopista hace la resección del pólipo y simplemente con eso se cura de la enfermedad. Después lo que se hace es un seguimiento”, explicó Laurini.
Puede ocurrir que el endoscopista vea una lesión grande y tenga que sacarla para poder saber si se trata de cáncer.
“Como son recesiones border, que de repente se tiene que meter en profundidad y se puede perforar el intestino, lo que en ocasiones se hace son laparaendoscopías. O sea, llevamos al paciente a sala de operaciones, preparamos el intestino, los cirujanos entramos por vía laparoscópica al abdomen y controlamos la resección que hace el endoscopista. Los cirujanos estamos para ver si hay algún tipo de perforación y la reparamos en el momento para tratar de evitar complicaciones como la peritonitis”, detalló el especialista.
Si al paciente se le diagnosticó el cáncer, se pasa a tratamientos como la cirugía, la quimioterapia, la radiación o la combinación de todas. En cuanto a las terapias moleculares dirigidas, Laurini manifestó que el gran problema que tienen es que tratan la enfermedad avanzada, que es la que tiene el pronóstico más pobre.
“Un 10%-11% son los que pueden sobrevivir a 5 años, la mayoría no lo hace”, apuntó.
Otro factor a tener presente es que el cáncer colo-rectal puede aparecer por segunda vez. “Cuando tenés un cáncer de colon hay una inestabilidad genética de la mucosa del intestino que hace que ese intestino tenga mayor predisposición a desarrollar cáncer. Por esa razón es que luego de operado siempre hay que hacer un seguimiento”, señaló Laurini.
Laparoscopía: recuperación más rápida
“En Médica Uruguaya hoy en día todas las resecciones quirúrgicas del colon, incluso las del recto, las hacemos por laparoscopía. Es excepcional que operemos a estos pacientes por la vía convencional o cirugía abierta”, explicó el cirujano Marcelo Laurini.
De todas formas aclaró que, si bien se trata de un procedimiento poco invasivo, siempre existen riesgos, como puede ser en una sutura del intestino.
“La cirugía del colon, independientemente de la forma de abordaje abierta o laparascópica, es muy mórbida porque estás cosiendo el intestino. Entonces no solo alcanza con que des bien determinados puntos, hay un montón de cosas que van en torno a la cicatrización de una sutura que hacen que pueda fugar y eso implica que pueda ocurrir una peritonitis o incluso la muerte”, advirtió.
Agregó que el porcentaje global de fuga anastomótica entre cirugía de cáncer de colon y de recto está entre el 5% y el 6%. “Es bajo, pero no es cero”, apuntó.
La sutura es la misma si se hace por vía convencional que por vía laparoscópica. “La única ventaja si se hace por vía mini invasiva es que la recuperación es mucho más rápida. En general tenemos un promedio de internación de 3-4 días en cirugías que antes por vía abierta estaban entre 7 y 9 días.
Eso va de la mano de todo un programa que aplicamos llamados ERAS, que apunta al manejo pre, intra y post operatorio para tratar de disminuir complicaciones mayores”, señaló Laurini.
El cirujano destacó que Uruguay está al nivel de los estándares que se manejan en la esfera mundial. “Los porcentajes de complicaciones son muy similares a los que se tienen en otras partes del mundo”, subrayó sobre un procedimiento que en Médica Uruguaya se viene desarrollando hace más de 14 años con más de 500 pacientes operados.
Cáncer de colon no es lo mismo que cáncer de recto
Si bien el cáncer de colon y el cáncer de recto son dos enfermedades que están muy cerca, son totalmente distintas tanto desde el punto de vista diagnóstico, terapéutico o de pronóstico.
“Por ejemplo, al cáncer de recto muchas veces, cuando está en el sector más cerca del ano, hay que hacerle radioterapia o quimioterapia previa a la cirugía. En el cáncer de colon, si bien algunos pacientes se benefician con una quimioterapia previa, en general la mayoría va a cirugía de inicio”, explicó el doctor Marcelo Laurini.
El cáncer de recto también es muy frecuente. “Como la sintomatología es el sangrado rectal, muchas veces la gente lo confunde con las hemorroides y eso retrasa la consulta. Ahí se impone el estudio endoscópico”, indicó el cirujano.